Jeremy Corbyn, a favor del diálogo por Malvinas, es el nuevo jefe del partido laborista británico
El diputado del ala más izquierdista del Laborismo británico y quien se había manifestado en el pasado a favor de un “cierto grado de administración conjunta entre Argentina y el Reino Unido” por las Islas Malvinas fue elegido como nuevo secretario general de su partido con casi el 60% de los votos en primera ronda, informaron hoy fuentes partidarias.
Su elección como líder -y futuro candidato a primer ministro- en las primarias de la formación confirmaron los vaticinios de las encuestas, que desde un principio le otorgaron la victoria ante su contrincantes en la interna política: Andy Burnham, Yvette Cooper y Liz Kendall.
Corbyn, que se presentó a la contienda para generar debate -solo consiguió las 35 nominaciones necesarias a dos minutos del cierre del plazo de inscripción el 15 de junio-, representará ahora el poder establecido contra el que ha luchado toda su vida.
Su ideario de izquierda incluye, en la práctica de su discurso, la renacionalización de los servicios públicos, la revalorización del estado de bienestar, una férrea oposición contra las armas nucleares, la abolición del programa nuclear británico de submarinos Trident y un plan para que el Banco de Inglaterra emita dinero para financiar infraestructuras y vivienda social, detalló la agencia EFE.
Más de 15.000 personas se afiliaron al Partido Laborista en las 24 horas siguientes a que fuera proclamado como el nuevo líder de la formación. Esto convierte a la fuerza en la mayor del país, con 325.000 miembros.
Tras una sorpresiva pero arrasadora victoria, Jeremy Corbyn, el nuevo líder del laborismo británico, la principal fuerza opositora del país, prometió hoy convertir al partido en «un movimiento» más inclusivo, que permita «dar voz al 99%» y no sólo a las élites.
El nuevo jefe de la oposición británica detalló cuáles serán sus principales frentes de batalla y destacó el proyecto de ley de sindicatos del gobierno conservador de David Cameron que «hará más difícil a los trabajadores conseguir un acuerdo justo» y el plan del oficialismo para eliminar exenciones impositivas «vitales para muchas familias».
La elección de Corbyn -hasta ahora un habitual rebelde laborista, con un mandato sin precedentes superior al que recibió el ex primer ministro Tony Blair al ser elegido líder en 1994- ya revolucionó la arena política en el Reino Unido.
En su trayectoria política, que comenzó en 1983 al ganar su escaño en la Cámara de los Comunes -por el distrito londinense de Islington North-, es el diputado que más veces se rebeló contra las directrices del partido.
Según la web Public Whip, desde 2001 ha votado en contra de la línea oficial laborista en más de 500 ocasiones, siendo una de las más destacadas su rechazo a la invasión de Irak de 2003.
Corbyn, de 66 años, es además el parlamentario que menos dietas reclama en la Cámara de los Comunes, donde participa en varios grupos en defensa de los derechos humanos y causas latinoamericanas.
De hecho, la campaña contra el dictador chileno Augusto Pinochet lo unió -en 1987- a su segunda esposa, la exiliada chilena Claudia Brachitta, de quien se divorció en 1999 y con la que tiene tres hijos.
También integra numerosas organizaciones de activismo político, entre ellas Amnistía Internacional, la Campaña de Solidaridad con Palestina y la Campaña por el desarme nuclear (CND).
Sus propuestas económicas, anti austeridad, cuentan con simpatizantes y detractores entre los economistas, al igual que en el propio Partido Laborista, donde los seguidores del Nuevo Laborismo advirtieron que arrastrarlos a la aniquilación electoral del Laborismo.
Hacia fines de agosto de este año, una encuesta del diario online Mirror.co.uk reveló que el 40% de sus lectores se mostraron partidarios de que Reino Unido se «comprometa» con Argentina por las islas Malvinas, luego de la polémica iniciada por las declaraciones a favor del diálogo de Corbyn.
Las declaraciones de Corbyn fueron realizadas en 1982, pero recobraron fuerza pocos días antes de la interna del Partido Laborista.
En ese entonces, Corbyn afirmó que la guerra de Malvinas fue un «plan de conservadores» y «una pérdida de hombres desempleados que fueron enviados a las Malvinas para morir por la entonces primera ministra británica, Margareth Thatcher.
Dos años atrás, en una entrevista que le realizó la cadena de televisón BBC, Corbyn se había manifestado partidario de un «cierto grado de administración conjunta» entre Argentina y el Reino Unido, con el objetivo de resolver el conflicto entre ambos países por las islas.