Machirulo, piantavotos y la versión oficial
Oficialmente, el Gobierno recortó el mensaje de Macri a senadores peronistas y censuró la alusión a “las locuras que impulsa Cristina Fernández de Kirchner…”.
Escribe Alejandro C. Tarruella
Se asegura que hay diferencias severas en el gabinete de Mauricio Macri respecto a las declaraciones que realizó en un mensaje imprevisto, emitido hoy en los medios de difusión luego de ser grabado para su página de Facebook. Macri expresó a cámaras: “Pido a los senadores y gobernadores que haya un peronismo confiable y responsable. Que no se deje conducir por las locuras que impulsa Cristina Fernández de Kirchner…”.
Al conocerse la versión oficial, de Jefatura de Gabinete, Secretaría de Medios de Comunicación emitió una versión recortada que decía: “En relación con el debate sobre tarifas que tendrá la Cámara Alta, Macri pidió que los senadores justicialistas “demuestren que existe un peronismo responsable y confiable, que no se deja conducir por las locuras”. Así, el gobierno recortó al Presidente la frase “que impulsa Cristina Fernández de Kirchner…”.
Poco después, cuando Cristina replicó a Macri calificándolo de “Machirulo”, sucedió aquello que pone nervioso al macrismo: el término se viralizó pasando a ser el tercero más nombrado, palabra a palabra, en las redes. El escenario para Macri y sus funcionarios se convertía en una posible adversidad.
Macri está muy preocupado por la votación que puede aprobar, con los votos peronistas y aliados del Senado, una vuelta atrás en las tarifas eléctricas. El punto central que al Gobierno lo inquieta es que para los senadores peronistas y aliados, aprobar la ley, al conocerse de antemano la decisión de Macri de vetarla de inmediato, no tiene costo político. Se aprueba y quienes pagan el costo político son el Gobierno nacional y el Presidente.
Ante el estado de ánimo social, que cuestiona al macrismo profundamente llevándolo en las encuestas a su momento más negativo de gestión, la crítica del pueblo será a las autoridades nacionales. En cambio, si el Senado difiere el tratamiento de la rebaja de tarifas o no lo aprueba, el costo político es para los parlamentarios.
Tiempo de desventuras
Al censurar parcialmente en su versión oficial lo dicho por el Presidente, la Jefatura de Gabinete intenta evitar un primer plano a Cristina Fernández de Kirchner en una etapa en la que comienza a crecer en la consideración de la sociedad, respecto de los dos primeros años de gestión de Cambiemos.
El efecto marketing de Durán Barba que dispuso cargar prácticamente las siete plagas de Egipto al kirchnerismo, se derrumbó
El efecto marketing de Durán Barba que dispuso cargar prácticamente las siete plagas de Egipto al kirchnerismo, se derrumbó. Ahora cabe un tiempo de sutilezas, que no son el fuerte del Presidente y sus colaboradores. Acusar a Cristina de liderar una rebaja de tarifas, parecen imaginar en Jefatura de Gabinete, favorecería su imagen ante una población que asiste a un saqueo sin antecedentes históricos.
Jorge Giaccobe, analista político ligado al Gobierno, habla de 15 puntos de caída de Mauricio Macri en meses recientes. Se señala, además, que María Eugenia Vidal ya tiene más imagen negativa que positiva, en encuestas que se mantienen en reserva aunque intendentes del conurbano las conocen hace ya varias semanas.
El “recorte” a los dichos del primer mandatario parece indicar que la salida sin previo aviso del Presidente, que apeló a su página de Facebook como si fuera un mensaje “cerrado” para los senadores, se produce debido a una situación de debilidad motivada no ya por el peronismo o Cristina Fernández de Kirchner, sino por los graves errores de conducción de una gestión que se hunde en aguas del FMI y carece de respuestas.
El escenario ha cambiado y no es grato a los deseos del oficialismo
La misma reacción operada en el “recorte” de su discurso, se observó el fin de semana cuando “Clarín” señalaba que el regreso de las retenciones del campo eran posibles porque se trata de una de las exigencias del FMI, y “La Nación” aventuraba poco menos que quedaban descartadas. El escenario ha cambiado y no es grato a los deseos del oficialismo, las alegrías de los Panamá Papers son negadas por la dura realidad sobre la que se estrella la soberbia.
¿No es soberbia imaginar, en el límite de la ingenuidad, que un mensaje en Facebook iba a ser únicamente recibido por los senadores peronistas, garantizándose que no estallaría en los medios y la opinión pública?
