«Postulamos al chamamé como patrimonio cultural de la humanidad»
Por Maximiliano Borches
Gabriel Romero es el director del Instituto de Cultura de Corrientes, organismo estatal encargado de la organización de la 27° Fiesta Nacional del Chamamé y 13° Fiesta del Chamamé del Mercosur. En diálogo con IB24, explicó las características de este enorme evento cultural-popular que en diez noches cuenta con la presencia de 250 grandes artistas argentinos, brasileros, paraguayos y uruguayos, en un colmado a diario Anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola, con capacidad para 10 mil personas y a precios populares.
-¿En que se diferencia la edición de este año, con respecto al anterior, de la Fiesta Nacional del Chamamé?
En los últimos años nosotros vinimos trabajando en conceptos muy profundos vinculaldos al chamamé, el año pasado trabajamos con la ide de la «Nación chamamesera», incluyendo a esa música tocada en Brasil, Paraguay y otras partes de Argentina, y este año ADN Chamamé tiene la intensión de poder establecer un vínculo entre el pasado, el presente y esa proyección hacia el futuro del chamamé. ADN Chamamé implica no sólo trabajar aquí en el Anfiteatro Cocomarola sino también hacer un trabajo con las bailantas chamameceras, que es donde entendemos que realmente se siente este vínculo, también hicimos un foro sobre ls mujeres en el chamamé y tenemos un ciclo de cine chamamecero y ampliamos los vínculos con la comunidad, porque antes que empiece la fiesta nosotros comenzamos con una serie de actividades solidarias llevando nuestra música a hospitales, cárceles, hicimos dos serenatas a la orilla del Paraná, y este vínculo con la comunidad es lo que diferencia esta edición de la de años anteriores, el chamamé une y nos pone en una equidad que nos interesa rescatar.
Romero: «El chamamé es el sonido que tiene todo este territorio, es también una danza y un lenguaje porque el guaraní está presente y vive en nosotros»
-Es interesante rescatar esta identidad sudamericana, del Mercosur más precisamente, que rescata esta Fiesta del Chamamé, más aún en tiempos donde desde el Gobierno nacional se pretende poner en crisis esta identidad
Nosotros veníamos trabajando con esta idea, por eso «Nación Chamamesera» fue uno de los años más potentes y a partir de allí avanzamos en la declaración del Chamamé como patrimonio cultural del Mercosur primero, que ya cumplió todas ls instancias y están la aprobación de los ministros de Cultura y próximamente tendrán los firmas de los presidentes que integran este Organismo, y el 31 de marzo elevaremos la postulación para que el Chamamé sea patrimonio cultural de la humanidad, que es para nosotros un gran desafío y lo hacemos desde la Argentina, pero la idea es hacerlo también con Brasil y Paraguay, sí que estamos transitando un camino de difusión de apoyo a la producción y fundamentalmente de demostración de que el chamamé representa a una amplia región; te quiero decir que pensar este lugar para el chamamé hace veinte años atrás era impensable, acá era considerada como una «hermanita menor» del folclore y sin embargo tuvo un gran crecimiento y nosotros estamos más que contentos con esto y poder contar con estos festivales que cuentan con una gran variedad de artistas que de alguna manera transitan desde lo tradicional a lo contemporáneo, desde lo popular a lo académico y nos pone muy contentos mostrar esta variedad y la vigencia que tiene el chamamé para toda la Argentina.
-¿Qué es el chamamé para usted?
El chamamé para mí es el sonido que tiene todo este territorio, pero no hay que pensarlo sólo como una música, sino también hay que pensarlo como una danza, un lenguaje, porque el guaraní está presente y vive entre nosotros, hay que pensar también que la gastronomía está presente y ese pasado guaraní, español, de las misiones jesuíticas, armó una conjunción muy particular que lo identifica, por eso cuando te hablaba de la región ampliada con Paraguay y Brasil, coincide exactamente con los lugares donde se desarrollaron las misiones jesuíticas, entonces este ADN Chamamé viene de esa raíz y se proyecta orgullosamente hacia adelante.