“Lagarde es la primera en reírse de Macri”

El ex Jefe de Gabinete afirmó que Macri es el presidente menos idóneo desde el regreso a la democracia y nadie en su sano juicio puede decir tales estupideces. Además, relató que habla a diario con Cristina Fernández de Kirchner y confía en que la oposición alcanzará la unión.
Hugo Gulman
-¿Estás entre los hombres que se pueden enamorar de Christine Lagarde?
Fernández: No (risas). No me pidas tanto, la política me ha pedido cosas, pero eso sí que no. Qué locura, qué locura.
.¿Te imaginas paseando al perro con Juana Manso y cruzar una mirada con Christine?
Fernández: Creo que el perro no querría salir…
El importante dirigente concedió una entrevista al programa Al final del túnel, que se emite los martes a las 17 por Radio Caput. A continuación transcribimos el diálogo:
-¿Cómo analizás el día de paro y la salida de Caputo?
Fernández: Casi me animaría a decir que el día de hoy es casi un paso de comedia de alguna película de Hollywood de los años 60, porque a la mañana mientras miraba lo que los portales mostraban, con Macri recibiendo un premio de una asociación conservadora de los estados Unidos bailando con una señora que es la presidenta de la asociación, y hacía declaraciones del enamoramiento de Christine Lagarde y lo felices que son los argentinos por lo bien que se lleva con Lagarde, el país estaba totalmente paralizado después de una jornada impresionante como la de ayer. Como si eso no bastara, renuncia el presidente del Banco Central. Nadie lo esperaba. En el contexto en el que Macri lo planteaba era imposible de suponer. Si uno tuviera que decir: pintá una escena absurda, pintaría esta escena. Este es un presidente ajeno al país que gobierna, que habla idioteces de la presidenta del Fondo Monetario. Eso que nos sorprende, sorprendería a cualquier persona del mundo.
-¿Conociendo al poder desde adentro, pensás que en el exterior se ríen de Macri?
Fernández: No tengas dudas. La primera que se debe reír es Lagarde. No me imagino a Macron diciendo una cosa así de Lagarde. Nadie se animaría a decir una cosa semejante. Es una frase ridícula, Macri no tiene noción. Macri es el presidente menos idóneo que hemos tenido en la democracia. Se molestan con lo que digo, no es un agravio, es una descripción: es un hombre muy poco preparado, nadie en su sano juicio puede decir las estupideces que dijo hoy Macri. Nos asombramos por las “relaciones carnales” que planteó Guido Di Tella, hoy nadie hace semejante elogio al FMI.
-Se comentaba que el discurso de Macri sería en inglés, cosa muy poco frecuente…
Fernández: Sí, es imposible, no poco frecuente. El problema con Macri, y no disparen por lo que voy a decir: Macri cree que Argentina es un país marginal que para sobrevivir tiene que quedar bien con los poderosos. Él lo cree. Él cree que en el mundo dicen “qué maravilla, cómo habla en inglés”. Y lo que dicen es “qué ridículo cómo deja su idioma de lado”. ¿Cómo se animaron a votarlo? Sinceramente lo digo, quizás lo hicieron un odio a Cristina.
-¿Pensás que ese odio a Cristina sigue vigente o se va disipando, a medida que la inflación es cada vez más alta, el dinero alcanza cada vez menos?
Fernández: Desde 2015 a 2017 hay diez puntos que votaron a Macri que lo abandonaron en 2017. Bajó de 51 a 41. Del 41, hay 6 que se sumaron a la crítica y lo están abandonado. Quedan 35: es el núcleo duro antiperonista. De ese 35, hay 20 puntos que se llama el “club del flan”, que se ríen de Casero diciendo estupideces, esos siempre van a decir que se robaron un PBI y tiene la plata enterrada en la Patagonia, son odiadores seriales y necesitan más un psiquiatra que un presidente.

-El punto está en ver quién capitaliza esos 15 puntos que perdió.
Fernández: Hay una encuesta reciente que hizo Raúl Timermann sobre los cuadernos. Un tercio de la sociedad dice que lo de los cuadernos es verdad, esos siguen a Macri. Un tercio dicen que es todo mentira, son los que siguen a Cristina. El tercio restante fluctúa a favor de Cristina.
-Hace unos meses contaste que te reuniste con Cristina, se armó un despelote, porque muchos empezaron a pensar que era viable una unidad del peronismo. ¿TE volviste a reunir con ella? ¿Pensás que esa unidad se puede lograr?
Fernández: Yo creo que la unidad es viable. Hablo todos los días con Cristina, también con Massa, con Pichetto. Me preguntan por Cristina porque es la uqe más votos tiene. En lo personal me alegra enormemente haber recuperado mi amistad con Cristina, que la grieta, como diría Lanata, nos había puesto en lugares distintos. La unidad de la oposición es inevitable, la gente te empuja a unirte. Cualquier opositor que vio las calles va a querer unirse para enfrentar a Macri. Si no lo hacés la gente lo va a cuestionar, no Cristina o Massa. Es inevitable, lo que tenemos que hacer es resolver rencillas y errores de los últimos años. Lo veo posible. En el mientras tanto hay que ver fogoneos de dirigentes que quieren llegar lo más fuertes a esa unidad. Es posible pensar que haya una PASO.
-Cuando estabas en el Grupo Bapro organizaste un evento que tenía que ver con la corrupción. Recuerdo una frase que dijiste: hablaste de 15 mil millones de dólares que se iban en la corrupción. Hay gente que niega la corrupción como palabra, que no lo liga a la política sino a un delito común vinculado a la política.
Fernández: Siempre me preocupó el tema de la corrupción por los costos que supone, no es algo gratuito, siempre se paga. La pagamos con impuestos, cuando es privada la pagamos en el precio. La corrupción privada existe, muchos no le prestan atención. Yo estaba vinculado al estudio de la corrupción en instituciones privadas. Trabajé con universidades americanas, con gente que en Estados Unidos analizó el problema como un costo adicional a los costos de producción. Para muchos la corrupción no es un problema, siempre es un costo. El que paga la coima lo carga en el precio. Ahí hay un muy serio problema, ese costo privado nadie le presta atención: el empresario no lo deduce de sus ganancias, lo carga al precio. A fines de los noventa se hicieron una serie de estudios que decía que el sector privado gastaba 15 mil millones de dólares por año, es increíble, era la época del uno a uno.
-¿Cómo desarmar esto?
Fernández: Hay dos problemas: de sistemas y de moral social. Algunos cuentan que cuando Odebrecht vino a Argentina hizo una reunión con directivos de América Latina porque tenían que hacer frente a auditorías internas y pagar coimas. Dijeron que no había que hablar de ese tema y seguir haciendo lo que hacían. Ahí hay un problema de falta de controles dentro del organismo, de la sociedad, de la empresa. Los argentinos tenemos un problema como sociedad, después todos se rasgan las vestiduras, pero todos tienen pequeñas actitudes que hacen que la sociedad sea menos transparente. En el mundo existe lo correcto y lo incorrecto, pero en Argentina hay una zona intermedia que es el curro. El currito es algo que en principio está prohibido pero toleramos. En las grandes empresas en Argentina al gerente de compras lo cambian, porque piensan que en ese tiempo ya quedó afectado por los procedimientos de compras. El que compra pasajes en una multinacional a fin de año tiene garantizado sus pasajes para él y su familia gratis; el que compra los muebles para la oficina tiene garantizado el mobiliario para el living de su casa. Son vicios.





