Política-ficción: Patricia Bullrich miente (una vez más) y le da consejos al Presidente
En una insólita y extensa «CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE», la titular del PRO y ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri le adjudica a Alberto Fernández y a la cuarentena los problemas originados por el gobierno de Cambiemos y por la pandemia.
Por Claudio Siniscalco
Ante la falta de propuestas políticamente aceptables en democracia, el macrismo suele construir su discurso con dos elementos centrales: inventar cosas que no existen (para atacar) y ocultar otras que sí existen (para defenderse). El disparatado texto publicado por Patricia Bullrich a través de un hilo de Twitter utiliza otro recurso de la estrategia comunicacional de la derecha: mentir hablando de la realidad.
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE
Sr. Presidente: usted plantea un dilema cuyas salidas son brutalmente crueles.
Otra vez habla de número de muertes, cuando ya pasamos las 55.000, y con eso justifica 19 millones de pobres. (Hilo 👇🏽)
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) April 1, 2021
La carta alude, entre otras cuestiones, al aumento de la pobreza, el cierre de comercios y la pérdida de clases presenciales, problemas reales originados por la pandemia y no por el oficialismo.
«La pobreza ha aumentado: Por el shock económico derivado de la cuarentena eterna. El mundo entero sufrió la pandemia, pero nuestra economía fue una de las que más cayó: sufrimos el doble de impacto que el promedio de Latinoamérica», dice Bullrich. No menciona que los países que cayeron menos que la Argentina no padecieron gobiernos como el de Mauricio Macri antes de la pandemia. Y oculta que nuestra economía, con una caída del 9,9 por ciento de su PBI en 2020, se desplomó igual que el Reino Unido (9,9), menos que España (11 por ciento) y algo más que Italia (8,9) y que Francia (8,1).
Lo mismo se aplica al cierre de comercios, auxiliados en forma insuficiente por el Gobierno nacional, precisamente por carecer de un mayor margen de acción, producto de la catástrofe heredada de los cuatro años de neoliberalismo, que sin pandemia produjo el cierre de 25 mil empresas.
También sanatea cuando habla de educación: «La pérdida de más de un año de educación, que significa una pérdida de horizonte para las nuevas generaciones capaces de entrar al mundo del trabajo y del emprendedurismo». La pérdida no es tal. Debería haber dicho «pérdida de presencialidad». El resto del párrafo, puro delirio y cinismo.
2. Debe poner en Educación a alguien con cabeza transformadora, que conciba la revolución educativa, que se anime a discutirle al pensamiento conservador y retrógrado de algunos de los gremios docentes, como Sarmiento, a enfrentarse al establishment de la educación para innovar.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) April 1, 2021
Consejos para «salir de este desastre»
Lo más jugoso vino al final. Pato no quiso privarse de darle recomendaciones a Alberto Fernández. Claro (nada egoísta, ella), quería transmitir su valiosa experiencia como integrante de dos de los peores gobiernos de nuestra historia: el de De la Rúa y el de Macri.
En el último tramo de su carta no pudo evitar decir lo que piensan tanto los «duros» como los «moderados» de Juntos por el Cambio. Insistió con la propuesta de precarización laboral y exclusión social: «Facilitar la contratación, apostar al trabajo y no a más planes y más transferencias». En esa línea, también recomendó «animarse a sacar del medio a los movimientos sociales». Además atacó a los gremios docentes, a los que adjudicó «un pensamiento conservador y retrógrado», proponiendo la «revolución educativa», un eufemismo con el que el gobierno de Macri se refería a la mercantilización de la educación.
La obsesión por Cristina Kirchner no podía estar ausente: «Presidente, repiense sus prioridades. Dedica 10 horas por día a los problemas judiciales de su Vice», mintió nuevamente.
El final es conmovedor: «Por no romper los esquemas fracasados; repite todo lo que fracasó. ¿No tiene el coraje de cambiar?», cierra.
En febrero de 2017, su primo Esteban, por entonces ministro de Educación, había lanzado una de sus expresiones más memorables: «Debemos crear argentinos capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla». Pato aplica a rajatabla esa consigna. Nos siguen sometiendo a la incertidumbre de la irrealidad, aunque ya no gobiernen, y ante la dificultad del oficialismo para imponer un debate alejado del terreno de la ficción.