Paro sin movilización el 29 de mayo
En horas de la mañana de este martes, el titular de La Fraternidad, Omar Maturano, anticipó que «de parte del transporte va a haber paro» y que había «ánimo de convocar a una medida de protesta de parte de la CGT».
La presión de los gremios del transporte resultó clave para la definición del quinto paro general de la central obrera contra el gobierno de Mauricio Macri. Vale recordar que el 30 de abril fue el sindicalismo más opositor, encabezado por Hugo Moyano, el que realizó un paro al que la CGT no adhirió.
Con respecto al anuncio de la mañana, el líder camionero expresó que le produjo «alguna sorpresa» la decisión de la CGT porque «tuvimos una medida importante el 30 y decidieron no adherir». Sin embargo, aclaró que «hay que ver los motivos por los que decidieron el paro» para definir si el Frente Sindical para el Modelo Nacional acompañará la medida de fuerza. «Motivos para parar hay de sobra», concluyó al salir de la reunión del PJ.
La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó a un paro general el 29 de mayo. La medida de fuerza será sin movilización, según lo definido por el Consejo Directivo de la central obrera.
Luego de una reunión con la cúpula de la CGT, su secretario general, Héctor Dáer, confirmó que a la decisión de ir al paro se llegó «en forma unánime».
Después de 8 meses, el Consejo Directivo de la CGT convocó un paro general a fines de mayo. Será sin movilización. Al anunciarlo, Daer señaló que «es ni más ni menos en reclamo a que se modifique el aceleramiento de la decadencia de la economía de nuestros compañeros, de nuestros hogares».
A la reunión se había llegado con un sector que destacaba la decisión del gobierno de liberar parte de la deuda con las obras sociales, y otro que destacaba no solo la situación económica sino la situación del impuesto al salario. Este último estaba encabezada por los gremios del transporte.
Esta medida dispuesta y comunicada, será la sexta huelga que la CGT hace al Gobierno de Mauricio Macri. A la última de hace 8 meses -25 de septiembre de 2018- le siguió una inflación que castigó al poder adquisitivo; más de un millón de personas cayeron en la pobreza, se produjeron más de 100 mil despidos y el gobierno avanzó con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Y la desocupación alcanzó en los últimos meses el 9,1 % y la cantidad de trabajadores «en negro» llegó a los 5 millones.
