Protestas ante la Cumbre del G7
Centenares de personas iniciaron ayer un acampe de protesta por la cumbre que reunirá el próximo domingo a las siete economías más industrializadas del mundo en el castillo de Elmau -sur de Alemania-, una cita que se desarrollará rodeada de extraordinarias medidas de seguridad por las protestas convocadas.
Benjamin Russ, portavoz del grupo «Stop G7 Elmau» que organiza el campamento en la localidad de Garmisch-Partenkirchen, cerca de la frontera con Austria, acusó a los líderes de no tener «legitimidad» y consideró que el G7 «significa política económica neoliberal, guerra y militarización, explotación, pobreza y hambre, destrucción ambiental y exclusión de refugiados».
Este tipo de protestas vienen generando preocupación entre las autoridades de Alemania, país que preside el G7 este año, que temen que deriven en ataques violentos como los registrados a mediados de marzo en Frankfurt durante las protestas anticapitalistas contra la inauguración de la nueva sede del Banco Central Europeo.
Más de 20.000 policías fueron trasladados al lugar para garantizar la seguridad de la cumbre, tanto en torno al castillo de Elmau como en Munich, Garmisch y en la frontera con Austria, informó la agencia de noticias EFE.
El G7 significa política económica neoliberal, guerra y militarización, explotación, pobreza y hambre, destrucción ambiental y exclusión de refugiados, dijo e portavoz de los manifestantes
Desde el martes se celebra una «cumbre alternativa» en Munich contra el G7 y para este sábado está convocada la principal manifestación de protesta en esa ciudad, en la que se esperan también activistas antisistema radicales y grupos anarquistas.
El Gobierno de Angela Merkel, en tanto, ultima los preparativos para recibir a los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama; Francia, Francois Hollande; los primeros ministros del Reino Unido, David Cameron; Canadá, Stephen Harper; Japón, Shinzo Abe; e Italia, Matteo Renzi; junto a los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; y del Consejo, Donald Tusk.
Será una reunión de dos días y el Ejecutivo de Baviera -estado federado en el que se encuentra el castillo de Elmau, un hotel de cinco estrellas que alojará a los mandatarios-, presupuestó 130 millones de euros para distintos menesteres, desde la mejora de las infraestructuras en la región hasta la seguridad.
La reunión se celebra en medio de febriles negociaciones entre Atenas y los acreedores europeos, por lo que aunque su extensa agenda no incluye ningún apartado dedicado específicamente a la crisis de Grecia, Berlín reconoce que sería «sorprendente» que no centre parte de las conversaciones.
Fuentes de la Cancillería, como anfitriones del encuentro, recordaron hoy que los líderes de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá abordarán el estado de la economía mundial en su primera sesión, lo que incluye también la evolución de la eurozona.
Mientras avanza en la complicada logística de la organización, las delegaciones trabajan en el documento que se aprobará en el cónclave que por segundo año consecutivo se realizará con la ausencia del presidente ruso, Vladimir Putin.
Tras la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Moscú, con mayoritario apoyo tras un referéndum, los jefes de Estado y de Gobierno del G7 decidieron en marzo del año pasado no reunirse más en el formato G8 y cancelaron su asistencia a la cumbre que estaba prevista en la ciudad rusa de Sochi.
Se reunieron como G7 en Bruselas y dentro de una semana volverán a hacerlo bajo ese rótulo en Elmau, aunque varios representantes de la economía germana, que padece desde hace meses el impacto de las sanciones impuestas a Rusia, lamentaron hoy esa decisión.