El sábado 27 de julio, diversas asambleas y organizaciones de la Comarca Andina, Allen, Huahuel Niyeo (Ingeniero Jacobacci) y Bariloche se reunieron en un pronunciamiento colectivo que resuena con fuerza en un contexto de crisis social y ambiental en la provincia de Río Negro. Bajo el lema “¡No a Calcatreu!”, los asistentes manifestaron su rechazo al avance del proyecto minero en manos de Patagonia Gold, que amenaza con transformar la región en un distrito minero.
Los oradores del encuentro criticaron duramente al gobierno provincial de Alberto Weretilneck, acusándolo de utilizar tácticas de engaño y manipulación para impulsar el extractivismo. Según el comunicado, la administración actual ha intentado seducir a comunidades históricamente empobrecidas con la promesa de una bonanza económica, mientras silencia voces disidentes mediante un cerco mediático que asegura el control de la información. Este cerco incluye la utilización de medios de comunicación locales, así como la manipulación de narrativas que intentan presentar a las comunidades mapuche como aliadas del proyecto minero, ignorando la realidad de quienes se oponen a la explotación.
La preocupación por los impactos ambientales de la minería se erige como uno de los ejes centrales de este pronunciamiento. La asamblea advierte que la implementación de Calcatreu podría desencadenar consecuencias desastrosas no solo a nivel local, sino también en la región en su conjunto. La experiencia de otros distritos mineros en el país, como San Juan y Catamarca, es citada como una advertencia sobre la posible destrucción de los ecosistemas, la contaminación del agua y el desplazamiento de actividades productivas como el turismo, la fruticultura y la ganadería.
En este contexto, la falta de consulta previa y el silencio sobre las voces de las comunidades afectadas son denunciados como violaciones a los derechos de los pueblos indígenas. El pronunciamiento enfatiza la necesidad de que el gobierno respete el derecho a la Consulta Previa Libre e Informada, establecido por normativas vigentes, y critica la forma en que la administración de Weretilneck busca dividir a las comunidades en su lucha por la defensa del territorio.
El evento del 27 de julio culminó en un fuerte llamado a la movilización y a la defensa del agua como un recurso esencial para las comunidades, enfatizando que el agua es “newen” (fuerza) y un bien común que no debe ser entregado a empresas mineras. La declaración concluyó con un mensaje claro y contundente: “¡Fuera Patagonia Gold de Calcatreu!”, reafirmando el compromiso de las organizaciones por proteger el territorio y los recursos naturales.
En un momento en que la resistencia a la megaminería se intensifica en varias regiones del país, este pronunciamiento se suma a la larga lista de voces que claman por un futuro en el que la soberanía territorial y el respeto por los derechos humanos sean prioritarios. La batalla por Calcatreu no solo representa una lucha local, sino que se inscribe en un debate más amplio sobre el modelo de desarrollo y la relación con la naturaleza, donde el bienestar de las comunidades debe primar sobre los intereses económicos de grandes corporaciones.
