Liderazgo PRO: ¿cuanto peor, mejor?
Una consigna acuñada por la izquierda revolucionaria (agudizar las contradicciones del sistema) parece ahora guiar las acciones de la derecha neoliberal.
Por Claudio Siniscalco
“Los extremos se tocan”, sostiene una frase del sentido común. Sin discutir en este momento la validez de esta aseveración, lo cierto es que una parte de la actualidad política de nuestro país muestra un punto de contacto con el movimiento revolucionario ruso del siglo XIX.
El origen de la expresión “cuanto peor, mejor” suele adjudicarse a Nikolay Gavrilovich Chernyshevsky, un escritor y revolucionario ruso que inspiró, entre otros, a Lenin.
La idea era profundizar el deterioro de las condiciones de vida de los obreros y campesinos (es decir, empeorar aún más la gestión del capitalismo) para precipitar una revolución que llegaría de manera inexorable.
Pasaron cosas, demasiadas, desde que Chernyshevsky expresó sus ideas en la década de 1860, y desgraciadamente para la mayor parte de la humanidad, el que agudizó las contradicciones del sistema –en el mundo y en la Argentina- fue el propio capitalismo, concentrando la riqueza en unos pocos y empobreciendo a la mayoría, sobre todo a partir de la derrota político-militar-cultural del bloque soviético.
Mentiras y fascismo
En nuestro país, la alianza liberal-fascista Cambiemos, luego llamada Juntos por el Cambio, aplicó el “cuanto peor, mejor” a todos los aspectos de su gestión y, por lo tanto, de nuestras castigadas vidas.
Como si no bastara el maltrato económico, le sumó el cultural. El saqueo de las cosas, pero también el de las voluntades, el de la dignidad, el de la memoria, el de la historia.
Lejos de una autocrítica tras su trágica gestión, el liderazgo del PRO sigue respondiendo a la estrategia de saquear-ocultar-mentir. Y en esa línea es absolutamente coherente el ascenso de Patricia Bullrich a la conducción nacional del partido.
La ex ministra, cuyos mayores aportes al sistema democrático fueron el encubrimiento del crimen de Santiago Maldonado y la promoción de los asesinatos policiales por la espalda, encarna fielmente los valores del sector al que representa.
“Para mí es un orgullo y una responsabilidad dirigir el PRO. Agradezco a Mauricio Macri y me comprometo a trabajar por la libertad, la transparencia y la igualdad de oportunidades como motores de todo cambio positivo en la sociedad”, dijo Bullrich al hacerse cargo de su nuevo puesto.
Mauricio Macri puede estar tranquilo. La defensa de los principios de su “Propuesta Republicana” (PRO) está en muy buenas manos. La nueva jefa será peor que él (es decir, mejor) en la negación de la libertad, la transparencia y la igualdad de oportunidades.
