La noticia que aún conmueve a la sociedad y al pueblo argentino, es que fue hallado el submarino ARA San Juan donde se encuentran los restos de 44 marinos argentinos, entre ellos una mujer. Lo confirmó el vocero de la Armada, Rodolfo Ramallo, por información de los responsables de Ocean Infinity, empresa contratada por el gobierno para realizar la búsqueda, mediante el pago de 7,5 millones de dólares, suma que no pedían los países que participaron en la búsqueda de modo solidario.
Escribe Alejandro C. Tarruella
A Macri no se le ocurrió otra cosa, al decretar el duelo de 3 días, que aclarar que los marinos fallecidos “eligieron una profesión de riesgo”. Previamente al contrato millonario para encararla, el gobierno esperó que se retiraran las unidades de búsqueda de países que lo hicieron de forma solidaria, para habilitar la búsqueda privada que demandó una cifra millonaria. De lo que se trata ahora, es de escuchar la información que permanece en secreto, tal como lo aseguró la jueza de Caleta Olivia, Marta Yañez. Solamente quedará reservada, se dijo, la que constituye secreto militar. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, aquel viejo amigo del general Menéndez en los años de la dictadura en Córdoba, anuncia ahora que no van a sacar al submarino del lecho del mar, a 800 metros de profundidad y a unos 580 kilómetros de Comodoro Rivadavia. Los familiares resisten.
El ARA San Juan desapareció el 15 de noviembre de 2017 cuando se trasladaba desde Ushuaia al Apostadero Naval de Mar del Plata. Organismos internacionales expresaron que en esa fecha en el Mar Argentino se registró “un evento anómalo singular corto, violento y no nuclear consistente con una explosión” que se atribuyó al submarino. Horas después del accidente, el entonces vocero de la marina, Enrique Balbi, identificó un indicio del accidente registrado el miércoles posterior al hecho, apenas unas horas después de que se perdió el contacto con el submarino. Balbi la identificó como una “anomalía hidroacústica” el 22 de noviembre de 2017 y el 10 de diciembre de ese año, dio a conocer datos que adelantaban el hallazgo del submarino que, de inmediato, fueron desmentidos en tanto se suspendían conferencias de prensa y se separaba a miembros de la marina, todo en una trama oscura.
Luisa Rodríguez, sanjuanina, familiar de un tripulante, no le creyó a Macri y dijo: “Esto no se cierra acá”
Es posible que el Presidente tuviera la información del hallazgo el jueves, en el homenaje a las víctimas, cuando anunció que “en pocos días, la Comisión formada por el Ministerio de Defensa va a emitir sus conclusiones de las posibles causas del naufragio e inmediatamente ese informe será remitido a la Justicia”. Y adelantó en esa ocasión que en próximos días la bandera del ARA San Juan “será plantada en el Mar Argentino en recuerdo de los 44 tripulantes que quedarán en la memoria de los argentinos”. Los familiares tomaron nota de sus dichos y algunos analizaron que estaban en vísperas de un anunció trascendente. Luisa Rodríguez, sanjuanina, familiar de un tripulante, no le creyó a Macri y dijo: “Esto no se cierra acá”.
¡Je!, ¡Je! 20
Los hombres de la armada rusos que se solidarizaron en la búsqueda del ARA San Juan querían investigar en la zona donde fue hallado el submarino. El gobierno de Mauricio Macri no se los permitió según los trascendidos de la época y así terminó la misión del “Yantar” y del “Pantera-Plus” en febrero de 2018. Rusia había informado a la Marina que en esa zona no había nada y que había que buscarlo en donde ahora se lo encontró en los mares del sur. Los rusos, como ocurrió con otros países, actuaron en carácter solidario sin cobrar por su costosa gestión en los mares del sur.
Entonces, el ex comandante de la Flota del Báltico (2001-2006), almirante Vladímir Valúiev opinó que «para rescatar el submarino argentino es necesario, en primer lugar, reducir la región de su búsqueda sobre la base del trayecto entre las bases y el análisis de las señales que se reciban”, información que dio a conocer el portal digital “Urgente24”, en una nota del periodista Hernando Kleimans. Un dato más: el anuncio del hallazgo se da a pocos días de iniciarse la reunión del G-20 en Buenos Aires. Curiosamente, va a resultar un golpe de efecto para impresionar a los visitantes de países centrales.
Si el gobierno conocía el lugar del hecho, ¿por qué no avanzó en la investigación de ese espacio?
Otros elementos surgen de la revisión de lo sucedido en este año. Por una parte, la zona en cuestión fue aquella donde se habían registrado sonidos recogidos en la primera etapa de la investigación, que daban cuenta de un lugar que habían señalado los marinos rusos. Allí se halló el ARA San Juan. De ningún modo se trata de afirmar que las cosas fueron de un modo determinado, no hay información precisa, sí lo que hay son dudas sostenidas en episodios que se unen a una metodología que es afín al gobierno de Macri. Si el gobierno conocía el lugar del hecho, ¿por qué no avanzó en la investigación de ese espacio? No encontrarlo de inmediato, conociendo por ejemplo la historia del ministro Oscar Aguad, pudo haber tenido un motivo: perder pruebas del accidente, dejar que se deterioren y no se alcance el objetivo de la verdad. Tal vez por eso se esperó un año. Los juristas dicen que el tiempo es la verdad que huye. Y por eso se la busca.
En el peronismo hubo el domingo reuniones en procura de dos hechos: uno, realizar un duelo, puede ser una misa, para que el pueblo y los familiares puedan expresar el respeto a los héroes, el llanto si es necesario y el reconocimiento. Dos: se prepara un documento con firmas de gobernadores y otros referentes para tomar posición ante esta nueva falta de respeto del gobierno en retirada a la historia argentina, a su pueblo, a sus Fuerzas Armadas y a la memoria de los 44 marinos heroicos. Se puede afirmar que esto no va a quedar acá.
