Pinamar. Una cena con olor a pescado podrido

En lo que parece una reunión de despegue del modelo nacional y popular, se juntaron en muy paqueta cena “Peronísta”,  Massa, Urtubey, Diego Bossio y el emisario de De la Sota.

El anuncio del conclave había generado a priori gran expectativa, por varios motivos; en principio si Daniel Scioli participaría de dicho encuentro, COSA QUE NO OCURRIÓ, pero  de manera fundamental por saber quiénes serían los que finalmente  avalarían con su presencia, la conformación de un espacio de la derecha y con ambiciones de quedarse con la estructura del PJ, en abierta oposición a la conducción de Cristina Kirchner.

Massa, que grita a los cuatro vientos su pertenencia al Peronismo, es quién co-gobierna en la Pcia de Buenos Aires junto a la Alianza Cambiemos y unos de los más grandes responsables de  la derrota del FpV en la pasadas elecciones nacionales, suscribe a los enunciados propuestos por Mauricio Macri y su staff de CEOS, no repudia la represión brutal contra los trabajadores, que por miles, están siendo expulsados del sistema laboral, por el contrario habla de los “ñoquis” sin ponerse colorado, siendo justamente él, quién cobra suculentas sumas por su cargo como Diputado Nacional, labores a las cuales casi no concurre,  un record en la materia junto a Mauricio Macri en sus épocas de Diputado y Lilita Carrió, la gran armadora de este proceso iniciado en diciembre y que promete llevarse por delante todas las conquistas sociales alcanzadas por el conjunto de la sociedad durante el periodo kirchnerista. Este nobel abogado , según se desprende de los informes de wikileks , en tiempos en que era funcionario de Néstor Kirchner, habría sido quién filtraba información a la embajada de los EE UU sobre los movimientos de la Casa Rosada.

Llamativo es lo del joven Diego Bossio, quien llegó a ostentar la chapa de “dirigente” a partir del gran espacio que le brindó justamente el Kirchnerismo del que aparentemente ahora reniega.

Urtubey, el joven y recientemente reelecto gobernador de Salta trae consigo varios antecedentes en cuanto a marcar diferencias con el Kirchnerismo, si bien se ha ocupado de que sean más notables luego de la derrota electoral reciente, asegurando  que “el FpV ha dejado de existir”. También se lo vincula fuertemente a las fundaciones Norteamericanas que son sostenidas por los Fondos Buitres (al igual que Laura Alonso y Patricia Bulrich entre otros).

Llamativo es lo del joven Diego Bossio, quien llegó a ostentar la chapa de “dirigente” a partir del gran espacio que le brindó justamente el Kirchnerismo  del que aparentemente ahora reniega.

La cena entonces despide olores rancios, huele a Cambiemos. Y no sería extraño pensar que justamente desde ese sector se estaría fomentando  la consolidación del espacio peronista de derecha.

Los recientes resultados electorales dan cuenta de una postura de apoyo muy fuerte al proceso kirchnerista por parte de la población ya que se ha alzado con un casi 49% de los votos. Esto deja fuera de posibilidades ciertas de triunfo, a un espacio tan marcado por el pensamiento más afín a las oligarquías vernáculas.

La cena entonces despide olores rancios, huele a Cambiemos

Daniel Scioli que si bien ha estado siempre del lado del modelo, supo ser resistido y hasta rechazado, pero a fuerza de empeño, lealtad demostrada y gran tarea en el tramo final de la reciente campaña electoral, se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de esta interna peronista

Se avecina una encarnizada batalla por ver quién se lleva la conducción del partido más grande e influyente de la Argentina y en ese sentido ya está trabajando fuertemente en los territorios el retornado Guillermo Moreno, sostenedor del peronismo kirchnerista, a través de la nueva agrupación La Néstor Kirchner y que postula la conducción única de Cristina; dijo hace pocos días que – El peronismo pone el asado, el vino y si se descuidan pone el pan, pero solo no va a ningún lado.

Daniel Scioli a fuerza de empeño, lealtad demostrada y gran tarea en el tramo final de la reciente campaña electoral, se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de esta interna peronista

Los nuevos factores que entran en el juego de esta interna, a diferencia de las anteriores, son los miles de nuevos militantes que despertaron su vocación política hacia el final del periodo de gobierno de CFK y cuya expresión de unidad más fuerte, se encuentra en las redes sociales con Resistiendo con Aguante como emblema de poder, ya que cuenta con  medio millón de adherentes, cifra nada despreciable en el marco de la interna partidaria. Si bien es cierto que   aún no han podido articular demasiado en términos de agrupación, han dado cuenta de un gran poder de convocatoria y estas expresiones no podrán ser cooptadas por la derecha que cena en Pinamar ni otras similares, ya que fundamentalmente se denominan Kirchneristas sin renegar del peronismo como la herramienta electoral primaria.

Néstor Kirchner supo decir “Nos llaman kirchneristas para bajarnos el precio, pero nosotros somos peronistas” y esto es algo que en principio debieran comenzar a asimilar los nuevos militantes.

El presente panorama explica entonces porqué la convocatoria a la cena de Pinamar fue tan acotada en cuanto a presencias y también explica por qué tiene tanto olor rancio.