Letras financieras en las provincias más complicadas, el otro lado de la usura consecuente en el contexto macrista.
El gobierno nacional tiene la llave para evitar que las provincias deban emitir cuasimonedas, comentan en una entrevista publicada por un diario digital norteño. Trasciende que «la situación de las economías regionales, en un contexto de alto endeudamiento de los estados provinciales, provocó que en los últimos días se haya vuelto a hablar de bonos o cuasimonedas para hacer frente a los gastos corrientes. La provincia de Jujuy, que no escapa a la situación general, aparece además con la más baja calificación de Standard & Poors»
Por ello, consultada la economista Clara Razu, docente e investigadora de la Universidad de La Matanza, explicó en diálogo con el programa Día 6 que Jujuy es una de las más complicadas por el nivel de déficit fiscal y de escasez de recursos para generar un repago de la deuda que contrajo en los últimos tres años. En cualquier caso, dijo, el gobierno nacional tiene que salir a auxiliar a las provincias, “porque no es dejar caer a un gobernador, es dejar caer a una provincia, y esto implica a nuestros compatriotas”.
Sobre la posibilidad de que vuelvan a implementarse cuasimonedas, afirmó: “Ese riesgo no debería existir si el gobierno comenzara a emitir moneda de manera próxima”.
-¿Cómo definiría la situación de las economías regionales?
-Complicada, porque por un lado se ha permitido el ingreso de productos importados a menor precio, y por otro lado se han recargado los costos de nuestros productores, a los que se les dificulta la llegada al mercado. Ingresan productos importados en competencia absolutamente desleal con nuestra producción. Así, todo lo que es producción local, como las manzanas de Río Negro, las aceitunas de La Rioja, los limones de Tucumán, empieza a complicarse; porque obviamente la producción extranjera, con otra tecnología y otra protección, permite menores costos que las locales. Por otro lado, los productos de Jujuy, Salta o Tucumán, para llegar a los mercados de Buenos Aires, tienen un costo elevado en transporte, en combustible, que aumentó a causa de las mismas políticas de apertura de importaciones del gobierno nacional. Esto no solo complica la situación de los productores en particular sino también la de las provincias en términos fiscales, porque estos productores aportan a la recaudación impositiva provincial.
-Las provincias recaudan menos.
-Claro. Y además, las políticas de ajuste aplicadas en términos fiscales desde el gobierno nacional les recortan fondos a las provincias, lo que provoca que las provincias deban recortar todo lo que sea promoción o ayuda a sus propios productores. En síntesis, las provincias están sometidas a un doble ahogo.
-Y por eso se endeudan.
-Exacto. Así es como solicitan recursos a la nación, pero como el gobierno nacional considera que toda emisión es inflacionaria, las obliga a financiarse a través del endeudamiento, repitiendo la conducta de la nación, emitiendo bono. Y el riesgo de no pagar aumenta porque la actividad económica decae, ya que el bono vale en la medida que las provincias generan recursos para poder pagarlo. De allí la baja de la calificación.
-¿Qué pasa si una provincia no puede pagar su deuda?
-En principio, una provincia tendría que negociar con nación la deuda que contrajo, y a partir de ahí ir en tándem a renegociar con los acreedores externos, para presentar una posición de mayor fuerza. En situaciones anteriores, la nación absorbe la deuda de las provincias como una manera de ayudarlas y negocia la nación la deuda en términos generales.
-¿Para que eso ocurra no tiene que darse un escenario político favorable? Un gobernador del mismo signo político que el presidente, por ejemplo.
-Es verdad que hay un problema político, pero pensemos que un gobierno nacional no deja caer a una provincia por el solo hecho de no pertenecer al mismo espacio político. Porque no es dejar caer a un gobernador, es dejar caer a una provincia, y esto implica a nuestros compatriotas. Por lo tanto, siempre hay la posibilidad de una negociación.
-En términos financieros, Jujuy ha ido calificada como de alto riesgo en función de su nivel de endeudamiento y su capacidad de pago. ¿Qué lectura hace de esta situación?
-No va a ser fácil. Jujuy es una de las provincias más complicadas porque justamente el nivel de déficit fiscal y de escasez de recursos para generar un repago es mayor que en otras provincias. Tiene la más baja calificación de acuerdo a Standard & Poors, y eso es una complicación. En realidad, el endeudamiento siempre es una complicación. Lo que no lo es, es la posibilidad de una renegociación. Voy a repetir algo que han dicho muchos economistas en estos días: cuando alguien le debe a otro 1000 pesos, el problema es del deudor; pero cuando se deben 100 mil millones, el problema es del acreedor. Entonces, en términos de renegociación de deuda, hay que revertir la cuestión del ajuste fiscal. Ha quedado demostrado que el ajuste fiscal empeora las condiciones de pago de las provincias, no las mejora. O sea, lo que necesitan las economías regionales es una reactivación en el mercado interno, y esto solo se logra si las personas tienen más dinero en el bolsillo. Esta es la única manera en que los productores venderán más, las personas podrán satisfacer sus necesidades y el estado podrá recaudar. Además, hay que perder ese temor ancestral ante la emisión monetaria. Porque esto no hubiera sucedido si la nación hubiera emitido moneda y enviado adelantos transitorios del Banco Central a las respectivas provincias.
-Por estos días, comenzó a agitarse el fantasma de los bonos o cuasimonedas provinciales. ¿Cree que ese peligro es real?
-Ese riesgo no debería existir si el gobierno comenzara a emitir moneda de manera próxima. La diferencia con el 2001, que es cuando se emitieron esos bonos, es que existía convertibilidad; entonces no podíamos emitir si no había un ingreso de dólares exactamente igual, porque era uno a uno. Pero ahora no existe ningún impedimento para que la nación le pida al Banco Central adelantos transitorios, que no es más que emisión, y enviar a las provincias los fondos correspondientes. La única limitación es ideológica, en el sentido de considerar que esa emisión monetaria genera inflación.
-No parece una razón, porque inflación ya hay.
-Exactamente. Sin emitir han logrado generar inflación. Pero además es una falacia. Porque si tenemos una economía en recesión, donde hay gente que no puede comprar ni comida, el hecho de que se emita dinero y se pague lo que se debe genera que más personas paguen sus deudas y compren lo que necesitan. Por lo tanto, se ocupa capacidad instalada que ahora está desocupada por la recesión y entonces no genera inflación. Y es verdad: no se preocupen por la inflación, muchachos, porque ya estamos en el 55 por ciento anual.
-¿Se puede esperar alguna medida del gobierno nacional en ese sentido?
– Yo creo que así como hubo una reacción de poner un control de cambio, puede haber una reacción del gobierno nacional de comenzar a emitir y evitar que las provincias tengan que apagar el incendio con bonos. De hecho, están reviendo la posibilidad de eliminar el default en pesos que declararon dos días antes del control de cambio. Creo que en algún momento reaccionarán, para no incendiarnos en una situación que generaría además una terrible lectura de los mercados externos, algo a lo que ellos le dan tanta importancia.
-Alberto Fernández dijo que, en caso de resultar electo, habrá “un Gobierno de 24 gobernadores y un presidente”. En términos de políticas económico financieras y en relación a las economías regionales, ¿en qué tipo de medidas puede reflejarse esa idea?
-En principio, en la disminución de los costos de producción a partir de la desdolarización de las tarifas y el congelamiento o subsidio al precio de los combustibles. Esto bajaría los costos productivos, además de bajar las tasas y facilitar los préstamos para el desarrollo productivo. Eso implicaría un aumento de transferencias del gobierno nacional a las provincias; un estímulo a los bancos provinciales para las políticas de promoción de préstamos a bajas tasas de interés; bajar la informalidad en el trabajo con determinados incentivos impositivos, y facilitar el acceso a los mercados de las economías regionales. Todo implica, obviamente, un aumento de las transferencias de dinero del gobierno nacional a las provincias.
-El gobierno de Gerardo Morales impulsa en Jujuy particularmente el sector energético, con el fin de generar y vender energía a partir de la instalación de plantas solares. ¿Es una posibilidad real y beneficiosa?
-Es una posibilidad real y beneficiosa. De hecho, en períodos anteriores se trabajó con el INTI la posibilidad de generación de energía solar y su exportación a países limítrofes. Lo que ocurre es que este tipo de inversiones tienen que ser llevadas adelante con investigación y desarrollo. Es obviamente posible y creo que es una importante perspectiva, porque sería una manera de facilitar el desarrollo productivo. Pero no hay que olvidar que se trata de proyectos de mediano y largo plazo, cuando en el corto plazo tenemos urgencias como reactivar la economía.
-¿Y qué ocurre con las producciones tradicionales, como el azúcar y el tabaco?
-Recuerdo un programa de economía familiar del Prosap, del anterior Ministerio de Agricultura, que tendía a la introducción de cultivos de stevia en Jujuy, para además ir facilitando la transformación de los productores de tabaco a un producto como la stevia, que es de mucha demanda en el mercado internacional.
Fuente: submarinojujuy