La revista Time suma elogios a Alberto ante la crisis de la salud y el cambio mundial
Según la revista Time, el manejo del presidente Alberto Fernández de la crisis producida por la pandemia ubica a la Argentina entre los once países que manejan mejor el problema sanitario en el mundo. El prestigioso medio toma en cuenta tres elementos: el tratamiento sanitario del problema, la reacción política derivada y las medidas económicas y financieras del gobierno argentino.
Escribe Alejandro C. Tarruella
Tres razones contundentes
En el gobierno sorprendió la estimación dado el momento difícil que se atraviesa en la actual etapa, cuando aumentan los contagios, debido entre otras razones a que las autoridades de salud van de modo directo a los focos de infección.
El consultor y profesor de la Universidad de Columbia Ian Bremmer, editor y columnista de temas internacionales y asuntos exteriores de la revista, estableció que, de acuerdo a las precisiones sobre la crisis y sus resultados por el país, “Sus números son considerablemente mejores que los de sus países vecinos”. Cree Bremmer que Argentina como Grecia, “superaron las expectativas con un buen comienzo pero tienen desafíos por delante”.
Y destacó que el caso nacional es el más sorprendente de todos, porque se produce en momentos en que debate con acreedores internacionales evitar un default, debido a que el 20 de marzo impuso la cuarentena a poco más de diez días de sufrir la primera víctima. Bremmer enfatizó que eso hace que “los números argentinos luzcan mucho mejor que los de los países vecinos y que contaran con el visto bueno opositor a las medidas adoptadas que lograron hasta un 83 por ciento de apoyo de la ciudadanía.”
Señaló el periodista que Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, son peronistas y propician políticas económicas que se atribuyen a la izquierda, “En línea con sus raíces ideológicas ofrecieron ayudas económicas de 10.000 pesos a los trabajadores con menores remuneraciones para respaldarlos durante la crisis”.
Este artículo de la revista @TIME cita a la Argentina como ejemplo entre “las mejores respuestas globales a la pandemia de COVID-19” gracias al compromiso de todos.
Está en inglés, pero con el traductor del navegador pueden leerla en castellano.https://t.co/gcAn3lHXK5
— Alberto Fernández (@alferdez) June 12, 2020
Una suma de motivos
Alberto Fernández ha sido mencionado ya en varias ocasiones como uno de los mandatarios mundiales que trató en tiempo y con medidas contundentes los efectos de la pandemia. Fue en mayo pasado cuando The New York Times señaló en su portada que el presidente “refuerza su influencia política mientras hace frente a los acreedores internacionales ante una importante renovación de la deuda pública”.
“El golpe del coronavirus: el presidente de Argentina crece en las encuestas sobre el manejo de la Covid-19”, tituló sobre investigaciones de consultoras argentinas. “una encuesta hecha por la consultora Managment & Fit la segunda semana de mayo dijo que el 83% de los argentinos aprueba su manejo de la crisis”, sostenía.
En los primeros días de mayo, el primer ministro italiano, en nombre de su gobierno, elogió ante el mundo la estrategia de trabajo sanitario de Alberto Fernández, en particular, por haber anticipado la cuarentena obligatoria, mientras Italia tenía ya en ese momento más de 28 mil víctimas. Fernández conversó largamente con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte acerca de la pandemia y la deuda externa argentina, en proceso de negociación. Conti apoyaría a la Argentina también en el tema de los acuerdos para solucionar las consecuencias del endeudamiento del gobierno de Mauricio Macri.
En abril pasado, otro diario norteamericano, The Nation, había elogiado las políticas encaradas por el presidente argentino, que a poco de asumir tuvo que dejar de lado un programa previsto para su gobierno y abocarse a dar vuelta las previsiones de esa primera etapa ante la crisis sanitaria.
The Nation resaltó que lo hecho “muestra cuánto es posible cuando un gobierno pone a las personas antes que a las ganancias”, profundizando las razones del apoyo al unir la problemática de la salud al concepto del gobierno respecto de cómo situarla en relación a la economía, que había recibido en condiciones desalentadoras. El medio recordó que Fernández había dicho a los empresarios, luego de años de ganancias desaforadas: “Muchachos, les llegó la hora de ganar menos”, en rumbo a la igualdad que promovió en la campaña electoral. Y esa no fue la última de las menciones positivas que recibió el país.
Alrededor del 10 de mayo, en un seminario virtual del Financial Times británico, fue la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, quien exaltó las medidas dispuestas por el gobierno de Alberto Fernández para hacer frente al coronavirus. Georgieva volvió a expresar en esa ocasión que el organismo iba a apoyar al país.
“Ciertamente estamos dispuestos a apoyar a la Argentina en su lucha contra la doble crisis; la crisis del coronavirus y el problema de la sostenibilidad de la deuda, eso es claramente bastante grave”. Era una de las primeras ocasiones que un funcionario de su peso unía ambos aspectos para resaltar el manejo de la Argentina a un desafío a dos puntas.
The Nation resaltó que lo hecho “muestra cuánto es posible cuando un gobierno pone a las personas antes que a las ganancias”
También en mayo, el periódico inglés The Guardian, medio de relevancia mundial, resaltó el camino emprendido en la Argentina por Alberto Fernández. “No podés recuperarte de la muerte”, remarcaba al referir el éxito del país que había aplanado la curva de contagios. The Guardian señalaba que Fernández actuaba con un marco de referencia económico en la deuda externa y la inflación que dejó Macri, que superaba el 50 por ciento.
De ese modo, medios y funcionarios de diversos países hacen alusión al efecto positivo de las medidas del gobierno argentino en la salud y en la deuda, y permiten observar que las mismas colocan al país en una suerte de centro de escena simbólico. Es notorio que el gobierno argentino ha decidido el camino a seguir tomando en cuenta la presencia de un nuevo mapa mundial cuando aún se dibuja su silueta en un plano contradictorio y vertiginoso.
Es posible estimar que, una vez más, Fernández se anticipa, en este caso, a los acuerdos que forzarán un nuevo orden pluriversal y poliédrico, como lo suele expresar el Papa Francisco.
