Papa Francisco: “En vez de pagar justicia social, el Gobierno pagó el gas pimienta”
El Sumo Pontífice criticó la represión libertomacrista contra manifestantes
El Santo Padre asistió al Simposio en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
El Pontífice, hizo su declaración pública acompañado por representantes de movimientos sociales de la Argentina: Juan Grabois y el titular de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Alejandro “Peluca” Gramajo, en esa ocasión, Francisco I, cuestionó el operativo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la que manifestantes, personas de avanzada edad y hasta una niña de 10 años terminó afectada por el material irritante.
El silencio frente a la injusticia abre paso a la división social y la división social abre paso a la violencia verbal, y la violencia verbal a la violencia física, y la violencia física a la guerra de todos contra todos. Ahí está la cola del diablo”, señaló Francisco.
Y continuó: “Me hicieron ver un filmado de una represión de hace una semana, menos quizás. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. No tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas… y el Gobierno se puso firme: en vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta. Les convenía. Ténganlo en cuenta”. Dijo el Papa.
También mencionó el Papa un hecho de corrupción, en el que un empresario extranjero le contó sobre un caso donde un funcionario argentino le solicitó una “coima”. “Mi abuela nos repetía siempre, estén atentos, que el diablo entra por los bolsillos. Siempre. Que una coima aquí, una cosa allá…”
“Nosotros recibimos la bandera de Tierra, Techo y Trabajo para defenderla.»
“Me contaba un emprendedor internacional, que estaba haciendo en Argentina unas inversiones de extensión de eso que ellos estaban llevando adelante, que trabajan muy bien y fue un acuerdo. Fue a presentar al ministro un nuevo plan de nuevas extensiones, el ministro lo atendió muy bien y dijo ‘dejemeló, ya lo van a llamar…’”, continuó. “Al día siguiente, el secretario del ministro lo llamó, le dijo si puede pasar ‘en dos días, así le entregamos el permiso’. Pasó, le entregó los papeles y la firma…y cuando él (el emprendedor) se estaba por levantar, le dijo: ¿y para nosotros, cuánto?… ¿Y para nosotros, cuánto? La coima. El diablo entra por el bolsillo, no se olviden”.
ES EL EVANGELIO, NO EL COMUNISMO
En otro orden de cosas, el Papa, volvió a criticar al sistema capitalista y a la injusticia social desde una perspectiva cristiana, en la que convocó a los ricos para que compartan sus riquezas de manera justa y fraterna. “Dicen que el sistema que permitió amasar fortunas a las personas ricas, y permite agregar riquezas ridículas, es inmoral, que debe ser notificado, que debe haber más impuestos a los billonarios”,
“Eso está muy bien, y rezo para que los más económicamente poderosos salgan del aislamiento, rechacen la falta de seguridad del dinero y se abran para compartir bienes que tienen un destino universal, porque todos los bienes derivan de la creación y tienen un destino universal. Es difícil que eso pase, pero para Dios todo es posible”, expresó, y añadió: “Si ese porcentaje tan pequeño de billonarios que acaparan la mayor parte de la riqueza del planeta, no como limosna, se animara a compartirla fraternalmente, qué bueno sería para ellos mismos y qué justo sería para todos”. “Pido para los privilegiados de este mundo que se animen a este paso. Serían mucho más felices y seremos mas hermanos todavía”.
Francisco, mencionó primero que “mientras no se resuelva radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados, y de la especulación financiera, y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo”. “La inequidad es la raíz de los problemas sociales. Se que esto molesta, pero es verdad”, dijo.
Recordó el reclamo que le hiciera una persona al considerar esta que Francisco no habla de “la clase media”. “Puede ser cierto, y por eso les pido perdón. Cuando el Papa habla, habla para todos porque la iglesia es para todos, pero el Papa no puede sustraerse de la centralidad de los pobres en el Evangelio. Esto no es comunismo, es el Evangelio puro. No es el Papa, sino Jesús el que los pone al centro, en ese lugar. Es una cuestión de nuestra fe y no se puede negociar”. “Si no aceptas eso no sos cristiano” sostuvo el Papa.
En tanto que sobre el rol de los empresarios expresó: “Un hermano también me dijo: ‘No sea tan duro con los ricos’. Jesús fue más duro que yo, eh, fijensé lo que dice de los ricos. Reconozco que los empresarios crean puestos de trabajo, contribuyen al desarrollo económico. Es justo decirlo, lo dije en Singapur viendo el magnífico bosque de rascacielos. Sin embargo, los frutos del desarrollo económico no se distribuyen bien”, continuó, y pidió que haya “políticas buenas, racionales y equitativas”, que “afiancen la justicia social para que todos tengan tierra, techo y trabajo, para que todos tengan salario justo y todos los derechos”.
Agregó “hace tiempo que los pobres no pueden esperar”. “Si los movimientos populares no reclaman, si ustedes no gritan, si ustedes no luchan, no despiertan conciencias, las cosas van a ser más difíciles -continuó-. Pregunto a ustedes, también a las personas de clase media que cada vez se tienen que sacrificarse más para llegar a fin de mes (…): ¿ustedes creen que los más ricos van a compartir lo que tienen con los demás, o van a seguir acumulando insaciablemente? Es una pregunta. No tengo el monopolio de interpretación, tampoco tengo la bola de cristal, esas son estafas.”.
EMPRESARIOS BENEFACTORES, DISTORSIÓN DE LA REALIDAD
“Veo una cosa que me preocupa, que avanza una forma perversa de ver la realidad que exalta la acumulación de riqueza como si fuera una virtud. No es una virtud, es un vicio, las riquezas son para compartir, para crear, para fraternizar. Acumular no es virtuoso. Distribuir sí lo es. Jesús no acumulaba, sino que multiplicaba y sus discípulos distribuían”.
“Acuerdensé que Jesús nos dijo: ‘No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre nos consume, y los ladrones perforan las paredes y nos roban’. ‘Acumulen en cambio tesoros en el cielo (…), allí donde está tu tesoro, ahí estará tu corazón’”. “La competencia ciega por tener más y más dinero no es una fuerza creativa, sino una actitud enfermiza, un camino a la perdición, una conducta irresponsable, inmoral, irracional, destruye a la creación y divide a los pueblos. No dejemos de enunciarlo”, agregó.
IDEOLOGÍAS DESHUMANIZADAS
“una cultura muy fea, la cultura del ganador, que es un aspecto de la cultura del descarte”. Algunos llaman esto meritocracia, otros no la nombran, pero la practican. Es gente que parada sobre ciertos éxitos mundanos se sienten con el derecho de tratar en forma altanera a los perdedores. Es paradójico que las grandes fortunas poco tengan que ver con el mérito; son rentas, son herencias, son fruto de la explotación de personas y expoliación de la naturaleza. Son producto de la especulación financiera o de la evasión impositiva, derivan de la corrupción y el crimen organizado”, apuntó.
“En general, muchas fortunas se amasan así. Nadie que sea meritorio, o sin mérito, tiene derecho de mirar desde arriba a abajo al otro, como si no valiera nada”, lamentó el Sumo Pontífice.
“Está muy bien protestar”
“Ustedes salieron de la pasividad y del pesimismo. No se dejen abatir por el dolor y la resignación. No aceptaron ser víctimas dóciles; se reconocieron como sujeto, como protagonistas de la historia. Este es el aporte más lindo de ustedes”, afirmó el Papa Francisco I y recordó que hace diez años en Roma “plantamos una bandera: tierra, techo y trabajo son derechos sagrados”. “Que nadie les quite esa convicción a ustedes, que nadie les robe esa esperanza, que nadie apague los sueños”dijo.
“Los acompaño en su camino. Sigo creyendo, como lo dije en Bolivia, que la acción comunitaria de los pobres de la tierra depende de no sólo su propio futuro, sino del futuro de toda humanidad”, agregó.
“La misión de ustedes es trascendente -prosiguió-. Si el pueblo pobre no se resigna, si el pueblo se organiza y preserva en la construcción comunitaria cotidiana, la lucha contra las estructuras de injusticia social más tarde o más temprano cambiarán para bien. Como ven, nada de ideología aquí: el pueblo”.
“la Justicia social es una expresión creada por la Iglesia” y que “es inseparable de la compasión”. “Dios tiene tres atributos: cercanía, misericordia y compasión. Si nosotros creemos hacer una cosa social, tenemos que ir con esos atributos”, dijo. “Compasión significa padecer con el otro, padecer su sentimiento. Es una palabra hermosa. La compasión no consiste en dar limosna, (…) sino hacernos cercanos los unos a los otros”, señaló.
“Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho. El futuro de la humanidad está en sus manos. Les invito a construir una alternativa humana a la globalización excluyente. No se achiquen”, concluyó.
CONTEXTO
El Papa Francisco visitó, este 20 de septiembre, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI) para participar en el Simposio del décimo aniversario del primer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (EMMP), que tuvo lugar en el Vaticano en 2014.
Tierra, techo y trabajo son derechos sagrados. Que nadie les quite esa convicción a ustedes, que nadie les robe esa esperanza, que nadie apague sus sueños”, ha animado el Papa a los participantes de la iniciativa con el título “Plantando bandera frente a la deshumanización” organizada por el Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP) y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI).
El Santo Padre llegó a la sede del Dicasterio y saludó con afecto a los empleados vaticanos y después a los presentes en el Simposio, algunos de ellos los ha visto en el EMMP en el Vaticano de 2014 y de Bolivia en 2015. El Papa leyó en español su discurso previsto y añadió muchas anécdotas espontáneamente.
El grito de los excluidos también puede despertar las conciencias adormecidas de tantos dirigentes políticos que son, en definitiva, los que deben hacer cumplir los derechos económicos, sociales y culturales… Somos cristianos, recemos para que Dios nos de la sabiduría y la fortaleza para realizar la verdadera justicia social», alentó el Papa.
El Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP) es un espacio de hermandad entre las organizaciones de base de los cinco continentes y una plataforma que promueve la cultura del encuentro en favor de las 3T (techo, tierra y trabajo) con el lema: “ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo”.
El evento fue transmitido en vivo por Vatican Media con traducción simultánea al español, inglés, italiano, francés y portugués y los videos permanecen disponibles en el Canal YouTube del Dicasterio para el Servicio del Desarollo Humano Integral.