Laura Sotelo, dirigente de ATE Capital y miembro de la CTA de los Trabajadores y Trabajadoras, habló sobre todos los temas: Balances del triunfo electoral del campo popular, el rol del movimiento feminista en la nueva etapa, la mirada de Alberto Fernández sobre el aborto, la discusión sobre el nombre del Encuentro Nacional de Mujeres, entre otros.
La dirigente de ATE Capital y miembro de la CTA de los Trabajadores y Trabajadoras, Laura Sotelo, dialogó con AGENCIA PACO URONDO y ofreció su lectura sobre diversos temas. Balances del triunfo electoral del campo popular, el rol del movimiento feminista en la nueva etapa, la mirada de Alberto Fernández sobre el aborto, la discusión sobre el nombre del ENM y mucho más.
¿Cómo vislumbra el rol del movimiento de mujeres en esta nueva etapa del campo popular que marca la presidencia de Alberto Fernández?
Laura Sotelo: Lo primero que me gustaría decir es que hay que sacarse el sombrero por nuestra tradición política. Porque este pueblo no dejó de luchar. Porque tenemos organizaciones fuertes en todos los aspectos. Una puede compararse con experiencias como la chilena y ahí se ve que la Argentina tiene un plus, tiene mediaciones para encauzar las demandas sociales como lo es el movimiento obrero organizado y una fuerte participación de los partidos políticos, de los movimientos sociales, el feminismo.
Es un triunfazo del campo popular. Hubo momentos donde pensamos que el neoliberalismo había ganado la batalla cultural. Este pueblo en su larga historia de saber lo que quiere, de resistencia, pudo encontrar una salida política a lo que podría haber sido la masacre de la Justicia Social
El rol del feminismo en la etapa que viene con Alberto y Cristina va a ser fundamental. Fuimos las primeras constructoras de la unidad, en la calle, en las organizaciones. Ya no es posible un gobierno que eluda nuestras demandas. No puede haber Justicia Social si no hay igualdad de género. El pacto social es con nosotras.
En este escenario un elemento importante fue el liderazgo de Cristina…
LS: Este triunfo es posible por múltiples causas. Pero una no puede dejar de destacar el gran gesto de la conductora Cristina de descentrarse. Creo que hubiera sido imposible que un hombre hiciera lo que hizo Cristina. Eso no es menor. Es profundamente feminista esa acción de Cristina. Un varón no lo hubiese podido hacer porque el mandato de la masculinidad no lo permite.
¿En este escenario qué lugar imagina que tendrá la discusión sobre la legalización del aborto?
LS: En relación a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo las expectativas son muchas. Más temprano que tarde será ley. No se vuelve atrás de la marea verde. Ya hubo una despenalización social del aborto. Más allá de cómo quedan las Cámaras, que no es algo menor. Pero no creo que eso sea lo determinante si no que nosotras no vamos a salir de la calle hasta que sea ley. Alberto Fernández ya se pronunció en variadas ocasiones. Lo hizo en el debate. Sabemos también cómo votó Cristina en las históricas jornadas. Hay un signo político que va acompañar la posibilidad de que sea ley.
¿Cómo se piensa esta discusión complementariamente a la recuperación del Estado?
LS: Necesitamos que Salud vuelva a ser ministerio. Que la legislación que tenemos hoy se cumpla en lo inmediato. Que cuando el aborto es legal se cumpla. Que se jerarquicen programas como el de Salud Sexual y se implemente la ESI. Que haya acceso a Misoprostol. Que se cumplan los protocolos de abortos no punibles.
¿Cómo analiza la discusión en torno al nombre del «Encuentro Plurinacional de Mujeres Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries”?
LS: Más allá de que hayan aparecido resistencias hacia el interior del movimiento, creo que lo importantísimo es la acción política de nombrar como una acción propia del feminismo. Teniendo en cuenta que durante los siglos de los siglos callaron nuestras identidades.
En el hecho de desocultar lo que la historia oficial calla estamos haciendo política
Es importante recuperar nuestra historia para alumbrar lo que viene. Ahí aparece algo muy interesante en ese jaque al pacto colonial. Al pacto de silencio. Le podemos imprimir al feminismo popular una mirada latinoamericanista. Es una acción propia del feminismo el desborde de los límites, los bordes y las fronteras. Reconocemos que todos los territorios están poblados por la diversidad.
¿Esta discusión se amplía a cómo se piensa el Estado?
LS: Estamos recuperando los destinos de la patria y del estado en manos del campo popular y nacional, que podríamos empezar a nombrar plurinacional. Nombrarnos plurinacionales redefine la discusión sobre cómo se piensa el Estado.
Nosotras desde ATE Capital tenemos una canción que dice desde “el Estado le doy la guerra al patriarcado”. Algo que parece una contradicción si uno piensa que el Estado se funda entre una alianza entre capitalismo y patriarcado. ¿Es posible darle guerra al patriarcado desde el Estado? Ahí también empezamos a correr los límites de lo que puede ser el Estado. Las que pertenecemos al campo nacional y popular creemos en el rol del Estado, como el motor para igualar, para nombrarnos todes. Me interesa pensar la idea de un Estado no patriarcal. ¿Es posible pensarlo?
¿Qué balance realiza de estos años de avance feminista dentro del movimiento obrero organizado?
LS: Nosotras vemos un balance positivo. Es más de lo que podíamos imaginar. Hoy es una realidad el feminismo sindical. Antes no lo podíamos decir.
Hoy esa alianza estratégica entre feminismo y sindicalismo nos permitió vertebrar la resistencia y generar la unidad que se traduce en esta victoria
Además, recientemente participamos en el histórico congreso de la CTA donde empezamos el camino de unidad del movimiento obrero y ese armado nos tiene a nosotras en el Frente Sindical de trabajadoras organizadas. Pudimos realizar los paros y ser masivas. Pudimos no retroceder y arrancar conquistas. Fuimos construyendo en distintos momentos históricos demandas históricas. Pudimos parar una reforma laboral en el 2018. Nosotras paramos una reforma laboral que venía encubierta en nombre nuestra.
Por Ludmila Sueiro y Santiago Asorey, para APU – Foto: Dani Moran
