El director General de la Agencia Federal de Inteligencia, lo dijo en una audiencia convocada por la Comisión de Acuerdos. Allí, realizó su exposición con motivo del pliego de su nombramiento enviado por el Ejecutivo.
Parrilli, quien estuvo acompañado por su segundo, Juan Martín Mena, aseguró que el concepto de la nueva Ley de Inteligencia es supeditar el «organismo a la conducción política, dejando de ese modo de lado la trayectoria que arrancó en la Guerra Fría y que derivó en organismos que formaban una estructura por encima de los mandatos constitucionales».
Al respecto, ratificó que todos los directores generales, administrativos y operacionales pueden ser removidos por la nueva autoridad política que asuma en diciembre. «No creemos en las estructuras de inteligencia por encima de los gobiernos», afirmó y aseveró que no creía que «quede ningún director de la anterior gestión».
Parrilli añadió que la misión que le encomendó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es la de modernizar y transparentar la inteligencia en la Argentina.
Parrilli añadió que la misión que le encomendó la presidenta Cristina Kirchner es la de «modernizar y transparentar la inteligencia en la Argentina». «La nueva Ley estableció que la inteligencia debe estar dirigida hacia aquellos hechos que podían afectar la seguridad de la Nación y del pueblo, como el terrorismo internacional, el tráfico de armas, la trata de personas, el narcotráfico, situaciones económicas o financieras que puedan afectar al país y la ciberseguridad», enumeró.
Por otro lado, recordó que la AFI tomó el control en la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, que dependía del Ministerio de Seguridad, y la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar. Además, dijo que se le transfirió al Ministerio Público Fiscal la Dirección de Observaciones Judiciales, encargada de las escuchas.
No se trata de tener espías en la calle o de hacer seguimientos.
«Las pinchaduras que se realizan en la Argentina deben hacerse con autorización judicial, incluidas las que ordena el organismo que nosotros conducimos», enfatizó. Al respecto, insistió en llevar «tranquilidad a los argentinos que desde los organismos de inteligencia no se hace inteligencia interna, salvo que se detecte la comisión de un delito».
«No se trata de tener espías en la calle o de hacer seguimientos, sino de quién tiene los mejores equipos de análisis de la información», resaltó el vicedirector Mena.