Los actores le responden a Lopérfido y piden su renuncia
El ministro de Cultura porteño cuestionado por negar a los 30 mil desaparecidos durante la última dictadura cívico – militar denunció «el mayor fraude de la historia audiovisual argentina», y objetó el rol de artistas como Rita Cortese, Gustavo Garzón y otros. La Asociación de Actores Argentinos no tardó en contestarle.
A través de un comunicado, el sindicato de actores respondió a lo que consideraron una «grave agresión» por parte de Darío Lopérfido:
«Sólo quien quiera tapar una de las más aberrantes declaraciones en cuanto a la vulneración de los Derechos Humanos cometida por la última Dictadura en nuestro país, negando el terrorismo de Estado, puede ligar con un supuesto fraude a trabajadores actores que solamente pusieron su fuerza de trabajo y su creatividad al servicio de una producción audiovisual. Estigmatizar a compañeros por sus convicciones políticas para intentar deslegitimar las críticas que recibe por ofender la memoria de nuestros compañeros detenidos desaparecidos negando crímenes de Lesa Humanidad, aparece como una burda y cobarde maniobra antidemocrática.
A esta altura de los acontecimientos su renuncia sería un mínimo gesto de dignidad
Ministro Lopérfido: haga las denuncias que tenga que hacer, jamás nos opondríamos al esclarecimiento de un delito si lo hubo, pero no esconda su falta de respeto y de responsabilidad institucional. Reivindicamos a los compañeros Actores atacados por Ud. en la convicción de que el hecho de ocupar un puesto de trabajo no los hace pasibles de acusación alguna.
Lamentablemente se ha desbocado nuevamente, esta vez para agredir trabajadores, y ha hecho otro gesto que en vez de defender la cultura desde el cargo que le confirieron, la ataca como ya lo hizo en el pasado integrando un gobierno que la avasalló, responsabilidad de la que tampoco se hizo cargo ni emitió autocrítica alguna, para volver ahora como fantasma del ayer a completar la tarea y adosándole la falta de respeto a los Derechos Humanos.
A esta altura de los acontecimientos su renuncia sería un mínimo gesto de dignidad y de aporte a la convivencia pacífica tan fomentada desde su espacio partidario».