MILEI AMENAZA CON «MEAR» A LOS GOBERNADORES
Desaforado comentario de quien ocupa la presidencia en Argentina
La resistencia a los aprietes del Poder Ejecutivo Nacional, por parte de los mandatarios provinciales, exponen las más patológicas reacciones de incontinencia verbal del siempre colérico Javier Milei, acaso presidente del país.
La urolagnia es un tipo de fetichismo sexual o parafilia enfocada en la orina y la micción. Entre los pormenores escabrosos de tal práctica, encontramos a un personaje del siglo XIX con una disfunción eréctil que solucionó al ver a una mujer en un acto natural, resolviendo su necesidad líquida. El actual mandatario libertomacrista se empecina en revelar sus problemas más íntimos sobre las relaciones interpersonales y el poder que pretende ejercer sin controles, sin oposición y en un ejercicio absoluto de totalitarismo, violento, conflictivo y hasta bélico.
El menosprecio hacia las demás criaturas de este planeta, deja mucho de ser una impronta de la educación religiosa -pretensa- recibida en el Colegio donde dio un deplorable discurso burlista ante los alumnos, agredió a una docente jubilada – a quien trató de mentirosa y embustera- y se rió del estado de salud de menores que, mientras él hablaba, habituales sandeces y falacias, los vulnerables sufrían descompensaciones orgánicas.
Ahora, Milei, arremete contra la decisión de los Gobernadores provinciales y además jura cerrará el Congreso de la Nación, porque el equilibrio institucional en el funcionamiento de la República, a través del sistema representativo y federal, le resulta esquivo a las medidas políticas que implican una peligrosa y atroz gobernanza sobre la sociedad argentina, desprotegida y al borde de la vulneración profunda de sus derechos y garantías constitucionales.
«Los voy a mear a todos (…) si siguen jodiendo les cierro el Congreso». Durísimo Milei en el Vip de ExpoAgro contra los gobernadores, en la previa a las reuniones del pacto del 25. Todo el detalle, acá
👇👇👇 https://t.co/aonLJDP2Sv— Leandro Renou (@leandrorenou1) March 7, 2024
A estas alturas, Milei, no mide fuerza y poderío político, lo que hace es mostrar la ineptitud en el propio manejo de sus emociones, sin ser, por cierto, una persona con alteraciones mentales patológicas, toda vez que expone públicamente, el uso conscientes de sus facultades mentales, la voluntad ineludible de los actos cometidos y el uso pleno y total de un discurso que le es propio, sin apuntadores -tal fuera el caso de su aliado político, Macri-.
En este contexto, se puede insistir en la caída de su imagen pública, los fuertes desaciertos cometidos a la fecha desde el Poder Ejecutivo, su insistencia por quitar apoyos sociales a personas con discapacidad, ancianidad, patologías crónicas graves, mujeres, etc. Pero, como hay toda una maquinaria detrás de él, aprovechándose de los problemas egóicos que tiene, un sector de la población no llega a dimensionar que en la narrativa de la violenta verba del mandatario libertomacrista, existe la permanente revelación de hechos crueles.
Milei le gusta blandir el látigo, lejos de parecer el león con el cual quiere simbolizarse, es un domador internamente aterrado por las potencialidades del felino que esclaviza. El presidente, con sus limitaciones cognitivas para el cargo que ocupa, con sus incapacidades para una gestión emocional propia, carente de empatía y humanismo, procede y ejecuta sin importarle nada y nadie ante él o en su propio entorno. Se rodea de personas que comparten estas mismas problemáticas sociales, acrecentadas por una codicia, ambición, ira, soberbia, lujuria, gula y demás tan evidentes en el cometido de los «pecados» capitales del que hacen gala y se mofan todos los días, la peor de las gestiones políticas en la administración pública nacional.