Mariana Karaszewski: “La patria es uno mismo, dijo, y me conquistó”
“Sí, claro, no lo voy a negar. Me enteré que desde que ganó Mauricio hubo varios cambios desfavorables para algunos pero yo todavía no lo viví. Y no creo que me pase, son rumores que hacen correr los kirchneristas para generar miedo. Yo tengo fe, confío en el cambio. Si ya tienen plata, ¿para qué van a robar?.
Sí, bueno, hay mucha gente que dice que no llega fin de mes y el aumento que le dieron en el trabajo no la alcanza. La verdad que a mí por ahora sí y me doy algunos gustos. En esos metros que hago desde casa a la cochera para ir a buscar el auto, veo un poco más de gente durmiendo en la calle. Ah, por cierto cuando fui a comprar el auto el vendedor me dijo que había subido notablemente la venta de los autos caros. No estamos tan mal entonces. De mi círculo más cercano despidieron a varias personas; pero no sólo a los vagos del Estado; también algunos de empresas privadas.
De hecho en mi trabajo, sólo en mi piso, echaron a tres compañeros. Creo que la mayoría no volvió a conseguir empleo. A algunos amigos de tenis que tenían muchos años de trabajo los invitaron a retirarse. Está bien, ya habían trabajado bastante. Mi psicoanalista me contó que los pacientes le piden ir cada 15 días porque no pueden pagar sesiones semanales. Y otros directamente dejaron de ir. Bueno, que se yo capaz no lo necesitaban tanto.
Ah! También mi médico me contó que sus pacientes no pueden comprar la medicación que les indica, entonces la fraccionan para que les dure más o no la toman y las enfermedades se agravan. ¡Pobre gente!. Ayer caminé un poco y vi que en la cuadra donde vivo cerraron unos cuantos negocios, bares y fábricas. Otros tienen un cartel que dice “liquidamos por cierre”. Deben querer mudarse. Uf, y la inseguridad… si, me dijeron que acá a unas cuadras es terrible como están robando. Pero acá en la esquina hay una garita, no pasa nada. Últimamente vi en la tele que reprimieron algunas manifestaciones pero debe ser porque estaban haciendo quilombo. A veces es necesaria la mano dura.
El otro día tuve que tomar el subte para ir al centro porque estaban otra vez los piqueteros cortando la calle y era un lío sacar el auto. Encima viajé mal, pero bueno fue una excepción, por suerte no viajo todos los días. Encima había un montón de gente pidiendo plata y vendiendo cosas; que insoportable. Mi esposa me dijo que se aburre en la clase de gimnasia porque varias compañeras dejaron de ir y ya no es lo mismo. Entonces le puse un personal trainer que se ocupe sólo de ella, para que no se sienta sola. Mi hijo menor me contó que varios de sus compañeritos se van a cambiar a la escuela pública el año que viene porque sus padres no pueden seguir pagando la privada. Yo se la puedo seguir pagando. Una lástima por los amiguitos que había hecho, pero ya hará otros. Mi hija mayor también me contó que con su marido cambiaron los hábitos de consumo y en vez de comer tanta carne comen más fideos; en vez de ir al cine o al teatro se quedan viendo películas en la tele, pero las que pasan por aire, porque el cable lo tuvieron que sacar.
También me dijo que prenden muy poco la luz y se abrigan con frazadas de noche porque las boletas de luz y de gas se encarecieron mucho. Mi vieja me dijo que los medicamentos que antes le daban gratis, PAMI ya no se los cubre al 100%. También me contó que a sus amigas les pasó lo mismo, y encima no cobraron la reparación histórica… que mala suerte, no les tocó. Mi mejor amigo me dijo que le quitaron la pensión por discapacidad a su hermano. Que se yo, capaz no la necesitaba.
Ah, si…También dicen que en Jujuy hay una negra que está presa, pero debe ser porque es chorra. Algo habrá hecho para estar ahí. Y también dicen que un pibe desapareció, creo que se llama Santiago, pero seguro está perdido por ahí, ya va a aparecer. Debería andar en cosas raras. La verdad que a mí por ahora no me pasó nada, y no creo que me pase, porque hago las cosas bien. Soy un hombre de bien, responsable y me preocupo porque me vaya bien. Sí, por eso volví a votarlos, porque la verdad es que a mí todo esto no me afectó en nada.
el “macricisista (neologismo que he creado especialmente para este artículo) busca su propio bienestar, de manera única, exclusiva e irrevocable y busca salvarse a sí mismo, sin tener en cuenta a los otros. El único objetivo que persigue es el bien personal y está dispuesto a lograrlo, cueste lo que cueste y sean cuales sean las consecuencias.
Desde el punto de vista de la psicología, el trastorno narcisista de la personalidad, se ha impuesto en los últimos tiempos como una patología que exige un diagnóstico diferencial. Pero sin estudiar el cuadro psicopatológico en sí mismo, podemos ubicar características o rasgos de personalidad de lo que se conoce más vulgarmente como una “persona narcisista”. Veamos.
Un narcisista, en primer lugar, tiende a aprovecharse de los otros para sus propios intereses o metas; sumado a que experimenta un grandioso sentido de auto-importancia. También se siente único o especial y cree que sólo puede ser comprendido por ciertas personas (o instituciones) que son de alto status. Además está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza y amor imaginarios; por ello, exige una atención o admiración excesiva. Por otro lado, es pretencioso y generalmente tiene expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial y por sobre todas las cosas, carece de empatía; es decir, se muestra reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás. Por último, es habitual que presente comportamientos o actitudes arrogantes o soberbias, reaccionando a las críticas con rabia, vergüenza o humillación.
Ahora bien, se preguntarán que tiene que ver la confesión que encabeza esta nota con las características que acabo de describir. Es sabido que con la llegada del posmodernismo, ha cambiado notablemente la forma en que los individuos perciben al mundo y se perciben a sí mismos. En palabras de Lipovetsky, “un nuevo individualismo, llamado individualismo narcisista, es la clave para el entendimiento de la posmodernidad. Esto es, un nuevo estadio histórico en el que han entrado ya las sociedades democrático- capitalistas avanzadas y que se caracteriza por el ´vaciamiento´ o pérdida de sustancia de los ideales proyectados durante la época moderna. Es un tránsito del individualismo, caracterizado por la competencia, búsqueda de la moral y revolucionaria; a un individualismo hedonista, narcisista e intimista. Aunque a esta sociedad lo que la rige no es tanto el placer, sino la compulsión por la autorrealización que se desarrolla por estrategias cada vez más flexibles y abiertas”.
Dicho en criollo, y para que se entienda, el individuo posmoderno y neoliberal, el “macricisista (neologismo que he creado especialmente para este artículo) busca su propio bienestar, de manera única, exclusiva e irrevocable y busca salvarse a sí mismo, sin tener en cuenta a los otros. El único objetivo que persigue es el bien personal y está dispuesto a lograrlo, cueste lo que cueste y sean cuales sean las consecuencias. Aunque esto implique jugar a ser ciego, sordo y mudo.
Aunque esto implique no quitar los ojos de su ombligo. Aunque esto implique tener que desoír las experiencias de sus pares, conocidos, vecinos, compañeros, amigos e incluso de su familia. Aunque esto implique vivir volteando el cuello para cuidar su parte trasera.