Murió la joven baleada por la policía de Santiago del Estero

Este martes, mientras su madre esperaba en los pasillos del hospital, la joven que ya había llegado con muerte cerebral por el disparo propinado por un policía, falleció. Silvia, una adolescente de 17 años con dos hijitos, una nena de dos y un bebé de un mes, fue víctima del gatillo fácil.

Un enfrentamiento y una falsa acusación, terminó en un operativo policial desmesurado que provocó la muerte de Silvia, quien recibió un balazo en la cabeza, mientras en sus brazos sostenía a su hija Aynara de dos años de edad. En la puerta de la humilde vivienda materna, Silvia, quien cuidaba de sus hermanos menores y de sus propios hijos, trató de impedir un allanamiento con 8 policías que abrieron fuego hacia la vivienda hiriendo mortalmente a la adolescente.
Paola Morales, madre de la víctima, tiene 39 años y narra en medio del dolor, a los medios nacionales, que ella tiene 9 hijos y ayudada por Silvia, criaba en la casa de su padre, a las 4 hijas más chicas, además de sus dos nietos pequeños.
Cuando la policía quiso entrar por la fuerza al domicilio, tras una denuncia por hurto que sindicaba a dos hombres, la adolescente, a cargo de la casa en ese momento de la noche, alrededor de las 23.30 del domingo, se los impidió pues no exhibían orden del juez para tal allanamiento. Uno de los policías, la tomó por el cuello y mientras la arrojaba al suelo, ella tenía a Aynara de dos años entre sus brazos, fue allí cuando otro de los efectivos policiales, le disparó en la frente con el arma reglamentaria asesinándola delante de su hija, en la puerta del domicilio a vista de los vecinos que de inmediato corrieron a socorrerla para trasladar a la joven herida gravemente, al hospital Carrillo. 24 horas de agonía, con muerte cerebral , una madre que mantuvo la esperanza hasta el último minuto.
Mientras Silvia estuvo hospitalizada, los vecinos se volcaron a las calles del barrio Gas del Estado y comenzaron a insultar y arrojar piedras frente a la comisaría 5ta.

Conforme lo relatado públicamente por una de sus hermanas que se hallaba en la vivienda, al momento de los acontecimientos, «Todo fue muy violento. El policía que le disparó me dijo: «Mirame bien a la cara, yo soy el que le metió el cuetazo a tu hermana» dijo la joven, en tanto que su madre,  Paola Morales, destacó que “ellos la han agarrado de los pelos y mis vecinos para defenderla comenzaron a tirar ladrillazos“.

El nivel de indignación manifiesto sólo menguó al conocerse que la fiscalía penal en turno, ordenó la detención de los ocho policiales que participaron del procedimiento mal logrado que se originó por la denuncia de una vecina quien dijo le habrían robado herramientas de una casa colindante a la vivienda de Paola Morales; la vecina que es amiga de Paola y sin embargo, la mujer no se explicaba por qué en lugar de ir a hablar con ella y pedir ingresar a la casa para salir de dudas, había recurrido a la policía que desplegó una brutalidad inusitada para la situación de origen.

El fiscal Raúl Alfonzo y Erika Leguizamón, la jueza que lleva adelante la causa, se comprometieron con la mujer de hacer todo lo posible para que «caigan los responsables».

Una hija buena, una madre responsable

«Alegre, coqueta, linda, cariñosa, atenta, una buena hija, con sus errores de adolescencia, pero qué se le va a hacer, para eso estamos los padres, para ayudar. Yo le he dicho que nunca le iba a soltar la mano a ella, porque yo también he sido adolescente, también he sido joven y también he cometido errores, aunque un hijo no es un error» dijo a la prensa Morales, sobre la fallecida Silvia de 17 años y dos niños; el más pequeño de apenas un mes de nacido.