Massazo a la ley contra despidos
El líder del Frente Renovador volvió a ser servil a los intereses de los empresarios y de la restauración neoliberal que lleva adelante Cambiemos, y frenó la ley que le pone un fin a los despidos masivos.
Sergio Massa se salió con la suya y logró que la emergencia ocupacional y la ley antidespidos sean congelada por la Cámara de Diputados de la Nación y el Gobierno le agradece la ayuda. El Senado ya le dio media sanción, atendiendo a las necesidades del movimiento obrero. No obstante, solo 97 legisladores bajaron al recinto para sesionar, entre representantes del Frente para la Victoria, del bloque Justicialista, Libres del Sur y Proyecto Sur.
Por el massismo solo asistieron Héctor Daer y el chubutense Jorge Taboada, ambos de extracción sindical.
«Han perdido los trabajadores porque cada día que pasa están habiendo despidos», dijo el diputado justicialista Oscar sobre iniciativa propone prohibir los despidos sin causa justa por 180 días y que en caso de que se produzcan, haya una doble indemnización.
Por su parte, el jefe del bloque de diputados por el PRO, Nicolás Massot, confirmó que el proyecto que tiene media sanción se tratará el próximo miércoles en sesión ordinaria. «No esperábamos que esto prosperara porque es una situación forzada del Frente para la Victoria que intentó juntar quórum y no logró mucho más allá que su propio bloque», dijo a DyN.
También confirmó que el miércoles se van a tratar el Acceso a la Información Pública y de restitución del IVA para jubilados que cobran la mínima y los titulares de los planes sociales.
Por su parte, Sergio Massa aseguró que «los trabajadores van a tener la semana que viene una ley que los proteja», con lo cual confirmó la participación de su bloque en el debate sobre el texto al que quiere incluirle cambios.
«Queremos que la sociedad argentina se quede tranquila porque vamos a agotar todos los caminos para que, alrededor de los temas que impactan en la vida cotidiana de la gente, haya consenso», reiteró y señaló que el Congreso «no funciona cuando el capricho de un grupo de diputados lo impone, sino cuando se convoca de acuerdo al reglamento».