Con Macri vuelve el «olvido y perdón»
El presidente se refirió a los festejos del bicentenario en los que se destacó la presencia del ex carapintada Aldo Rico, ex combatientes del «Operativo Independencia» y el ferviente defensor de la dictadura Emilio Nani, como un “reencuentro de los argentinos”.
«Estamos en una etapa de reconciliación», consideró Mauricio Macri durante un acto de relanzamiento del plan de viviendas Procrear, en el barrio porteño de Parque Patricios.
“Tuvimos un fin de semana de festejos cívicos y ciudadanos. Yo siento que fue un desfile de reencuentro de los argentinos. Era la primera vez que desfilaban los héroes de Malvinas, la verdad que uno no entiende por qué esas cosas han pasado, pero lo importante es que hoy estamos en esta etapa, que es de reconstrucción, de reconciliación, de reconocimiento del otro”, planteó el presidente.
Lo cierto es que del desfile del bicentenario participaron polémicas figuras que despertaron el repudio de distintos sectores sociales y políticos. En primer lugar, la presencia del ex carapintada Aldo Rico, quien encabezó dos alzamientos durante el gobierno de Raúl Alfonsín para protestar por los juicios contra represores de la última dictadura militar.
Hoy estamos en esta etapa, que es de reconstrucción, de reconciliación, de reconocimiento del otro
En los festejos realizados en Tucumán, en tanto, aparecieron ex combatientes del «Operativo Independencia», el plan represivo que se ejerció en la provincia a partir de 1975.
Una de las críticas más resonantes de la jornada fue la del diputado Ricardo Alfonsín: «Pocas cosas son tan opuestas a los valores que el 9 de julio representa como el Movimiento Carapintada y el Operativo Independencia».
Pero eso no es todo. También tuvo su lugar en el desfile macrista el teniente coronel retirado Emilio Nani, quien dijo que «los derechos humanos en nuestro país siempre estuvieron en manos de terroristas». Su presencia fue destacada por Cecilia Pando en su cuenta de Twitter.
En este contexto, las declaraciones de Mauricio Macri celebrando una «reconciliación» y un «reencuentro», remiten al discurso menemista de «olvido y perdón» que impulsaba los indultos a los represores.