El Padre Toto denunció que fue amedrentado por Prefectura
El padre Toto de Vedia, de la parroquia Virgen de Caacupé en la villa 21- 24, presentó una denuncia ante la Dirección general de Acceso a la Justicia (Atajo) por amenazas de parte de la Prefectura. En la presentación acusó que un uniformado lo amedrentó de forma verbal y casi lo golpea.
Todo comenzó el miércoles a las 22.45 cuando un profesor de deportes que da clases en el barrio, entró a la capilla Virgen de los Milagros de Caacupé para decirle al cura que le robaron la mochila. En ese momento, Toto salió en su bicicleta a intentar recuperarla y se cruzó con los oficiales de la Prefectura.
«En ese momento los alcanzo con la bicicleta a unos 15 o 20 metros de distancia, desde donde les pregunté ‘¿a quién le toca patrullar en esta cuadra?’, y uno de ellos responde ‘y… depende de qué lado’ porque por una cuestión de jurisdicción entre Policía de la Ciudad y Prefectura depende quien interviene. Yo lo tomé como una burla de ellos hacia mí –de hecho, la función de los uniformados es la de dar seguridad–. Les dije ‘ustedes son unos caraduras, esta persona es una persona de la parroquia’. En ese momento uno de los tres prefectos que tenía estatura mediana, parecía de edad mas joven que yo, gira y se me acerca corriendo con actitud amenazante, como para agredirme, poniendo su rostro a pocos centímetros del mío.”, contó Toto en la denuncia.
El religioso contó que varios vecinos se acercaron para evitar que lo golpeen y para repudiar el accionar de los prefectos que se retiraron a una oficina que tienen en la calle Luján y Luna. El cura y los vecinos fueron a pedirle a los uniformados que se identifiquen.
“Ahí mismo advertí que el prefecto que me intentó agredir estaba filmando con el celular. Finalmente, no quisieron identificarse, entonces nos fuimos», contó el padre de Vedia quien luego recibió la identificación del prefecto que lo amenazó y la incorporó en la denuncia.
El hostigamiento contra el cura de Vedia se incrementó luego de que el sacerdote denunciara un caso de gatillo fácil en julio pasado. El sacerdote había acusado que Cristian Toledo, un joven que trabajaba frente a la capilla de Caacupé, fue baleado por el bombero de la Federal Adrián Otero, luego procesado y detenido.