«MEJOR QUE DECIR ES HACER, MEJOR QUE PROMETER ES REALIZAR»
REVOLUCIÓN FEDERAL, DE PLANEAR A EJECUTAR ACCIONES DIRECTAS
En la crónica anterior vimos como desde diciembre de 2021 Jonathan Morel, líder de Revolución Federal, empezó a recibir pagos millonarios por dudosos servicios de carpintería.
Su pagador fue el Holding Caputo, perteneciente al hoy ministro de economía Luis Caputo y su familia. La mega empresa constructora, diversificada en varios emprendimientos, construyó por entonces «Espacio Añelo», un edificio de seis niveles con departamentos de uno, dos y tres ambientes destinados a renta temporaria en el corazón de Vaca Muerta.
El amoblamiento de cada departamento de ese enorme edificio fue obra de Jonathan Morel, un pibe que aprendió carpintería por Youtube, que abrió una carpintería en un pequeñísimo local de Boulogne y donde tenía solo herramientas de mano para pequeñas artesanías. Por allí pasó un día, circunstancialmente, Rosana Caputo y sin que Morel tuviese siquiera un mueble en exposición o un álbum de fotos, lo contrató para la fabricación de cientos de mesas de luz, de comedor, de café, respaldos de cama, sillas y demás mobiliario que detallamos en la crónica anterior.
Morel ni siquiera estaba anotado como monotributista, y se inscribió en AFIP en la categoría más baja. Para poder facturar por los montos totales, le pidió a su ex novia, a su ex cuñada, a una vecina y a un amigo del barrio que le presten sus talonarios para los cobros. Esa total informalidad no fue obstáculo para la gente del Holding, aunque una enorme rareza para una de las empresas más grandes del país.
Cuando el 1 de septiembre de 2022, nueve meses después de que Morel empezara a cobrar por sus servicios y Caputo a pagar por ellos, apuntaron y dispararon a la cabeza de la vicepresidenta, se iniciaron tímidas investigaciones en diferentes causas: una es la que se siguió a los magnicidas truncos, Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo y que llevó adelante la jueza Capuchetti; y otra a manos del juez Martínez de Giorgi que se sigue a Revolución Federal. Las causas, que deberían estar unificadas por, entre otras cosas, todo lo que venimos narrando en estas crónicas y muestran y demuestran la connivencia entre unos y otros en ideas, acciones, lugares, espacios virtuales y métodos; no lo están.
A pedido del juez, La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) investigó el acuerdo comercial entre los Caputo y la Carpintería «Los Dogos» de Jonathan Morel. Entrevistó a empleados, proveedores tercerizados y al mismo carpintero y encontró contrataciones directas con empresas que tercerizaron sus servicios con otras empresas que, a su vez, también tercerizaron sus servicios. Transferencias bancarias para pagar facturas que, sin embargo, son abonadas por otro circuito con dinero en efectivo. Facturas que no se pagaron y nadie reclamó. Empleados de una misma empresa que se contradicen sobre la existencia (o no) de pagos cash, según relata en «Tiempo Argentino» el periodista Néstor Espósito.
Espósito dice, en nota publicada el 15 de octubre de 2023: «El informe de la PROCELAC, de 16 páginas, fue presentado el 4 de octubre pasado al juez federal Marcelo Martínez de Giorgi y al fiscal Gerardo Pollicita, quienes habían reclamado la “colaboración” para determinar si un grupo de supuestos empresarios y firmas comerciales “recibieron transferencias, depósitos y/o giros de dinero en sus productos bancarios y/o financieros, provenientes del Fideicomiso Espacio Añelo, del Fideicomiso Santa Ana y/o Rosana Pía Caputo, en el período comprendido entre el mes de mayo de 2021 y octubre de 2022”. Todos están vinculados con Caputo Hermanos, la empresa de la familia del ex funcionario del gobierno de Cambiemos Luis “Toto” Caputo.»
Y sigue: «El caso más llamativo es una supuesta tercerización en cadena para la provisión de colchones. De la información aportada por AFIP surge que la empresa Dormipol SA emitió en favor de Espacio Añelo dos facturas entre mayo y junio de 2022: una por 934.812 pesos y la otra por 934.799. Pero María Luján Palferro, una empleada de Caputo Hermanos, explicó que “los montos debidos a los proveedores Sergio Cayetano Verde y Dormipol S.A. habrían sido abonados por el Espacio Añelo vía transferencia, a cuentas bancarias pertenecientes a Noelia Elizabeth Camerota y Jomaro SRL”. » En la crónica anterior detallamos los pagos recibidos por Sergio Cayetano Verde, que cobró de Caputo e inmediatamente retiró el efectivo del banco. Pero además, Verde no aparece vinculado con Dormipol. En sus facturas figura como titular de la firma Mahufed, que proveyó a Espacio Añelo 42 banquetas “Bertoias”. No colchones; banquetas.
Jomaro sí es fabricante de colchones, pero su envergadura no parece propia de la informalidad con la que fue contratada, ni menos aún la forma en que se le pagó. Según su página de internet, tiene “tres locales de venta al público” (en las localidades bonaerenses de San Fernando, Garín y Martínez) y forma parte de un grupo empresarial “especializado en la fabricación integral de poliuretano”, con más de medio siglo en el mercado abasteciendo a “diferentes industrias, como el sector automotor, industrias de calzados, colchones, cotillón, entre otras”.
Dice Espósito: «La ruta del dinero indica que Caputo Hermanos le encargó al improvisado carpintero Morel los colchones; el pago salió con destino a Verde (quien no se dedica a los colchones) pero las transferencias impactaron en las cuentas de Jomaro y una destinataria ignota. El socio gerente de Jomaro SRL se llama José Luis Coldeira, según reportó la PROCELAC. Pero su nombre tampoco aparece en el expediente.
Por si algo de turbiedad le faltaba a la operatoria, el 2 de diciembre de 2022 declaró en la causa Patricio García Trucco, presidente de Dormipol. “Los pagos de las referidas facturas fueron realizados en efectivo por Morel”. Y añadió: “Yo fui dos veces a buscar los pagos a la calle Martín Rodríguez (la carpintería de Morel). La primera vez me pagó Morel y la segunda vez no estaba, así que me atendió otro hombre cuyo nombre no recuerdo”. Así, un mismo pago está registrado tres veces, en tres modalidades distintas: una transferencia a Dormipol, otra a Jomaro y un pago en efectivo reconocido por quién lo cobró. En cualquier otro escenario esta situación haría saltar todas las alarmas por sospecha de lavado de dinero.»
«¿Qué más descubrió la PROCELAC? Que María Isabel Said, una jubilada sin antecedentes en el rubro mueblería, “emitió a nombre del Fideicomiso Espacio Añelo las facturas tipo C, nº 01-0137 y n° 01-0138, ambas de fecha 27/07/2022, por un monto de $2.621.539 y $828.854 respectivamente”. La primera factura, según la declaración de la empleada Palferro, fue “abonada en efectivo”. Sin embargo, otro empleado de Caputo Hermanos, Lucas Nudelman, declaró ante el juez Martínez de Giorgi que “en general los pagos salen por transferencia o cheque. Por los montos que maneja la empresa, no se hacen pagos en efectivo y todos los pagos se realizan contra factura”.
¿Qué pasó con la segunda factura, por 828.854 pesos? Palferro aseguró que “nunca recibió la orden de su jefe de emitir la orden de pago” y, de hecho, la PROCELAC corroboró que “de la información bancaria recolectada en el marco de la colaboración prestada por esta dependencia, no se dispone de otra información adicional que pueda vincularse con el pago”. Es decir que hubo una factura por más de 800 mil pesos por un supuesto servicio que no se pagó y nadie reclamó.» Concluye Espósito en su artículo.
Ya nos ocuparemos en futuras crónicas del devenir de las causas y la investigación, pero ahora volvamos a Morel y la sincronicidad de su trabajo como carpintero y su acción política. Mientras cerraba un acuerdo imposible para miles de carpinteros barriales con años de experiencia con una multinacional, que desde ese momento lo podría haber catapultado a ser un enorme proveedor para otras obras del Holding y hacerlo millonario; en su rol político dedicaba horas de agitación en redes sociales, en grupos de whatsapp, y en la calle.
Actos violentos frente a la Quinta de Olivos, contra el Instituto Patria, escraches a numerosos referentes políticos, marchas masivas en plaza de mayo y el obelisco donde mostraron antorchas encendidas, la famosa guillotina, una horca, para culminar con la última manifestación pública: el pretender romper las rejas de Casa Rosada y arrojar teas ardientes contra el edificio, sin que ninguna fuerza represiva les toque un pelo. En todas esas manifestaciones, que le llevaron mucho tiempo y energía, su reclamo era porque «pasaba hambre y no tenía trabajo». Raro, si ya tenía en su faltriquera varios millones y contratos laborales por cumplir, lejos de quejarse, tendría que haber estado dándole a la garlopa sin pausa.
Todas estas acciones se organizaron a través de grupos de whatsapp y vivos de Twitter (hoy X) desde febrero de 2022, uno o dos meses después del primer pago de Caputo por los muebles. Algunos de esos grupos llevaban estos nombres: “Zona Norte Activismo”, “Revolución Federal” y “Alerta Revolución Federal”.
En esos chats, que lideraban Morel, Leonardo Sosa y Sabrina Basile como administradores, participaron desde Brenda Uliarte a Delfina Wagner; desde Ximena de Tezanos Pinto a Cristina Luján Romero; de Martín Almeida a Hernán Carrol o Ulises Chaparro. Todos los personajes que conforman diferentes grupos y que fuimos detallando en crónicas anteriores: Revolución Federal, Equipo Republicano, Jóvenes Republicanos, Bullrichmanía, Nueva Centro Derecha, Ministerio del Odio, los Copitos.
Sabrina Basile replicaba en los chats lo que publicaba en Facebook. En febrero de 2022, cuando empezaron a organizarse grupalmente, escribió: Basile escribió: “Gente tenemos que sacar a esta escoria de la Casa Rosada. Limpiemos la casa, nuestra casa. Si no hacemos la Revolución somos Cuba en 15 días, pérdida de libertades, de derechos, corrupción, plandemia, falta de servicios, de laburo, escasez de alimentos, más pobreza, más indignidad”. Y siguió: “Propongo el 20 de junio en Plaza de Mayo a partir de las 15 hs y convoco a todos los argentinos y a los que vivan en esta maravillosa tierra. Sin distinción de ningún tipo política, ideológica, religiosa, educativa. Solo amor por la libertad, por la patria por todos nosotros que nos merecemos algo mejor. Amor propio gente. No se puede vivir más así. Sentí el latido de tu corazón. Comentarios que resten los elimino. No te gusta, seguí de largo”
Esta elegancia discursiva pública era muy distinta a la que desplegaba en los chats e incluso en sus apariciones públicas. En la marcha de las antorchas que arrojó a Casa Rosada, en agosto de 2022 y filmándose, dice a cámara: «Hace cuatro días que no como, estoy descompuesta de hambre, no tengo para comer». Sabrina, sabemos, es la hija del DT Coco Basile, es instructora de yoga y vive en un departamento de mas de 100 metros cuadrados en Palermo Hollywood, bastante lejos de la miseria que dice vivir.
Veamos algo de los contenidos de esos chats grupales.
El 19 de agosto, en un grupo de Whatsapp, un contacto agendado como «Camila Gauna RF» (RF: Revolución Federal) habla concretamente de “pegarle un tiro” a CFK. Gastón Guerra, que se presentaba en los medios como un padre desesperado que no tenía para darle de comer a sus hijos, que había decidido ir a escrachar a Massa en solitud, llegado desde Moreno a propulsión de angustia; lejos de estar solo y desorganizado era parte del chat y ese día dijo: “Pensemos qué podemos organizar. Yo estaba pensando que podríamos ir uno de estos días a la casa de CFK a putearla sin parar y quizás algunos se vayan sumando”. La tal Camila Gauna RF le sube la apuesta: “O entrar al edificio. De ella. Y pegarle un tiro”.
El 27 de agosto y en el mismo chat, cuando ya había manifestantes cristinistas agrupados en la esquina de Juncal y Uruguay, Morel, Sosa y Guerra intercambiaron mensajes sobre las manifestaciones de apoyo a la vicepresidenta frente a su departamento en La Recoleta: «Necesitamos algunos vecinos que vivan en esas cuadras colapsadas por los orcos«, «hay ideas pero falta la gente que lo haga», «tirarle kerosene desde los balcones y alguien que pase prendiendo un cigarro, jaja». Con el tamiz del tiempo, las cosas toman otra dimensión y si en ese momento la descripción de «orcos» que hace Morel para definir a los peronistas-kirchneristas pasó inadvertida, hoy suena de espanto cuando sabemos que Mauricio Macri describe a medio país que no comulga con sus ideas y modos con el mismo término: orcos.
En el chat ya habian agitado la idea: «Cuando estén todos juntitos ponerle bomba bajo tierra así corre sangre. Es lo ideal …!! Y nadie sale culpable como hicimos con los judíos«. Enseguida se corrige: «Hicieron«. Parecen referirse a los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA.
Otro usuario identificado como “Daedalus” se mostró desencantado con el tenor de las protestas: «Marcha? Yo creí que dábamos un buen golpe de Estado!!!». El 15 de agosto, se había quejado de la tibieza de sus compañeros de RF: » Hay que ir y entre todos organizarnos para entrar a la Casa Rosada». De la misma tibieza se quejaba Brenda Uliarte, hasta que tomó cartas en el asunto.
Ese mismo día, Morel avaló: “Sólo faltan tres días para la marcha del jueves 18A en Casa Rosada. No va a ser una marcha pacífica. Si no perdemos el miedo ahora, mañana va a ser demasiado tarde”.
¿Qué significaba que no iba a ser “una marcha pacífica”? Lo explica el usuario «Nunca robos» en un posteo. “Tenemos que ser al menos 100 para hacer 2 contra 1. Nos vamos a identificar con una remera blanca. Toda arma que llevemos la pueden usar en nuestra contra. Recomendamos que lleven palos / bastones para golpear. Los que lleven armas van a ir al medio, no nos vamos a arriesgar a que nos las saquen. Lleven ropa deportiva, cordones bien atados, con poco abrigo para moverse bien. Nos vamos a juntar en la Facultad de Arquitectura y al frente de la Catedral. Los que tengan kit de primeros auxilios lleven por si hay heridos. Hay que localizar una farmacia cerca antes de empezar a pelear. Si hay estudiantes de medicina en el grupo, ellos se quedan cuidando. Recuerden que no vamos a matar, sólo a golpear y desarmar”.
Leonardo Sosa acotó: «Ninguno de nosotros quisiera estar yendo a la confrontación física contra estos mafiosos, pero es lo que en el corto plazo mueve la aguja. Pido disculpas a los que no se sientan identificados con estas posiciones más físicas, pero estamos en un nivel tan crítico que es la expresión natural de una persona destrozada. No vamos a prohibir a nadie expresarse como quiere y esta agrupación le da espacio a esa gente harta”. “No vamos a ir a putear nada más, la situación actual EXIGE proceder de una forma más confrontativa. Prepárense”.
El 26 de agosto, Jonathan Morel reversionó la marcha Los Muchachos Peronistas. “Los muchachos peronistas ya se están extinguiendo y por eso hoy daremos un grito del corazón. Perón murió. Perón murió. Por eso viejo fascista que el país arruinó el peronismo es una mierda, tu general se te murió. Perón Perón, ya se murió, la Cámpora roba con él, Perón Perón ya se murió, el peronismo terminó. Ritmo marcha peronista. Los patriotas de argentina ya no les tenemos miedo y por eso hoy me adueño de esta puta canción. Perón murió, Perón murió, por una Argentina digna hoy. Esta marcha de mierda yo te la voy a robar. (…). La chorra va a caer, hablo de la Cristina, van a ir todos en cana o los vas a ver correr. Hay que hacer una revolución sin Cristina, sin Néstor y sin Perón. Son ellos los culpables de que hoy haya hambre. La patria hoy me duele igual que a vos, se va a acabar la dictadura de los K y la patria que es grande resurgirá».
“Con Cristina presa tiene que terminar, no queremos que Cristina esté en libertad, como odiamos a los Kaaaaa. A un pueblo unido jamás podrán vencer. Se termina el kirchnerismo se va a caer, soy patriota y no me importa, ya vas a ver, los vamos a hacer correr”.
Una usuaria identificada como “Andrea Revolución” posteó: «Eel #1A (1º de agosto) apoyando al fiscal Diego Luciani en Comodoro Py desde las 9 hs. donde se leen los alegatos a la chorra más corrupta del planeta tierra”. Un detalle: era tan evidente que Luciani leía que hasta “Andrea Revolución” se dio cuenta.
Un usuario denominado “Luis Fernández” propuso a los demás integrantes de RF: «Deberíamos ir a matar fiscales y jueces, para que entiendan que la justicia debe ser independiente. No digo de matar a estos dos delincuentes (no está claro a cuáles se refiere) solamente sino a uno 1000 (sic) para que entiendan que la justicia no debe ser un juego de video para que ellos hagan lo que quieran. Matemos».
En el mismo derroche de odio, cayeron los bomberos. El 20 de agosto, después de la “Marcha de las Antorchas”, el usuario “Jorge Casoliva” contó: “yo llegué a las 19, ya habían prendido las antorchas y después les tiré una antorcha a la Casa Rosada! Un detalle: los que fueron al choque al principio fueron los bomberos, no la policía, así que hay que apuntar a ellos en la próxima marcha, tirarles con petardos a ellos”.
Y, también, los policías. En un mensaje de Twitter rescatado de un teléfono, el usuario «El tío oktubre» anunció: «Un día vamos a colgar a un cobani hijo de puta de los huevos en Plaza de Mayo, lo vamos a exhibir como trofeo y ahí van a empezar a tener miedo. Cuando tienen vía libre son Videla, los hijos de puta. Cuando terminan acorralados en alguna marcha, piden clemencia».
El 22 de julio en el grupo «Revolución Federal» alguien compartió una publicación de «La Gaceta» con un video, que decía: «Manifestantes autoconvocados amenazan de muerte a Cristina Kirchner. Arrojaron basura y patearon las puertas desde la sede del Instituto Patria. La amenazas se suman a una serie de ataques que viene sufriendo la vicepresidenta». «Dali revolución» respondió: «Lo único que falta es que la convirtamos en mártir a esta hija de remil putas». Y luego: «Lo que fue agresivo fue el mensaje de amenaza de muerte (…) que no es una mala idea tengo una 9 mm cualquier cosa me avisan». La nota hacía referencia a la manifestación frente al Instituto Patria, de la que ya hablamos y en la que participaron Sabrina Basile, Cristina Luján Romero, Jonathan Morel, Gastón Guerra y el hombre del megáfono, Claudio Hertz, inmortalizado en una foto donde se saluda muy amistosamente con un policía de la ciudad.
El 25 de julio Sabrina Basile llamaba a ir a la Rural a «defender al campo«. «Dali Revolución» dijo: «Tengo una 9 mm y el mástil de la bandera (el consolador de la Cerruti) y tengo fas (por gas) pimienta». Dali Revolución es Dalila Monti, la novia de Jonathan Morel. Sigue teniendo ese nick name aún hoy en sus redes sociales. Sin embargo, la justicia creyó que detrás del nick, que puede haber sido duplicado o compartido, se escondía una mujer de 66 años llamada Lidia Margarita Casciano, a quien posteriormente allanaron y encontraron un arma. La situación es confusa y si bien esta cronista considera que Casciano participó de los chats y acciones de Revolución Federal, Dali Revolución no es ella como cree la justicia, sino Dalila Monti, la joven paranaense novia de Jonathan Morel entonces y en la actualidad, hija de un policía retirado y fervorosa antikirchnerista, hoy militante de Milei y el gobierno.
El 25 de agosto. El mismo día que Morel habló sobre cómo imaginaba meterse en la multitud también compartió un video de C5N donde se ve a CFK entre la gente, con el título: «Histórico. La llegada de Cristina Kirchner rodeada de militancia». Él mismo escribió: «Hay que matarla». Del otro lado, «Dali Revolución» acotó: «Una granada ahí (…) mi límite es la 9 mm que tengo«. En todos los chats da la sensación que mientras Morel dice algo, Dali redobla la apuesta. No hay ingenuidad ni coincidencia circunstancial. Están coordinados para hacer eso, uno al lado del otro, tecleando desde una misma habitación al mismo tiempo.
El 27 de agosto. «Dali Revolución» tiene un diálogo privado con Morel y le pide la letra de una canción. Una parte decía: «El pueblo unido jamás va a ser vencidoooo. A los pibes de La Cámpora les digooo. Con Cristina yo me meto y la persigo. Cristina presa el pueblo Unido. Cristina presa el Pueblo Unido». Y aquí es donde nace la confusión puesto que esta Dali le dice a Morel: «Yo no estoy en el grupo pero costa (contá) conmigo la actividad bala tengo unas ganas de usar mil 9 mm«.
Con respecto a quien es Dali Revolución, esta cronista escribió el 6 de agosto de 2023 en el portal Data Clave, cuando la investigación del contenido de los chats y sus actores estaba avanzada, y el juez Martínez de Giorgi sostenía que Lidia Casciano era «Dali Revolución»:
«Lidia Casciano es una mujer de más de sesenta años que vive en San Fernando, es profesora de Educación Física y en sociedad con Rubén Daniel Ortabe tiene un gimnasio registrado como Sum Omix Srl. Ortabe es, además, productor artístico y precisamente a su nombre está registrada la línea de teléfono periciada y que en la agenda de Jonathan Morel aparece como Dali Revolución. Él es quien, entonces, le adjudica ese nick en su lista de contactos, pero nada indica que ella se autodenominase de ese modo. De hecho, en sus redes sociales aparece con su nombre real, Lidia Casciano, o bien con los alias Lidia Robinson o Lalyríe. De Dali Revolución, ni noticias.
Por haber recibido amenazas y un ataque del grupo Revolución Federal, Juan Grabois se constituyó como querellante en la causa a cargo del juez Martinez de Giorgi y el fiscal Pollicita que investiga el accionar de esta organización, sus vínculos y financiamiento. Y es quien aportó la identidad de Lidia Casciano como quien se escondía bajo el apodo de Dali, pero dice textualmente: “En el celular de Montiel aparecían dos teléfonos bajo el mismo nombre de contacto. Se trataba de dos personas distintas, las dos con el alias ´Dali Revolución´, ambas partícipes de la organización criminal. Una es Angelica Dalila Monti, otra es Lidia Margarita Casiano”.
Y agregó: “Bochornosamente, ninguna está imputada porque la fiscalía 11 «no logró» identificarlas en ocho meses. ¿Negligencia o complicidad”, y sostuvo que “la «no-identificación» de Casiano y Monti podría ser otro hecho de incompetencia judicial. Sin embargo, estoy convencido de que es algo aún peor: un mecanismo de impunidad para una organización criminal compleja enraizada en sectores de mucho poder político y económico”.
En la pericia, y si bien el grueso de sus intercambios no son relevantes para la causa y discurren por intercambios familiares, personales, domésticos y sociales, también aparece profusa información de las actividades y pensamiento político de Casciano.
El relevamiento toma como fecha de inicio el primero de mayo de 2022, cuando Revolución Federal hizo sus primeras apariciones públicas. Desde entonces se la lee pidiendo un turno en un polígono de tiro, luego se la ve practicando con un arma junto al instructor a quien le había solicitado cita en fotos y videos. También, numerosas fotografías de su participación en actividades de Revolución Federal y de Equipo Republicano.
Está registrado un video que sube a su cuenta de tik tok @rieteconmigolalyrie un escrache de enero de 2022 en la esquina de Juncal y Uruguay, residencia de Cristina Kirchner y sitio donde un tiempo después intentaron asesinarla. En el video no se la ve, y se presume que es Casciano misma quien toma las imágenes: lo curioso es que allí no hay integrantes de Revolución Federal, al menos visibles. Es un acto de Equipo Republicano y en primer plano se ve a su líder, Aura Marina Ríos Flores.
Otro video de julio de 2022, que estaba en el teléfono de Lidia Casciano, registra el escrache en la Quinta de Olivos que culminó con la cancelación de la conferencia de prensa donde iba a anunciarse el nombramiento de Silvina Batakis como ministra. En las imágenes se ve claramente a los mismos que en ese momento se vieron por televisión: Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Dalila Monti, Sabrina Basile por Revolución Federal y Ernesto Anzoátegui y Cristina Luján Romero por Equipo Republicano. Del mismo modo quedó registrado, en videos y fotos, otro acto conjunto de las dos agrupaciones, y los escraches padecidos por Grabois y Ferraresi, entre otros.
El dato mas inexplicable y curioso es que en el teléfono de Lidia Casciano se encontró un facsímil de la partida de nacimiento de Fernando Sabag Montiel con fecha 3 de septiembre, cuando ya todo el país hablaba de él, y aparenta ser captura de pantalla de un video. Entre decenas de memes y flyers de Revolución Federal, lo que mas abunda son fotos de Lidia Casciano con las mujeres de Equipo Republicano, a quienes Jonathan Morel bautizó como «Las Mabeles«. Por lo que se desprende es que Lidia pertenece a ese grupo, que actuó de manera conjunta con Revolución Federal. Y por otro lado, está Dalila Angélica Monti, novia de Morel y efectivamente parte fundamental de RF.
Dalila Monti, quien Grabois también sostiene que se ampara bajo el nickname «Dali Revolución», es la novia de Jonathan Morel. Tiene veintisei años, es paranaense, hija de un policía retirado y quien, cuando Morel presumía que podía ir preso, lo albergó en la casa paterna de la localidad entrerriana, a donde finalmente fueron a apresarlo. Dalila dice haberse instalado en Buenos Aires para estudiar y que en la presentación de un libro de Agustín Laje, conoció a Leonardo Sosa, con quien intercambió pareceres.
De ahí a empezar a participar de las actividades de Revolución Federal, un paso, a enamorarse de Jonathan Morel, dos. Para agosto de 2022 ya convivía con el líder del grupo. De ese mes y el previo son los chatro mensajes en los que «Dali Revolución» ofrece su arma 9 mm para asesinar a Cristina en el chat colectivo de la agrupación. No es imposible pensar que Dalila (quien por cuyo nombre tiene mucha más lógica que se haga llamar «Dali») ofreciera fantasiosa o literalmente un arma de ese calibre, teniendo en cuenta el pasado de su padre en la fuerza policial.
Ofrecer en público un arma, cuando estaba conviviendo con Morel y lo tenía al lado, podría significar que aplicaban un mismo método persuasivo: «Juntemos coraje y vayan». Así como Morel instaba a acciones directas, golpizas e incluso asesinatos, pero escudándose en que él no podía ir porque «los de La Campora me conocen todos», ella bien podía ofrecer un arma solo para agitar que otro la tome y accione, como finalmente sucedió.
Dalila Monti continúa su relación con Jonathan Morel hasta el día de hoy, y Leonardo Sosa, en su twitter, saluda a ambos como a sus mejores amigos. Durante meses, en los pocos medios que siguen hablando del intento de magnicidio, los cronistas se preguntaban quién sería «Dali Revolución». Lidia Casciano sabía que buscaban a una mujer bajo ese apodo. Dalila Monti también. En uno de los chats, Lidia dice no tener preocupación alguna con que su nombre aparezca en los medios, porque no tenía nada que esconder. Sin embargo, cuando allanaron su casa, encontraron un arma 9mm, lo que demostraría una total anomia con respecto a su propia libertad. ¿Sería que ella estaba tranquila pensando que buscaban a «Dali Revolución» y que ella no era esa persona?»
Un detalle: revisando fotografías encontré una de Dalila Monti, de Revolución Federal, en una marcha de agosto de 2022 en Plaza de Mayo, con un cartel hecho a mano que reza: «Van a correr en culo, Todos». Curiosamente, ese mismo cartel -literalmente el mismo cartel- lo mostró ese mismo día, en la misma marcha, Mónica Di Genni, de Equipo Republicano (una de «Las mabeles»), lo que demuestra la total interacción de un grupo con otro.
Crónica a crónica intentamos ver quién es quién en esta trama. Cómo actúan en células y en conjunto cuando es preciso, separadamente cuando la ocasión amerita. Parecen inconexas y no lo son. Se mueven como un ballet con absoluta precisión. Para que esto suceda, tiene que haber quien planee las acciones, quien las ejecute, quien las financie y quien tenga rédito político de las consecuencias. En ese sistema piramidal, hasta ahora, solo vimos el escalafón más bajo, el de los que llevaron las acciones a la calle. Apenas esbozamos quienes financiaron esos actos. En próximas crónicas, veremos quienes son los ideólogos políticos entre los que estarían un diputado, una actual ministra, un actual ministro, y posiblemente, un ex presidente.