Con apenas diez días en el gobierno, las cosas se van aclarando para algunos, y confirmando para otros, pero lo cierto es que todos podemos avizorar un futuro de terror.
Lo primero que ha quedado en claro es que La Casta, que a priori señalaba a determinado sector de la clase política era todo lo contrario; tal término, finalmente, acabó denominando al pueblo trabajador, la clase media y los humildes. También notamos que cuando decían que venían a acabar con los privilegios, referían a los derechos a la salud, a la educación, los derechos laborales y hasta el más elemental de ellos, el derecho a circular libremente.
Justamente hoy, veinte de diciembre, como una burla más a la historia argentina, Milei se dispone a presentar un cuerpo de seiscientas páginas que pretende llevar a nuestro país a un estado previo al 1900, en donde prime sólo el derecho de la oligarquía por sobre el pueblo laburante, en donde sólo se beneficien los mega empresarios, los terratenientes y claro, la mayoría de la dirigencia política. Desde mañana 21 de diciembre sentiremos lo que era vivir en la Argentina previa al gobierno de Hipólito Irigoyen, cuando al decir de MIlei, la Argentina era la principal potencia económica mundial (otra clara falacia).
La acumulación de la riqueza, como venimos apreciando en los últimos 8 años, será casi una nimiiedad a partir de mañana, puesto que la alarmante potencialidad que suponen el tandem Macri-Milei, darán cuenta aun más, de la notable caída en las condiciones de vida del pueblo trabajador.
Macri, en sus ampulosos desfiles por los set televisivos, ha reiterado hasta el cansancio que, » si volvemos, debemos hacer lo mismo, pero mas profundo y más rápido», mientras que Milei viene a cumplir su sueño delirante y más húmedo, eliminar el estado de manera literal, el primero sólo piensa en enriquecerse más aún junto a sus amigos y socios; mientras que el hoy presidente avanza por el mero hecho de demostrar que una serie loca de medidas nunca probadas, son la solución a los problemas que tanto la clase empresaria, los políticos funcionales a los primeros y la casta judicial han propiciado y provocado a lo largo de nuestra joven historia como nación independiente.
Todo lo que estamos padeciendo y lo que sin dudas nos espera como forma de mayor nivel de pauperización de la vida cotidiana, servirá (al menos eso es lo esperable) para que los humildes, los trabajadores y la clase media, aquellos que votaron a la derecha como elemento salvador, podrán sentir en sus vidas diarias, cómo han sido engañados por un mesiánismo, que solo se representaba como un caballo de troya con peluca. La crueldad de los poderosos se hará sentir cada vez de manera mas perversa y es cuestión de semanas para que los votantes de los amarillos y libertarios noten que, los que los candidatos del Frente de Todos les advirtieron en campaña, solo resultaron ser una pequeña muestra de lo que nos esperaba.
Entonces ese miedo leve que hoy sentimos en los hogares de casi todo el país, se convertirá en dolor , miseria, desesperanza y mucho más miedo; ese miedo que puede garantizar un personaje de la calaña de Patricia Bullrich.
El combo es completo esta vez. Los dueños de una mesa de dinero a cargo de la economía y el banco central, un desquiciado destruyendo el Estado; un codicioso con aires de mafioso manejando los hilos tras bambalinas y una represora , con evidente avidez de sangre, esperando la reacción del pueblo. ¿Qué podría salir mal con semejante coctel entonces?.
La fiesta ha comenzado y es esperable que los dirigentes políticos de la oposición, esta vez estén a la altura de las necesidades de la sociedad, que desea seguir viviendo en democracia y repudia este intento de instaurar un verdadero estado fascista.