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Peronismo en clave Saborido: un aporte fundamental para volver mejores

Alma Rodriguez

En su ensayo denominado La risa, Henry Bergson sostiene que una de las funciones del humor es ayudarnos a no perder nuestra humanidad en la era de la mecanización.  Es difícil explicar el humor al igual que todo sentimiento. Lo mismo ocurre con el peronismo. En el caso de este último resulta doblemente complicado porque no sólo se trata de un sentimiento constitutivo del ser, sino que además se trata del movimiento político y social más importante de la historia de nuestro país.

Por Alma Rodríguez

El libro de Pedro Saborido, Una historia del peronismo en 27 relatos, 74 reflexiones y más de 140 metáforas que pueden servir de regocijo del simpatizante como valiosa información para el desconocedor o el extranjero, o también como guía práctica para que el antiperonista pueda acabar de una vez por todas con el monstruo que desde hace más de 70 años azota a la Argentina. Y coso, cumple exactamente con todas esas funciones: divierte, informa, guía y coso -esto último tan difícil de explicar como el propio peronismo- y está tan perfectamente puesto en palabras que no queda prácticamente ninguna puntada sin hilo por dar.

El libro se propone, y lo logra con creces, realizar un recorrido por el peronismo a lo largo de la historia retomando momentos fundacionales del movimiento así como personajes, prototipos, escenas y lugares que hacen a este sentir. No se trata de un manual ni de un ensayo. No es una novela ni una autobiografía, Y sin embargo, es un poco de cada una de esas cosas.

En un diálogo exclusivo y ameno con Infobaires24, Pedro Saborido accedió a responder a las siguientes preguntas:

InfoBaires24: ¿Hace cuánto, cómo y por qué surgió la idea de escribir este libro?

Pedro Saborido: El libro es en realidad las ganas de hablar de peronismo. Surge cuando Daniel Gentili, director en ese entonces de FM La patriada, me propone hacer una serie de programas hablando de peronismo.  Creo que todo estaba movido por el problema de haber perdido. La derrota te empuja a la reflexión. Y así con esas anotaciones para hacer un programa, charlé con gente de la editorial donde ya había hecho un libro de fútbol. Y les mostré esas anotaciones. Ahí me dijeron “Eso es un libro”. Así que primero pensé en algo ensayístico. Empecé y, a las tres páginas, me sentí un pelotudo. Y entonces empecé a escribir cuentos. Ahí me sentí más cómodo.  Después le agregué esos análisis o ensayitos al final de cada relato.

IB24: ¿Para qué tipo de lector fue pensado originariamente?

P.S.: Ninguno. Lo escribí sin pensar en quién lo iba a leer. De hecho, creo que no me importa si un gorila lo lee y le parece una bosta. En todo caso, no quería que fuera una bosta para un peronista, un filo peronista o un no-peronista. Así que lo escribí sin pensar en nadie. Solo pensé en qué iba a meter en la parte 1, ya que era tanto que sabía que iba a tener que hacer un tomo 2. Y de hecho, hay un adelanto en el libro. Ese adelanto funciona como un aviso: si falta algún tema, es que va a ser tratado en el próximo tomo, no puteen. De todos modos, el tema no se termina nunca.

No me importa si un gorila lo lee y le parece una bosta. En todo caso, no quería que fuera una bosta para un peronista…

IB24: Convengamos que el libro tiene algunas particularidades como, por ejemplo, que se hace difícil su clasificación o su encasillamiento en un género. No es un ensayo, no es una autobiografía, sin embargo tiene un poco de cada una de esas cosas sin respetar los cánones tradicionales. Si hubiera que reinventar una clasificación, ¿qué dirías que es?

P.S.: Prefiero decir que se trata de un libro de cuentos con análisis. Entiendo que no está claro por dónde va. Pero fue la forma más clara para avanzar. El cuento solo no me cerraba. Los análisis y los ensayitos, tampoco. Esa combinación rara me entusiasma.

IB24: Si partimos del título, podría decirse que es un poco “molesto”, retomando algunos conceptos que aparecen allí planteados, por ejemplo, es molesto para citar la fuente en forma completa en una nota o para recordarlo en su totalidad.  Del resto del libro, ¿podríamos decir que se trata de un libro molesto como para algunos puede ser el peronismo? ¿Por qué?

P.S.: El libro puede ser molesto, porque todo lo que es referido al peronismo es molesto. Siempre que te metés con el peronismo molestás. Al peronista o al gorila. El peronista está más acostumbrado, entonces se molesta menos.  El  gorila siempre exige la explicación: ¿Por qué hablás de peronismo y no hablás mal?  El gorila necesita imperiosamente que se hable mal del peronismo, es la única manera que lo soporta. Es decir: la presencia o mención del peronismo sólo se conjura destrozándolo.

El gorila necesita imperiosamente que se hable mal del peronismo

IB24: Según Antonio C. Humperdick, secretario de actas de la UOM seccional Gerli, y uno de los personajes mencionados en el libro,  “el peronismo molesta, básicamente, porque no se ajusta a las normas. Y se siente lo suficientemente libre como para hacerlo”. ¿Vos te considerás un peronista molesto?

P.S.: No. No soy completamente peronista. Es decir: creo que gran parte del peronismo siempre necesita una aclaración: de izquierda, racional, peronista de Perón. Eso ya molesta. Y debo decir que la raíz punk o rockera del peronismo me atrae. Y eso es molesto.

IB24: La parodia tiene como objetivo tomar obras o textos anteriores para darles un enfoque nuevo, subvertir el orden, ridiculizar, en muchos casos, para homenajear. Según este concepto, en el libro aparecen parodiados personajes y episodios de la historia del movimiento y del país. ¿Podría considerarse que lo que alguna vez fue tragedia acá se retoma como farsa? ¿Hay algún tema que pensaste que “ni en joda” tratarías?

P.S.: Me es natural no hablar mucho de desaparecidos. Ni de las madres. No en joda. No me surge. Ni me importa que no me surja, en nombre de la incorreción política se hacen y dicen pelotudeces atroces o atrocidades pelotudas. La farsa no es transgresora en sí para mí. No me siento morbosamente satisfecho por tratar en broma algunos temas. Simplemente lo hago. Y me siento cómodo haciéndolo y hablando en ese tono. Quizá sea una manera de tener una coartada. Es decir: lo dijiste en joda. Es humor. No es del todo boludo. El humor juega en una categoría inferior al resto. Entonces, no ser del todo certero, no es un problema. Es como un rokcero metiendo una escala o dándole un toque jazzero a algo. No intenta calificar como “jazz”. Se le acerca. Entonces no hay peligro de quedar fuera de categoría.

IB24: ¿Cómo fue la construcción, recolección y caracterización de los personajes?

P.S.: No pensé nunca en el tema o el concepto. Este venía después. Primero es la idea, el cuento, la historia. Es decir: el juego humorístico está primero. Luego aparecés hablando de algo. Me ocupo del cuento y de que me guste y guste. De lo que habla, me doy cuenta después.

IB24: En este momento, estamos, según lo que plantea el libro en el capítulo “El próximo peronismo o cómo jugarse al peronismo aventura”, en la fase 3:”¡Subite al camión! ¡Vamos que no sabemos adónde vamos!” Hacia dónde te gustaría que fuera este “camión del tamaño de un camión” -como dice el libro- que es el peronismo”?

P.S.: Al peronismo original, al de Evita y Perón. Al que es revolucionario. Al de los últimos años. Ojala se pueda…

La suma de relatos variopintos, así como de formatos diversos hacen pensar en imágenes para cada una de las secuencias narradas y nos propone como lectores el desafío y la placentera sensación de abandonarnos al humor y a la invención a partir de códigos compartidos. Cada uno de los personajes y situaciones parecen haber sido reales y sin embargo no lo son en su totalidad (tal vez el nombre, sí, pero no sus palabras) por ejemplo una cita de Paul Mac McCartney, un  filósofo cómo Bourdieu que dialoga con su ex cuñado frente a las playas de Mar del Plata o un infiltrado de la revista Rolling Stone en un asado organizado por Perón en Puerta de Hierro,  por nombrar solo un par. Porque en el libro está desdibujada la línea que va de la realidad a la ficción, de la seriedad al humor. He ahí su magia.

Dentro de todos los relatos, hay uno que constituye el fragmento de una comedia teatral popular pensada para calle Corrientes, temporada en Mar del Plata y todo eso. Frente a la pregunta: ¿Qué actores argentinos podrían protagonizar la obra “¡Uy..! Me casé con un gorila”?, Saborido responde:

«No puedo no pensar en Diego (Capusotto). Es como muy claro que él entiende a estos personajes. La mujer del gorila, la que no se dio cuenta que el gorilismo y el racismo estaban vivos, somos cualquiera de nosotros».

Para tremenda,  está la realidad. Para resistir con humor, tenemos esta historia del peronismo que es algo así como un aporte fundamental para que, al volver, volvamos mejores.

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