¿Macri abandona la lucha electoral? Según macristas, Vidal perdería en la provincia
Saben en Cambiemos que en estas horas existe en la propia fuerza un rechazo creciente a la figura de Macri. Ya no se trata de una exclusividad del peronismo y el kirchnerismo, y los radicales encabezan la lista de los que ya no lo quieren.
Escribe Alejandro C. Tarruella
No cambian, se hunden
Macri se encuentra en un estado de ánimo en caída y con una imaginería íntima que lo lleva a alucinar una partida a Europa, para tal vez radicarse en Italia. El mismo hijo de Franco le había comunicado a un importante empresario ex diputado de alturas peronistas, que estaba harto y se quería ir para gozar sus bienes en perpetuo incremento.
Irse tiene problemas. El principal está vinculado con las sospechas que despertaría partir a disfrutar las ganancias fabulosas en el plano personal
En tanto, Mauricio se muestra gruñón, molesto, desencantado con los propios. Peña niega que haya rechazos en sus filas. Es una característica suya, negar la realidad. Obviamente, ante la perspectiva del desastre, ilusiona recuperar a los propios que no quieren ver a Mauricio. Se alimenta de encuestas y los analistas a factura le dicen que se detuvo la ira y que, mágicamente, regresan al redil.
En el círculo rojo amenazan con pedirle a Vidal que sea cabeza de fórmula sin él. Vidal teme que no haya opción para una fórmula Macri. Además, dicen en la provincia, que le va muy mal a ella en las encuestas y camina a una derrota. Tiene miedo en provincia y tiene miedo en Nación. Algunos, que pretenden erigir sobre Cambiemos el fulgor de un triunfo, piensan que hay que hundir a Cambiemos y ensayar una alianza con Roberto Lavagna, el candidato de Techint que se abroquela en su propia sombra. No es todo: argumentan que la Alternativa Federal, que se redujo en una contractura feroz para quedar reducida a dos gobernadores, Pichetto y alguien más que pasa por ahí, puede ser opción. No excluyen disfrazarse con falso barniz peronista.
Al pie del patíbulo
Los gobernadores son Juan el Gringo Schiaretti y el decaído en votos, Juan Manuel Urtubey. Los otros, Massa jugando a ser más fuerte y no a quedarse, que eran varios, repensaron su vida una vez que se conoció la fórmula Alberto Fernández-Cristina y partieron sin ser vistos. Los Macri que quieren surgir sin Mauricio en fuga, se entusiasman creyendo que pueden unir a Lavagna con la Alternativa Federal, que acaban de diferenciar espacios, en una dupla que supere al peronismo. La intentona no alcanza para actuar en la filosa realidad que conduce al mes de octubre. El círculo rojo tiembla pero hay algunos empresarios que pueden y quieren conversar con la fórmula que tiene más votos. Uno de ellos parece duro como una roca pero es sensible a la realidad que conduce al bolsillo, y es amigo de dialogar con el que gana.
Ahora, en entornos del hijo de Franco, susurran: Macri-Vidal con la misma falta de convicción de un condenado al pie del patíbulo
En octubre, en lugar de buscar votos, muchos van a buscar abogados para evitar la difícil rutina del hierro vertical que los amenaza.
Y si Macri pensaba en Schiaretti, el llamado del cordobés (asesorado por Guillermo Seita, que pasó por el sindicalismo peronista y otros rumbos para recalar en Cavallo) a Scioli y al Tinelli que decae en la teve, lo deja ver como buscando rumbos por fuera de su órbita. O quiere un nuevo espacio o hace tiempo, allá lejos. Algunos creen en el gobierno que Schiaretti tiene variantes. Una puede ser acercarse a Cristina, otra, servir de apoyo a una fórmula macrista que abandone el sello Cambiemos. La tercera sería no jugar en las presidenciales abonando las tesis cordobesistas clásicas. “Que se cocinen en su salsa”, como dijo el general, sería su fórmula cuando ya ganó en Córdoba. En campaña, en tanto, no puede dejar de hacer señas; el silencio, en ese tiempo, lo expondría a las iras desde varios frentes. Sin embargo, no hay que dejar de lado que un ganador debe jugar a ganador. Y la historia le deja mejores referencias que Mauricio en la fórmula que lanzó Cristina.
Las encuestas y el abismo
Mientras Massa argumenta y espera alcanzar una candidatura acorde a sus expectativas, Macri analiza como elegido en fuga, si queda averiado o cae en lo abrupto. La convención radical del 27, el paro nacional unificado de todas las centrales, con cabeza en la CGT y la Corriente Federal, tienen la palabra en estos días. También el hecho de que los macridependientes conocen que por ejemplo en Tucumán, la fórmula Fernández supera en encuestas largamente el 50 por ciento y Mauricio viene abajo, a veces en un dígito sin esperanza. En otras provincias, como Misiones, hay predicciones semejantes.
El abismo, es posible reflexionar, es un camino que se suele negar a los invitados para que lo prueben solamente a la hora de estrellarse en sus muros. Engañar, ofrecer opciones brillantes, puede ser el modo de negar lo que quienes invitan a caminar, saben en la intimidad de su inconsciente. El descenso es el rasgo de la hora y hay que perseverar recordando que ni Mauricio ni sus acólitos son capaces de reflexionar sobre lo que, no sin crueldad artística, dijo alguna vez Jean Cocteau al advertir que “La vida es una caída horizontal.” Por eso, en experiencias como la que se vive hoy en territorio electoral, muchos no la perciben y en el círculo de los poderosos que se hicieron del gobierno en 2015, ni siquiera lo presienten.