Panorama salteño
Por Carlos Almeida, especial para Infobaires24
Como todas provincias argentinas, Salta tiene sus particularidades. El panorama electoral no escapa a ello.
Una de esas particularidades, que en gran parte condiciona al resto de la actualidad política, económica y social salteña es que teniendo un gobernador – y un vice – que fueron elegidos bajo la bandera del Frente para la Victoria, son probablemente los mejores aliados de Cambiemos y de Mauricio Macri. El tándem Urtubey – Isa, conforman, junto a Gerardo Morales en Jujuy la guardia pretoriana Macrista en el Noroeste argentino.
Otra de las particularidades es que las elecciones provinciales, en Salta se hacen mediante el voto electrónico, lo cual despierta una serie de controversias y especulaciones. Convivirán este año con el voto papel para los cargos nacionales
Salta cuenta con veintitrés departamentos y 60 municipios, algunos de los cuales solo sobreviven gracias a la discrecionalidad de las finanzas provinciales. En la gran mayoría de las comunas, la dependencia es tal que si el estado provincial no gira dinero, no se pueden pagar los sueldos. Son muy pocos los intendentes que tienen la audacia de resistir al gobernador y ponerse en la vereda de enfrente para aplicar otras políticas que consideren más acordes a la idiosincrasia de sus pueblos y ciudades. Uno de ellos es José “El Oso” Leavy, actual intendente de Tartagal, quien se postula por Unión Ciudadana como candidato a diputado nacional, desoyendo los cantos de sirena, primero y los truenos intimidantes después.
En la gran mayoría de las comunas, la dependencia es tal que si el estado provincial no gira dinero, no se pueden pagar los sueldos. Son muy pocos los intendentes que tienen la audacia de resistir al gobernador y ponerse en la vereda de enfrente para aplicar otras políticas que consideren más acordes a la idiosincrasia de sus pueblos y ciudades
En lo que se refiere a los intendentes, son contados con los dedos de una mano quienes no cedieron a las presiones y terminaron encolumnándose detrás de poder actual, a pesar de haber sido electos por el FPV. Si bien en esta elección no se eligen intendentes, al menos siete jefes comunales se presentan como candidatos a senadores provinciales, lo cual dejaría vacantes las intendencias, permitiendo así la llegada al poder de los presidentes de Concejos Deliberantes.
En algunos casos, se especula que esta jugada es testimonial y que los intendentes electos senadores no dejarán su cargo. En otros casos, los senadores electos asumirán efectivamente sus mandatos, dejando así abierta una secesión que no deja de ser compleja y complicada. En efecto, las cartas orgánicas municipales prevén que deben ser realizadas elecciones para cubrir el cargo ejecutivo en un lapso que va de los 30 a los 60 días, lo cual es ignorado en la mayoría de los procesos.
La cantidad de listas presentadas en las PASO hacen presumir que muchos candidatos quedarán en el camino. Principalmente de los partidos marginales. La izquierda troskista – que supo tener la mayoría en el Concejo Deliberante de la ciudad de Salta – que concentra casi la mitad del padrón electoral de la provincia – y diputados provinciales, tendría un importante retroceso con respecto a las anteriores elecciones, dejando así un espacio que sería ocupado por las fuerzas que adhieren al proyecto de Cristina Fernández.
La cantidad de listas presentadas en las PASO hacen presumir que muchos candidatos quedarán en el camino. Principalmente de los partidos marginales
El peronismo y los partidos que forman la alianza gobernante, sufrieron un quiebre hace unos meses, cuando su principal componente, el Partido de la Victoria, decidió romper el frente gracias al cual Urtubey tenía amplia mayoría en las cámaras, privándolo así de un consenso político sobre el cual se asentaba la gobernabilidad. Hoy ese panorama está alterado y los jugadores reacomodaron las fichas en el tablero.
En lo que se refiere a los radicales, dejaron de tener la influencia que otrora detentaban, quedando reducidos a un núcleo duro en la capital provincial, liderado por el actual diputado nacional Miguel Nanni. La UCR fue despiadadamente ignorada en el armado nacional de Cambiemos. Si bien hay algunos bastiones que resisten en el interior de la provincia, sus posibilidades de acceder a gobernar alguna de las intendencias son escasas, por no decir nulas.
Los otros partidos, como el liderado por el sojero Alfredo Olmedo, quien a fuerza de dinero logró tener sus quince minutos de fama en la política provincial, hoy es mirado con mucha condescendencia por los salteños. Es que a fuerza de emitir opiniones disparatadas y proponer proyectos inviables, perdió la poca credibilidad que tenía y su futuro político está más que comprometido.
La impresión general es que Unidad Ciudadana, con los diferentes apelativos locales, logre clavar una espina en el corazón del sistema de poder, que ha sido acuñado durante casi dos siglos en Salta
La impresión general es que Unidad Ciudadana, con los diferentes apelativos locales, logre clavar una espina en el corazón del sistema de poder, que ha sido acuñado durante casi dos siglos en Salta. Desde el asesinato de Martín Miguel de Güemes se vienen sucediendo los apellidos de alcurnia en los gobiernos provinciales, salvo dos excepciones: Miguel Ragone, asesinado por las fuerzas parapoliciales en 1976 y Roberto Romero. Ambos de extracción peronista y popular. Los demás, salidos de las familias de la oligarquía salteña, muchas veces disfrazadas de peronistas y saltando sobre cuánta oportunidad se les presentaba para hacerse del poder.
La elección será reñida y no será fácil contrarrestar el poder económico desplegado por el actual gobierno. Así todo, hay algunos actores políticos que pueden deparar una sorpresa.