La Fé por montañas y hasta Marambio
La visita de Jorge González a la base argentina en la Antártida constituirá un hecho histórico; en una exclusiva para IB24 nos comenta su historia.
«Este sábado voy a la basílica de Luján a retirar una imagen del «Negro Manuel» que se llevará a la base Marambio y quedará en la capilla de nuestra señora de Luján en la base; y Dios mediante cuando el Papa Francisco lo nombre santo al Negro Manuel ahí, seguramente le harán el oratorio correspondiente» nos cuenta Jorge.
El «Negro Manuel»
Manuel Costa de los Ríos fue un esclavo africano que en 1630 fue testigo del milagro de la virgen y hoy se encuentra camino a su beatificación.
La Virgen de Luján es la patrona de la Argentina. En 1630, dos imágenes de la Purísima Concepción de María, traídas desde Brasil, llegaron al puerto de Buenos Aires y desde allí emprendieron viaje a Santiago del Estero. En el camino, las carretas que las transportaban detuvieron su marcha a orillas del río Luján. Pese a los intentos de bueyes, estos no consiguieron mover las carretas que habían quedado inmovilizadas. Los transportistas se dieron cuentas que al quitar una de las imágenes de la virgen de la carreta, ésta se movía. Por este motivo, la pequeña imagen de 38 centímetros, de terracota pintada, allí se quedó y se convirtió en la Virgen de Luján, casi 200 años de iniciarse la creación del Estado argentino. En ese entonces, el Negro Manuel era propiedad de Bernabé González Filiano, administrador de la estancia a orillas del río Luján donde ocurrió el milagro, y éste lo encomendó el cuidado de la imagen.
La historia del peregrino
Jorge tiene 56 años y vive en la ciudad de Tucuman, situación que describe como «una decisión por amor… me casé con una tucumana en el 2018».
Fue sacerdote católico ordenado en 1991 hasta el 2001, años en los que predicó en la provincia de Buenos Aires, Neuquén, Salta y Jujuy. «Ejercí el ministerio en lo que se conoce como el antiguo obispado de Morón que alcanzaba lo que hoy se conoce como la diocesis de Moreno.
Yo después pido una licencia. No tenía dinero pero si tiempo y una bicicleta así que lo primero que hice fue, un sueño que tenía, conocer el santuario de Nuestra señora de Guadalupe en México, la patrona de Amércia Latina, y agarre la bici y salí pedaleando hasta México por la ruta Panamericana. Tarde casi seis meses en llegar y luego, viendo el precio del pasaje de vuelta, decidí volver bordeando el océano Atlantico»
La travesía latinoamericana entusiasmo a Jorge que nos comenta «también estuve recorriendo gran parte de Europa en bici, trabaje bastante allá pintando casas, departamentos. Eso me ayudo a continuar con la travesía de Marruecos a Egipto por todo el norte de Africa en bici»
La primera profesión de Jorge es Guía de Alta Montaña que fue el empleo al que se dedicó, tras andar por el mundo, en el Parque Nacional Aconcagua. «En el 2012 junto con un gran escalador, para mí uno de los mejores que ha generado nuestro país, Mariano Galván, armamos la primera expedición argentina al Everest sin oxigeno y sin ayuda de Sherpa.
Justo ahí le propongo a Mariano, que en 2012 se cumplían 30 años del tema Malvinas, entonces subimos con la bandera nacional con la insignia de Malvinas Argentinas.
Al regreso me contacte con el director del museo de Malvinas, que funciona en la ex ESMA, y ahí deposite la bandera que todavía sigue presente».
«Nuestro ascenso al Everest esta en los anales como la expedición más económica que hubo en toda la historia, no teniamos muchos recursos pero si mucha pasión y ganas de subir. Venian a sacarnos fotos por que usabamos carpas de los años ’50 y ’60 por que era lo único que nos alcanzaba para alquilkar o comprar, así y todo el objetivo se logro»
El milagro del amor y la fé
Tras el ascenso llevando la bandera Jorge y Mariano fueron invitados a brindar charlas en diferentes partes del país, fue justamente en Tucuman donde conocería a su compañera de vida. Nos comenta que tras realizar los tramites de dispensa, dado que desde la institución católica aguardaban por su vuelta a los hábitos, Jorge apuesta a una vida en familia así contrae nupcias en 2018.
En 2020 le diagnostican cancer y ante la necesidad de avanzar con los tratamientos aparece el planteo del sueño de paternar; fue por esos días donde aparece la imagen del Negro Manuel. «Como sacerdote conocía la historia de Luján pero de refilón la del Negro Manuel, que es parte también de su historia por que siempre se volcó más al tema de la imagen de la Virgen de Luján; que es parte también de la humildad del Negro Manuel. A travéz de unos amigos recibo una estampa y empezamos a rezarle por mi salud y por el sueño de ser papas. Al mes y medio que yo estaba con tratamiento de rayoterapia mi señora me informa que estaba embarazada.»
Luna Milagros nace el 22 de febrero del 2022 «Luna por que es un nombre que siempre nos ha gustado y Milagros justamente por el Negro Manuel».
Trés décadas de espera
La visita a Marambio «la pedía desde que era sacerdote pero no se daba la oportunidad. Despues cuando deje el ministerio lo seguí haciendo pero tampoco se dió y el jueves pasado ante la gentileza de Joaquin Diprandi, abogado que trabaja en el Ministerio de Defensa, parece que vió las cartas y me concede esa oportunidad. El Comando no sabía que yo estaba enfermo, entonces le comento mi situación, ellos me invitaban a hacer la campaña que es de un mes y medio pero ante la insistencia y tras conocer un poco más la historia lo que me ofrecen es irme por uno o dos días a la Base Marambio.»
Durante la entrevista Jorge entre corta su relato abordado por la emosión: «Para mi sorpresa, si yo tengo que decirle algo. Cuando a uno le dicen que tiene cancer es un golpe fuerte, cuando le dicen que vuelve otra vez después de tanto esfuerzo, de lucha que vuelve otra vez es duro pero a mi, si tengo que decir algo, el cancer me dió dos motivos de lucha muy fuertes; una el nacimiento de mi hija Luna Milagros, a los 56 años ser padre es extraordinario. Y por otro se me cumple un sueño después de treinta años de gestión de poder ir a la Antártida».
«Siempre que hacía gestas deportivas le encontraba un trasfondo social. En 2014 fuí a la cumbre del Aconcagua y lleve la bandera de la Fundación de Marita Verón, conocí a la señora Susana Trimarco. Cuando en Mendoza se discutía la Ley 7722 de las mineras hice una travesía desde el Congreso en Buenos Aires con una bicicleta que compre en Caña Tacuara, hice toda la ruta 7 hasta Mendoza y después de ahí subí a la cumbre del Aconcagua.
«En el 2004 tuve la oportunidad de conocer al Dalai Lama durante su exilio, y después de haber subido una montaña de allá que es el Choyu, que es una de las cumbres más altas dentro del cordón del Himalaya, donde se encuentra el Everest; están los 14 picos más altos del planeta, allí llevé la bandera Tibetana por un Tibet Libre».
«Ahora que estoy haciendo este viaje a la Base Marambio, tramite en la casa histórica de Tucumán y por la gentileza de la dra. Cecilia Orozco, la directora del museo, me entregaron tierra de los jardines de la casa histórica con una copia del acta de la independencia del 9 de julio de 1816, que llevo a Base Marambio. Por que es parte del territorio nacional, es parte de nuestra historia y la gesta que hacen los que están allá que día a día marcan hasta donde el hecho de ser una patria libre, justa y soberana. Y llevo una imagen del negro Manuel.»
Un actor político determinante en la logística de este sueño es la diputada Mabel Carrizo cuya gestión del traslado de Tucumán a Buenos Aires, ida y vuelta, nos encomendó recalcar Jorge.
«Cuando uno sueña solo tiene un alcance pero cuando uno sueña en comunidad es transformador»
El inicio de esta hazaña que se gestó hace treinta años, con todos los matices que les fue imprimiendo el tiempo, tienen como siguiente punto un viaje que partirá el lunes 30 de enero desde la base El Palomar, en Buenos Aires, hacia la Antártida.