Daniela Bambill: «PJ Nacional: Ni mucho barro ni mucha bosta»
Todo en su medida y armoniosamente. El miércoles 24 se reunirá el Congreso del Partido Justicialista. Por estas horas la palabra UNIDAD es la que sobrevuela el imaginario de todos los peronistas del país.
Pero, ¿de qué hablan los unos y de que hablan los otros?
Una posición planteada es la UNIDAD de nombres, todos adentro, incluidos aquellos que han marcado rumbos antagónicos a las 20 Verdades durante la última década. El ladrillo se construye con barro y bosta decía el General, sin embargo es necesario comprender que todo debe ser en su medida y armoniosamente. Demasiado barro no se sustenta, demasiada bosta contamina el futuro.
Los nombres per se no implican representatividad, vale para todos y esto debe ser imperiosamente parte del debate de cara al futuro.
Otra posición es la que plantea la UNIDAD entendiendo la pluralidad de ideas en el colectivo que constituye el Partido Justicialista , sin excesos de bosta que nos lleven a hacer inhabitable la casa de todos y todas los peronistas argentinos.
Los peronistas de todo el país que hemos transitado estos años bajo premisas ideológicas que sustentan el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, legado póstumo de Juan Domingo Perón, entendemos la consigna de UNIDAD desde la firme convicción que la misma no puede darse a cualquier costo, sumando nuevamente a dirigentes que se han parado en las antípodas de la doctrina priorizando exclusiva y sectariamente sus intereses personales en función de conservar las jefaturas territoriales aún a costa de la entrega de las Tres Banderas.
La UNIDAD del peronismo no puede significar de ninguna manera la anulación del debate interno. Es imperioso sortear los avatares coyunturales y el peligro del avance de Macri y sus aliados sobre nuestro Partido, en eso coincidimos todos y todas. Sin embargo la lógica del enemigo foráneo como herramienta para anquilosar nuestra estructura partidaria no ha dado buenos resultados…. Seguimos como entonces, poniendo parches y postergando el crecimiento cualitativo.
Esta semana, por ejemplo, hemos escuchado azorados las declaraciones de Hugo Moyano, quien desde su rol de conducción de la C.G.T ha planteado que si Evita viviera entendería que Macri es peronista.
A la brutalidad de la declaración que solo se puede responder con palabras de Evita, “Dirigentes obreros entregados a los amos de la oligarquía por una sonrisa, por un banquete o por unas monedas. Los denuncio como traidores”.
Ahora bien, Moyano, que en esta reflexión es solo la ilustración grotesca, no es el Movimiento Obrero, es solo un dirigente empoderado por años de dinámica dinástica en la elección de la dirigencia sindical, por un lado y por otro, la democracia falaz para la elección de sus representantes. Moyano no es el Movimiento Obrero, y el Movimiento Obrero no puede estar fuera de la concepción de UNIDAD del peronismo nacional.
El miércoles será una bisagra en la historia del PJ: los caminos son dos, seguimos poniendo parches o nos hacemos cargo de nuestro sello partidario y su resignificación definitiva.
Los nombres per se no implican representatividad, vale para todos y esto debe ser imperiosamente parte del debate de cara al futuro.
El ejemplo de Moyano vale para todos y cada uno de los dirigentes que se han posicionado desde la genuflexión pornográfica ante el oficialismo gobernante.
Dijo el General cuando le preguntaron qué haría para volver: “Yo, nada, lo harán todo mis enemigos”, el Gobierno de Macri está cometiendo desastres cotidianamente, el maquillaje mediático caerá más temprano que tarde, la dirigencia peronista debe estar a la altura de las circunstancias. El Pueblo nos estará mirando, buscará volver a las bases, esas bases deben ser sólidas y construidas desde la convicción que nuestra responsabilidad última es para y con el Pueblo.
Despojarse de la defensa de las cucardas personales y apostar a la UNIDAD de concepción para lograr la UNIDAD de acción que nos permita recuperar el poder para la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria, parece ser una utopía.
El miércoles será una bisagra en la historia del PJ: los caminos son dos, seguimos poniendo parches o nos hacemos cargo de nuestro sello partidario y su resignificación definitiva.
La moneda está en el aire, solo es cuestión de esperar.