Patricia Bullrich quiso renunciar y la devolvieron a su puesto
Mensaje de la Pato a Macri: “¿Viste que al final no éramos tan boludos?”
Escribe Nicanor Zambrano, especial para InfoBaires24
El papelón de los boludos
“¿Viste que al final no éramos tan boludos?”, le dijo por teléfono una entusiasmada Patricia Bullrich a Mauricio Macri el sábado al mediodía, cuando la ministra de Seguridad creyó que habían capturado a los tres prófugos del penal de General Alvear.
Así anunciaba el portal de noticias LPO, dejando entrever el papelón absoluto y público que le hizo hacer al presidente Macri la ex dirigente de Montoneros en el exilio parisino.
Macri se apuró entonces y se puso a felicitar a unos y a otros por las redes corporativas de uso social. Agradeciendo “a todo el equipo y a las fuerzas de seguridad por la captura de los prófugos”, destacaba eufórico que “el trabajo en conjunto fue fundamental”.
Habían pasado 15 minutos de la enunciación del éxito, cuando Patricia Bullrich llamó otra vez a su jefe. Le informaba que sólo habían detenido a Martín Lanatta y que continuaban prófugos su hermano Cristian y Víctor Schilaci.
Todo había sido una ilusión falsa, una cama en el camino fugaz de sus intentos. Ella creía que ambos estaban guardados en la localidad de Cuatro Bocas, donde ahora resulta que no hay ninguna unidad policial. ¿Dónde los podían alojar si no había unidades policiales?: Un papelón.
Para más, el presidente sabía ya que el único detenido había sido capturado por policías santafesinos de la unidad de Punta Cayastá. Iba a caballo y sin logística sofisticada cuando dieron con el prófugo herido al volcar su móvil.
Bullrich se vio en la necesidad de comunicar al mundo que dos de los tres condenados eran libres como los pájaros de la localidad santafesina. A partir de ese momento, tanto la Bullrich como su secretario de Seguridad, con el que se lleva en malos términos, Eugenio Burzaco, quedaron en la cuerda floja.
Lo cierto es que a los tiros perpetrados por los gendarmes, le sucedió una metralla verbal que deja ver que la improvisación juega un partido en los arrebatos de varios ministros del gobierno
¡Que se quede!
Gerardo Milman, otro funcionario de Seguridad, reveló que la ministra puso a disposición de Mauricio Macri su renuncia, luego de que error sobre los prófugos capturados el sábado 9 se convirtiera en la comidilla de los medios, en especial de las placas rojas de Crónica TV.
Sin embargo, el presidente -dijo Milman- «le ha ratificado la confianza».
Eugenio Burzaco -cuyo hermano está detenido en EE.UU por el escándalo de la FIFA- salió a ampliar el bochorno al confesar que el sábado 9 de enero»fue un día difícil y confuso» y que luego de que la información se dio vuelta y solo Martín Lanatta resultó sido detenido, Bullrich le presentó a Macri su renuncia.
Ella sabía que era imposible decidir su paso al más allá (en el más acá), porque significaba amplificar el papelón público. Mauricio, por fin, decidió no aceptarla y es posible que ella lo celebrara con un buen vino tinto.
Burzaco deslizó entonces: «Ahora estamos investigando internamente, porque lo que sucedió complicó el proceso de búsqueda», señaló el funcionario, al tiempo que marcó que «hubo desinteligencias y la coordinación no fue la mejor».
Mientras que de Bullrich afirmó que “es una persona con mucha valentía». Conocida su mala relación, se puede afirmar que la gestión tiene razones que la razón no entiende.
Burzaco explicó luego que todo lo malo se debía a que «en doce años no se hizo nada contra el crimen organizado” y estuvo a muy poco de acusar a Cristina y al kirchnerismo de haber dado la información falsa.
Falta, a todo esto, un actor del escándalo: el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. Si Burzaco acusó al kirchnerismo, Ritondo acusó al gobierno de Santa Fe del desaguisado.
Llamando a Cristian de Mataderos
Debido a que el efecto de la vergüenza no cedía, Cristian Ritondo dijo luego que la contradicción sobre la falsa captura de Cristian Lanatta y Schillaci fue responsabilidad de las fuerzas de seguridad santafesinas y señaló a Gendarmería.
En declaraciones radiales, amenazó: “Eso es lo que va a investigar la ministra (Patricia) Bullrich para encontrar a los responsables, y si es necesario, sacarlos de la fuerza». O sea que la Pato iba a echar a policías de Santa Fe: un absurdo.
Ritondo atacó también al gobernador santafesino, Miguel Lifschitz, y a su ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro: “En el momento en el que recibimos la (después falsa) información ellos no desmintieron los datos”.
En ese marco, negó que fuera a renunciar y muy al estilo Cambiemos -que suele no cambiar nada- aludió al futuro. cuando su único campo de acción es el presente.
Lo cierto es que a los tiros perpetrados por los gendarmes, le sucedió una metralla verbal que deja ver que la improvisación juega un partido en los arrebatos de varios ministros del gobierno.