La inexorable conexión entre la muerte de un periodista argentino y la dictadura de Áñez
El periodista argentino Sebastián Moro falleció mientras cubría el golpe de Estado a Evo Morales en Bolivia. Los signos de tortura, la falta de ayuda por parte de la Embajada de Argentina y la aceleración de los trámites para una cremación exprés son hechos que no dan espacio a las casualidades.
Tiempo atrás, Moro se ganaba la vida haciendo las de editor del semanario Prensa Rural, conductor en radio Comunidad de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) y corresponsal del periódico Página 12. Su experiencia en cobertura de juicios de lesa humanidad y de derechos humanos le permitió ser corresponsal del diario en Bolivia para cubrir los comicios donde, posteriormente, Evo Morales iba a resultar triunfador y, al poco tiempo, víctima de un golpe de Estado.
Penélope Moro, hermana de Sebastián, contó que hasta el 9 de noviembre la comunicación con él fue fluida, y que después de haber terminado su reporte para Página 12 y de haber ofrecido información a otros medios de comunicación, ya en la noche les dijo que iba a caminar porque “estaba acongojado” porque era casi un hecho la renuncia de Evo.
“El domingo (10 de noviembre) fue imposible comunicarse con él, enviamos a un amigo a que entrara a su casa por la fuerza, presentíamos que algo había pasado porque estaban amenazados, costó que pudiera ingresar, fue encontrado en estado de seminconsciencia en su casa, se lo internó”, relató Penélope.
Al otro día, Penélope llegó a la clínica donde estaba Sebastián, donde lo encontró en estado de coma: “Noté los golpes en su cuerpo. Preguntaba a los médicos si tenía relación con los golpes que tenía en el cuerpo, me decían que no necesariamente, otros me decían que son propios de una tortura y que habría sufrido golpes previos y otros no nos querían responder”.
La Embajada no ayudó
Ante la desesperante situación, Penélope buscó ayuda en la Embajada de Argentina, más precisamente al por entonces embajador Normando Miguel Álvarez García. “Él nos negó que un avión sanitario trasladara a Sebastián antes de que muriera alegando que no podía aterrizar un avión extranjero debido al conflicto social y político que se estaba viviendo”, relató.
“Se ve que estaba muy ocupado en otros trámites y no volvía, supuestamente él decía que había dado asilo a todos los periodistas argentinos en Bolivia, pero omitía decir que había internado en un hospital un periodista argentino”, contó en el marco de una entrevista brindada a Radio 10.
Al poco tiempo, Moro falleció producto de lo que lo había llevado a estar internado. Es allí cuando se desata otra maniobra que, con la perspectiva actual, no hace otra cosa que dejar en evidencia un intento por ocultar la situación: “Yo tenía mucho temor por lo que le había pasado a mi hermano. Nos pedían que dejáramos el cuerpo en Bolivia y que nos vayamos, por eso decidimos cremarlo. Cuando decidimos hacerlo, la embajada enseguida nos consiguió todo lo que necesitábamos, no querían dejar evidencias, ahora nos damos cuenta”.
“No es casual lo que sucedió, por eso estamos pidiendo que nos ayuden a encontrar la verdad”, sentenció.