La doble censura macrista
Un día después de que nos echaran de Radio Nacional, visitó la Argentina Edison Lanza, el relator de Libertad de Expresión de la OEA.
En los diarios que ya sabemos, con mayor o menor despliegue, con mayor o menor cobertura, algo pudo leer sobre el escándalo ocurrido en las puertas de la radio, un hecho de persecución inédito en democracia: 20 periodistas, con contratos legales, legítimos y vigentes, integrantes de una lista negra, despedidos por su forma de pensar, después de haber llevado a la radio pública con su programación a estar entre las cuatro principales radios más escuchadas del país.
Es verdad que la escena del “te revisamos el twitter” se viralizó en las redes y sirvió para dejar en evidencia el carácter persecutorio de la medida, con la nitidez contundente de lo espontáneo y lo mordaz.
Es verdad que la escena del “te revisamos el twitter” se viralizó en las redes y sirvió para dejar en evidencia el carácter persecutorio de la medida, con la nitidez contundente de lo espontáneo y lo mordaz. ¿Qué podía agregarse a la confesión de la nueva directora macrista de la radio del Estado que pasó a ser del gobierno, violando así la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual? Lo que Lanza no pudo leer, sin embargo, fue el comunicado que redactamos los periodistas manifestándonos contra el atropello.
Quizá el más censurado del que se tenga memoria. Hagámos el esfuerzo por encuadrar la situación: 20 periodistas con trayectoria profesional, integrantes de una programación exitosa que estuvo 6 años al aire, echados a la calle porque a Hernán Lombardi se le ocurrió que somos “irrecuperables” para la nueva programación oficialista de la radio pública.
La censura del sistema de medios tradicional a la voz de los despedidos confirma que pesa sobre nosotros un cepo, una verdadera mordaza que impide a nuestras audiencias conocer de boca de los protagonistas lo que realmente sucedió. Es un capítulo más del apagón informativo que impone el proyecto neoliberal de Mauricio Macri. Que necesita de un periodismo dócil, domesticado y acrítico para que pueda ser ejecutado sin molestias con su letal saldo de desocupación, destrucción del mercado interno y subordinación a los mercados internacionales.
La censura del sistema de medios tradicional a la voz de los despedidos confirma que pesa sobre nosotros un cepo, una verdadera mordaza.
¿Qué es lo que no quieren que digamos? ¿Qué Milagros Sala es una presa política? ¿Qué hay despidos en el Estado por puro revanchismo ideológico? ¿Qué hay destrucción entre los privados porque el Estado los alienta? ¿Que ponen techos infames a las paritarias? ¿Qué sus funcionarios preparan una ley para beneficiar a los represores? ¿Qué ya hubo, producto de la devaluación, una brutal transferencia de ingresos de los sectores más vulnerables a los grupos más concentrados de la economía? ¿Qué le entregaron la Ley de Medios al Grupo Clarin? ¿Qué al tarifazo de la luz le siguen los del agua, el gas y el servicio de transporte?
Volviendo al comunicado de los periodistas despedidos, infobaires24.com.ar va a ser el primer portal de noticias que lo reproduzca entero.
Acá va, bajo el título “Rechazamos los despidos y las listas negras en Radio Nacional”, dice así: “Conductoras y conductores de Radio Nacional de todo el país, productores y realizadores de la radio pública denunciamos y rechazamos el maltrato, la persecución y elaboración de ‘listas negras’ hechas por el gobierno de Mauricio Macri para satanizar y criminalizar nuestra tarea, discriminarnos ideológicamente e impedir el acceso a la información a quienes viven en la Argentina, como una nueva medida del cepo mediático instaurado desde el 10 de diciembre pasado. A 33 años de la recuperación democrática, decimos que no se construye pluralismo, diálogo ni libertad de expresión persiguiendo periodistas ni impulsando campañas de difamación y estigmatización desde el propio Estado. El silenciamiento de profesionales con reconocidas trayectorias en diversos medios de comunicación, que desde hacía años realizaban su tarea en Radio Nacional, con contratos vigentes, renovados por el directorio de RTA -creado por la ley de medios audiovisuales e incumplida y modificada por decreto de necesidad y urgencia por el gobierno macrista-, es inédito en la historia comunicacional del país y lesiona la libertad de expresión. Hasta la llegada del macrismo al gobierno nacional, los despidos masivos y las persecuciones ideológicas eran propias de patronales privadas, hoy vemos con alarma que sea el propio Estado el que expulsa masivamente periodistas por su forma de pensar e informar, poniendo en riesgo el derecho humano a la comunicación. Rechazamos las explicaciones de la asumida como nueva directora Ana Gerschenson, contrarias a los lineamientos y estándares del sistema interamericano de derechos humanos, al considerar que los medios públicos “son medios de un gobierno”.
Silenciar voces es lo que mejor les sale a Clarín y La Nación. Alguna vez nos quisieron meter presos. Ahora nos dejan sin trabajo, y nos siguen persiguiendo por lo que pensamos.
La funcionaria que despidió masivamente a decenas de periodistas con contratos vigentes aseguró: ‘Avalo los medios públicos pluralistas, a algunos les gustará a otros no les gustará, pero son medios de un gobierno elegidos democráticamente y punto’.
Las declaraciones de Gerschenson se suman a los decretos y decretos de necesidad y urgencia del gobierno nacional que gubernamentalizan los organismos de control de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el propio sistema público de medios.
Hoy la nueva directora Ana Gerschenson confirmó la existencia de una policía macrista, tal y como lo denunciara la ex directora María Seoane. Tal confirmación quedó en evidencia cuando al ser consultada sobre si ‘¿vos suscribís lo que dice el ministro Lombardi de que somos violentos, mesiánicos, que le robamos a la gente, vos sostenés lo mismo, vos pensás igual?’, su respuesta fue clara y contundente.
Dijo Gerschenson: ‘Yo lo que creo es que, por ejemplo, vos Jorge, en twitter, revisamos tu twitter y me agrediste’. A confesión de partes, relevo de pruebas. Bajo la apariencia de un habitual cambio de programación, los funcionarios del gobierno macrista, Hernán Lombardi, Jorge Sigal, Miguel Angel Pereyra y Ana Gerschenson están silenciando nuestras voces críticas para garantizar un discurso único complaciente, que oculte la persecución sindical e ideológica, los más de 20 mil despidos de trabajadores estatales, la criminalización y represión de la protesta social, el nombramiento de jueces de la Corte Suprema por decreto, la profundización de la concentración comunicacional, modificando también por decreto la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, construida colectivamente, lesionando así la democracia de todos. Porque la democracia se construye con todas las voces y no sólo con las que determina un gobierno, rechazamos las listas negras, la persecución y censura y exigimos que el gobierno nacional deje de echar periodistas, silenciándolos y vulnerando la libertad de expresión”.
Está firmado por Cynthia García, Nora Veiras, Carlos Barragán, Jorge Halperín, Edgardo Mocca, Mariana Moyano, Lucho Galende, Arabe “Magallanes” Ramil, Sebastián Premici, Demián Verduga, Lucía García, Ari Lijalad y el que escribe estas líneas.
Porque la democracia se construye con todas las voces y no sólo con las que determina un gobierno, rechazamos las listas negras, la persecución y censura.
El relator de Libertad de Expresión de la OEA, decíamos, no lo pudo leer en los diarios hegemónicos. Se lo escamotearon, como lo hicieron con todas sus audiencias. Silenciar voces es lo que mejor les sale a Clarin y La Nación. Alguna vez nos quisieron meter presos. Ahora nos dejan sin trabajo, y nos siguen persiguiendo por lo que pensamos.
Sería bueno que se anoticien de dos cosas:
1) No nos van a callar fácilmente.
2) La noche del 3 de febrero, en el hotel NH de avenida Santa Fe al 700, Edison Lanza accedió a una copia del comunicado y pudo cotejar que no había salido como noticia breve en ningún diario. Le llegó de manos de Estela de Carlotto, Taty Almeyda, Lita Boitano, entre otras referentes históricas del movimiento de DDHH, que se reunieron con él en una audiencia privada, antes de su vuelta a Washington, sede de la OEA.
Como verán, al gobierno macrista le va a resultar difícil tapar el sol con la mano. Acá estamos, magullados y despedidos, pero rindiendo honores a nuestra profesión. La de informar cuando otros callan.