
LA GRAN FALACIA NACIONAL EN EL MUNDO DEL REVÉS
Recordando a María Elena Walsh
El Presidente abusando de la cadena nacional escribió y leyó un discurso en el que nos avasalló e intimidó con la supuesta intención de fingidas penalidades a los legisladores por… legislar. Por cierto, que no lo hizo por ignorancia, sino que, por el contrario, y por el absurdo, para atemorizarnos con la idea que respecto de su voluntad no existe límites democráticos ni división de Poderes, propio de una República.
Así fue, que se despachó afirmando que “estaré enviando un proyecto de ley al Congreso para penalizar la aprobación de presupuestos nacionales que incurran en déficit fiscal…” para rematar la amenaza insustancial con “también establecerá [el proyecto] una sanción penal a los legisladores y funcionarios que no cumplan con estas nuevas reglas fiscales»
Considero que lo primero para destacar es que este supuesto Proyecto de Ley, además de que sería nulo, de nulidad absoluta, es absolutamente falaz, toda vez que en los hechos no existe el Presupuesto Nacional 2025, ya que lo que se está ejecutando merced a dos decretos es formal, pero no materialmente, el Presupuesto 2025, sino el que fuera allá lejos y hace tiempo el Presupuesto 2023.
Por esto, y conforme a una sentencia de la Corte del año 2022 que define de comienzo al ardid como «la apariencia de legalidad», cabría subsumir en esta calificación su intención de pretender que existe un Presupuesto 2025, lo que a todas luces es fácilmente corroborable de que no es cierto ni verdadero, sin que para ello sea necesario oficiar de experto en Derecho ni de detective, por cuanto bien se conocen los motivos subyacentes, por ser de público y notorio.
La segunda cuestión ardidosa y falaz, que deriva directamente de lo anterior, sería que el Presidente pretende subrepticiamente -con pronóstico más que dudoso- que la ciudadanía y los jueces homologuen -con el fin de aplicar la ley represiva de legisladores que imagina- el «Presupuesto» que arma y construye a su voluntad sin aprobación del Congreso, gracias a un cóctel normativo supremacista que se auto legisló en contra de la Constitución Nacional (DNU 70/23); la Ley Bases, y, aquella otra que emite cual führer sin ley, mediante decretos que directamente carecen de todo fundamento constitucional y legal.
En conclusión, como no existe un Presupuesto Nacional 2025 que sea realidad real, palpable, difícilmente pueda penalizarse a los legisladores por … legislar respecto de la inversión publica, lo cual le es propio de su función constitucional. y menos por infringir una ley sancionada por el Congreso Nacional que no existe, cuando lo que sí existe es una “apariencia de legalidad”, o sea un ardid.
Tampoco los argentinos tenemos que permitirnos que nos confundan con que una planilla Excel es el Presupuesto Nacional 2025 sancionado en el año 2024, como corresponde constitucionalmente, porque aquello, la planilla, constituye precisamente la “apariencia de legalidad”.
Llega un momento que al análisis de la realidad no le son suficientes las ciencias sociales, si necesarias, pero que claramente no agotan la comprensión. Y es allí, y en esta instancia donde el arte irrumpe para ayudarnos a entender, sea desde la poesía, el cine, el teatro, la música, la danza, la pintura, los títeres, etc.
Es entonces, que si bien desmiento y rechazo que existan realidades paralelas, pero sí que, a no dudarlo, existen visiones y abordajes paralelos que se complementan y se unirían en el infinito, según enseña la geometría clásica-
Atento a esto es que pensé recurrir a la poesía para abordar una dimensión de la realidad argentina que nos toca vivir en el mundo del revés, y para ello nada mejor que recurrir a María Elena Walsh, quién en el año 1963 o 1965, precisamente, escribió un poema cercano a este concepto mientras gobernaba una de las dictaduras militares que en este episodio fue la que derrocó a Arturo Frondizi con el pretexto de haber recibido al Che Guevara, y, que junto a otras varias causas vienen destruyendo a la Argentina desde el año 1930, después del golpe de estado y derrocamiento de Hipólito Yrigoyen.
Revolviendo el baúl de los recuerdos encontré en algunos versos de su poema El Reino del Revés un pensamiento que ayude a vislumbrar lo que estamos viviendo.
“Me dijeron que en el Reino del Revés/nada el pájaro y vuela el pez,/que los gatos no hacen miau y dicen “yes”,/porque estudian mucho inglés.
Me dijeron que en el Reino del Revés/nadie baila con los pies,/que un ladrón es vigilante y otro es juez,/y que dos y dos son tres”.





