
Nuevas revelaciones en la Causa Nisman complican la estrategia de la familia
Por un lado, un cruce informático reveló que el fiscal ingresó a su computadora por última vez el domingo 18 de enero; un dato clave que contradice la hipótesis de la querella de Arroyo Salgado y sus hijas, quienes aseguran que el funcionario judicial falleció el sábado a la noche. Por el otro, la justicia norteamericana informó que su cuenta bancaria en el país registra “evidencia sospechosa”: 9 personas le depositaron 600 mil dólares, sobre los que no se pudo establecer propósito comercial alguno.
En la edición de Página/12 publicada este domingo, el periodista Raúl Kollman dio a conocer datos clave sobre los últimos movimientos del fallecido fiscal Alberto Nisman en su computadora. Desde la aparición sin vida del funcionario judicial, el debate se fijó en torno a dos posiciones claramente diferenciadas. Por un lado, la querella de Arroyo Salgado y sus hijas, representadas por Juan Juan Pablo Vigliero, Manuel Romero Victorica y Pablo Casal, quien sostiene que le dispararon en el baño al anochecer del sábado 17 de enero, cuando el técnico informático Lagomarsino estuvo en Le Parc, supuestamente entregándole la pistola Bersa calibre 22. Arroyo Salgado sostiene que Lagomarsino miente, que Nisman nunca le pidió prestada un arma y que el informático fue parte del plan de asesinato.
Del otro lado, 13 de los 15 forenses que hicieron la pericia médica –la mayoría designados por la Corte Suprema– afirman que Nisman no murió el sábado sino el domingo a la mañana y que no hay evidencias de participación de otras personas. En la pericia criminalística la conclusión fue todavía más contundente: cinco de los seis profesionales sostuvieron que al momento del disparo no había otra persona en el baño.
En lo que refiere a los cruces informáticos, la primera pericia de las computadoras y celulares del fiscal, a cargo de Marcelo Torok, perito designado por Maximiliano Rusconi, el defensor de Lagomarsino, descubrió que se había accedido a la computadora de Nisman en la mañana del domingo 18. El dato indicaba que el fiscal estaba vivo a esa hora.
El especialista que trabaja para la querella de Arroyo Salgado, Gustavo Presman, argumentó que podría haber desvíos en el horario de la computadora. Además, se especuló con un acceso remoto, hecho por otra persona. Sin embargo, esto no figuró en las conclusiones de la pericia, porque los accesos remotos están registrados en la computadora y el último había sido unos días antes de la muerte.
Aquel descubrimiento indicaba que desde la computadora de Nisman se revisaron los diarios La Nación, Clarín y Perfil; la cuenta de correo electrónico del fiscal en Yahoo y que googleó la palabra “psicodelia”. Pero un nuevo estudio de Cibercrímen de la Policía Metropolitana con un software forense obtuvo más detalles de la navegación de aquella mañana, desbaratando, nuevamente, la teoría de la ex esposa del fiscal.
El dato inicial que surgió es que desde la computadora de Nisman se accedió, primero, al portal de Página/12. Eso ocurrió a las 07.01.49; o sea, a las siete horas, un minuto, 49 segundos, según figura en el reloj de la notebook del fiscal.
Desde la computadora de Nisman se accedió, el domingo 18, al portal de Página/12. Eso ocurrió a las 07.01.49; o sea, a las siete horas, un minuto, 49 segundos
Ante el argumento de la querella de que el reloj de la computadora estaba mal, el diario accedió a la dirección IP del aparato de Nisman -la identificación precisa e inequívoca de su computadora- y verificó que, efectivamente, en su server figuraba este acceso.
Una investigación más profunda indica que en los 50 minutos que hubo de navegación, sólo se detuvo largamente en una nota: “Las preguntas que le esperan al fiscal”, la nota principal de Página/12 aquel 18 de enero, a la que le dedicó 15 minutos. El texto enumeraba las preguntas que tendría muchas dificultades en responder al día siguiente en el Congreso. Asimismo, en la tapa de aquella edición también se incluía la entrevista a Ronald Noble, quien era secretario general de Interpol en el momento de la firma del Memorandum. Noble había negado rotundamente las hipótesis del fiscal en torno al levantamiento de las alertas rojas.
Después de leer esa nota, accedió durante unos segundos al diario Tiempo Argentino, a través del portal de Infonews. Luego, revisó en Infobae las tapas de los diarios; entró por un par de minutos a Perfil, deteniéndose segundos en el título de tapa “Nisman exige reunión reservada”; miró cinco segundos una nota sobre un ideólogo jihadista y siete segundos una nota sobre el espía Antonio Horacio Stiuso. Finalmente, dedicó unos cuatro más a ver al conjunto de los columnistas de Perfil.
A continuación, Nisman entró a un sitio llamado ink361.com donde miró dos fotos M.E, la modelo con la que había tenido un affaire. A las 7.30 saltó al diario La Nación; miró el título relacionado con el supuesto agente camporista que hizo de enlace con Irán, nota referida a Alan Bogado que, al final, resultó que no era agente ni camporista ni tenía relación con Irán. El acceso duró 14 segundos y, curiosamente, La Nación publicó esa mañana una nota diciendo que la pista de los supuestos fachos locales estaba destinada a crear chivos expiatorios del atentado. Era una nota que contradecía la denuncia del fiscal.
El siguiente acceso fue a Clarín. Tardó 22 segundos en revisar la tapa, dedicada a anticipar que habría más escuchas que respaldarían la denuncia de Nisman -algo que no sucedió- y luego se estacionó un minuto en cartas de lectores. Pasó también por Politicaonline y el sitio Diarios Argentinos, a partir del cual le echó una mirada a una nota sobre “La jubilación del espía de Nisman”, referida a Stiuso.
Terminada la lectura de diarios, hizo una revisión muy breve de su cuenta de correo en Yahoo: no leyó ni contestó ninguno. Segundos más tarde, volvió a mirar fotos de M.E., esta vez a través de Instagram. En esta segunda oportunidad dedicó dos minutos a mirar a la joven. La chica, que ya declaró en la causa judicial, señaló que efectivamente tuvo una relación con él, aunque muy breve. Sin embargo, Nisman parecía estar bastante obsesionado con ella.
El siguiente paso de la navegación impacta: a través de la tapa de Infobae, entró a la sección Espiritualidad y allí dedicó varios minutos a leer la nota, posteada por el periodista Claudio María Domínguez, “La conmovedora y sublime experiencia de una muerte clínica”, que relata la historia de Mellen Thomas Benedict, un hombre que asegura haber estado muerto una hora y media y luego regresar a la vida.
Por último, Nisman googleó la palabra “psicodelia”; uno de los términos presuntamente utilizados por Claudio María Domínguez en aquel texto. Sin embargo, cuando Página/12 se comunicó con Domínguez, éste negó –a través de su producción– que haya usado aquella palabra, y a partir de la consulta, la frase desapareció curiosamente de Google. A las 7.50, dejó la computadora para siempre.
En síntesis, este cruce informático confirma que el fiscal Alberto Nisman falleció el domingo 18 de enero, tal como había asegurado la pericia médica y la pericia criminalística. Arroyo Salgado no podrá seguir insistiendo en este punto.
Los últimos movimientos del funcionario judicial en la computadora no fueron la única revelación de los últimos días: las autoridades de los Estados Unidos informaron a la Justicia que la cuenta bancaria del fiscal en el ex Merrill Lynch “evidencia actividad sospechosa” y que recibió “transferencias sobre las que no pudo establecer el propósito comercial por un total de U$S 666.690, entre el 13 de septiembre de 2012 y el 19 de agosto de 2014”.
En total, nueve personas realizaron depósitos en la cuenta bancaria de Nisman, la cual fue abierta el 7 de marzo de 2002. Lagomarsino ingresó como co-titular recién el 16 de junio de 2014.
Niman recibió transferencias sobre las que no pudo establecer el propósito comercial por un total de U$S 666.690, entre el 13 de septiembre de 2012 y el 19 de agosto de 2014
Según consigna el diario Perfil, dos de los nombres destacados entre los que realizaron transferencias son Damián Stefanini, un financista desaparecido en 2014, quien le depositó 150 mil dólares el 23 de octubre de 2012 y el empresario Claudio Picón, quien también deberá rendir cuentas a la Justicia por ser el dueño de la empresa que le prestó el auto Audi Q5 al fiscal. Cabe recordar que en la caja fuerte de Nisman fue descubierto un comprobante de una transferencia de Picón por 200 mil dólares, aunque la justicia estadounidense no obtuvo pistas sobre esto. Además, el socio del empresario, Eduardo Ecke, está vinculado a un ex agente de la CIA.
En la lista, también figura una empresa de Hong Kong: Rodfa Limited, que depositó 134.975 dólares. Según los registros oficiales que consultó Perfil, la firma se creó el 16 de marzo de 2012, seis meses antes de ese depósito, y su actividad comercial es “privada”. Hasta el momento, esos son los únicos datos.
En la cuenta bancaria hay transferencias de un empresario argentino-estadounidense, hijo de un empresario argentino, que opera en Miami. En el informe figura como Guillermo N. Salemi, pero según los registros oficiales de Florida podría ser Guillermo Nicolás Salimei, ya que una de sus empresas en La Florida, Las Tierras USA, depositó 50 mil dólares a Nisman el mismo día: 21 de agosto de 2014. Los Salimei padre e hijo tienen varias empresas en Argentina y Guillermo Nicolás tiene varias registradas en Florida. En Buenos Aires tiene una firma inscripta como financiera e inversora inmobiliaria.
El mismo día del depósito de “Guillermo N. Salemi”, el fiscal recibió otra transferencia desde Israel por 10 mil dólares, algo que para Estados Unidos resulta sospechoso. Está a nombre de “Iungelson”, un apellido emparentado con los Garfunkel en Israel, según se puede chequear en Facebook.
Al día siguiente, 22 de agosto de 2014, la agencia de viajes Vivaterra SA, de Buenos Aires, le envió 50 mil dólares más.
Hay otros dos depositantes de septiembre de 2012. Uno de ellos aparece bajo el nombre de Daniel Benayon; en Argentina, sólo una persona figura con ese nombre y vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El otro, Joseph Gestetner, no aparece en registros oficiales.
Con respecto a las propiedades ocultas del fiscal, Estados Unidos detectó que Nisman tenía un departamento en Ventura, Florida. Según los registros inmobiliarios esa unidad fue comprada por última vez en julio de 2006 por US$ 530 mil.
Esta documentación comprometió aún más a la madre y la hermana de Nisman, Sara Garfunkel y Sandra Nisman, y a Diego Lagomarsino, los titulares de la cuenta de la que el fiscal era apoderado. Actualmente son investigados por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Juan Pedro Zoni por presunto lavado de dinero.





