Investigadora del CONICET habla del genocidio mapuche
En declaraciones a la prensa Laura Kropff, doctora en antropología e investigadora del Conicet que lleva 20 años investigando la historia y las formas de organización del pueblo Mapuche; explicó la razón por la que fue convocada por el Ministerio de Seguridad de la Nación. Será una de las especialistas que intervendrán en la redacción de un nuevo protocolo de acción, en esta área: «La violencia no produjo buenos resultados» dijo la científica.
Kropff además expresó: «“Desde la ciencia podemos hacer un aporte” a la vez que agregó: «el diálogo da mejores resultados que la violencia, que durante los últimos cuatro años tomó características racistas y dejó como saldo un estigma muy profundo”.
El gobierno busca avanzar con un protocolo sobre los conflictos que existen en la Patagonia, para lo que ha elaborado un convenio del cual participarán el INAI, Ambiente y Justicia y Derechos Humanos, además de Seguridad.
La antropóloga, adelantó que «el nuevo protocolo estará encuadrado en el derecho indígena»
También analizó el errado perfilamiento que realizó Patricia Bullrich sobre el movimiento indigenista mapuche al que tildó de etnonacionalista violento, al respecto, dijo: «de ninguna manera eso es así. Entiendo que pudo haber habido alguna preocupación genuina de resolver el problema, pero esa no va a ser nunca la manera correcta. A partir de ese informe se generó una estrategia que sólo profundizó el conflicto, con muertos, no ha sido inteligente. El diagnóstico está mal hecho, no se basa en una investigación real»
Conflictos y diálogos con el Pueblo Mapuche
Kropff contestó una entrevista publicada por la revista Grito del Sur, al periodista Matías Ferrari, en la que además se refirió a los conflictos con el Pueblo Mapuche en la Patagonia, recrudecido en los cuatro años del macrismo: «Cualquiera que haya estudiado la historia del pueblo Mapuche se habrá dado cuenta de que siempre se ha organizado a partir del diálogo con el Estado. Así han apostado siempre a resolver los conflictos. No por nada su organización política en Río Negro es un parlamento, el Parlamento Mapuche. Es más, conociendo las injusticias profundas que han padecido históricamente me sorprende que hayan mantenido esa voluntad pacífica y no violenta. Pero si vamos a los casos recientes, por ejemplo en Villa Mascardi, fueron las propias comunidades las que insistieron por dialogar cuando se da el desalojo, incluso con el aval del obispado de Bariloche. Fueron a hablar con la fiscal. La respuesta fue la represión»
En este sentido dijo que «El Estado financia investigaciones que dan cuenta de esos procesos y el gobierno anterior no los tuvo en cuenta. Además hay registros públicos que dan cuenta de las veces que las comunidades dialogaron con distintos organismos del Estado para llegar a un entendimiento. Nuestras investigaciones en ese sentido están ahí, son públicas, y son recursos de los argentinos los que se usan para generar esa información»
Cabe mencionar que las provincias de Río Negro, Neuquén y Chubut habían firmado un convenio con Bullrich ante los justos reclamos realizados por los mapuches, sobre el que Kropff dijo: «Creo que desde los `90s hay una conciencia creciente de poner en discusión la propiedad de la tierra como recurso. Hubo una muy importante movilización en el Bolsón en 2017 por ese tema, contra uno de los principales terratenientes como es Joseph Lewis, compuesta por un colectivo muy heterogéneo. Yo, de hecho, marché en la columna de la diversidad sexual. Los sectores de mayores recursos se pusieron nerviosos. En Río Negro, el territorio que mejor conozco, se conformó entre 2012 y 2015 una comisión investigadora de la Legislatura local que encontró expedientes de tierras mal vendidas por parte del Estado a los privados, que molestó incluso a la Sociedad Rural. Creo que lo que se vio fue una necesidad de disciplinamiento, y para eso estigmatizaron a un núcleo pequeño dentro de la lucha para perseguir a todos. Y en parte lo lograron, porque desde entonces las marchas se apaciguaron» (…) los casos que ganan mayor visibilidad y los que llegan a través de los medios son los de los grandes terratenientes, caso Lewis o Benetton. Pero hay una cuestión estructural, de base, mucho más profunda, que es cotidiana y tiene que ver con las extensiones de tierra no tan extensas. Para lograr consolidar la tenencia de la tierra sobre campos pequeños se privilegió a aquellos que eran descendientes de migrantes europeos sirios libaneses por sobre el poblador indígena que las venía ocupando desde siempre, como si fuese un ciudadano de segunda. El Estado argentino debe su consolidación territorial a la ocupación de tierras de los pueblos originarios, que se logró mediante un genocidio»
El genocidio mapuche
Sea por esto que la investigadora insiste en que el Estado debe reconocer el GENOCIDIO MAPUCHE «Es complejo, porque uno de los elementos constitutivos, una de las tres etapas de un genocidio exitoso es el silenciamiento. Primero la estigmatización, que legitima la violencia. Y después el silencio, que es el más importante. Un genocidio exitoso logra borrar sus huellas, hace que desconozcamos que existió. El silenciamiento es la operación más importante y es muy perverso. Obliga a la propia gente a callarse. Hay gente con padecimiento mental que cuando está sufriendo habla en mapudungún, y los medicamos pero no nos preguntamos si entonces no es un padecimiento mental sino social. Es una violencia encarnada en los cuerpos, que cala muy profundo en la configuración de la subjetividad. El pueblo Mapuche vive con ese padecimiento a través de generaciones por lo que hizo el Estado argentino. La violencia se hereda sin un relato que la explique» advierte la antropóloga.