El Intendente de Lanús, al que buscó Interpol, un hombre del corazón de Macri

Alerta rojo para Grindetti, un hombre del corazón de Macri. El Jefe Comunal del municipio bonaerense envuelto en varios casos de lavado de activos.

Escribe Alejandro C. Tarruella.

Néstor Grindetti, intendente de Lanús contaba con un alerta roja de Interpol. Eso significaba que llamaban a atraparlo a nivel internacional. Grindetti fue secretario de Economía, ungido ministro en la estructura unitaria de la Ciudad de Buenos Aires cuando Macri comenzó a convertirla en un reino. Un reino de lo que valga.

Grindetti aportó para ello el hecho de que la agencia Interpol emitiera una orden de captura internacional por «delitos contra el orden tributario». La medida surgió de un pedido de la justicia de Brasil, ya que allí estaba radicada una de las empresas del Grupo Macri, sociedad fue inscripta en el paraíso fiscal de Panamá. La justicia brasileña lo buscó para cumplir condena por evasión de impuestos a pedido de la Corte Criminal de Curitiba. Se supo entonces que el mentado Grindetti, formaba parte de un listado de notificaciones rojas de Interpol.

Esas listas, se emplean para solicitar la localización y detención de una persona a la que requieren autoridades judiciales de un país o un tribunal internacional que exigen su extradición.

Grindetti tenía un pedido de prisión preventiva desde 2012 en Brasil, y sentencia. En su entorno aluden que hace poco tiempo, el juez Daníel Rafecas habría dicho, esto no fue público y se puede dudar, que la circular carece de vigencia a pedido de la justicia brasileña.

Grindetti ingresó como cadete a Socma y fue empleado del grupo Macri por cerca de 25 años. Allí trepó a las alturas y llegó a ser controller de Sideco, holding que manejaba constructoras y empresas de servicios públicos. Hacia 2007 presidió la fundación “Creer y crecer” de Mauricio Macri y Francisco de Narváez. “Grindetti, Néstor Osvaldo, s/estafa” rezaba la carátula de la causa por defraudación y cohecho cuando se lo denunció por sobreprecios en las obras de construcción de la represa sobre el arroyo Uruguaí, en Corrientes. Presupuestada en 80 millones de dólares, terminó costando 300 millones. Macri había amenazado que un corrupto no “duraría ni cinco minutos en su gobierno”. En este caso no se aplicó la máxima.

Grindetti es un hombre que gusta dar sorpresas. El tema interpol es una de ellas. A fin de año de 2003, con el lema de «Utilizar en caso de emergencia», obsequió en el agasajo a la prensa, un portarretrato que tenía un billete de un dólar. Fue repartido en el agasajo a la prensa de fin de año y al parecer tenía razón en su uso, no en la emergencia porque fue provocada. Y eso no era todo pues, luego del escándalo de las cuentas en Panamá, Grindetti fue llamado por Ámbito Financiero, «El Sastre», por “El sastre de Panamá”, novela de John Le Carré.

El dirigente radical de Los irrompible, Leandro Santoro, presentó ante la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, una denuncia contra Néstor Grindetti, ex Ministro de Hacienda porteño, por presuntas vinculaciones delictivas entre una emisión de bonos en 2010 y un poder para administrar una cuenta secreta suiza en ese período, saltó a raíz de los Panamá Papers. La Procelac la remitió al juez federal Sebastián Casanello, a cargo de la causa.

Brasil, Panamá, Suiza y lo que venga

El caso parecía la causa de nunca acabar porque pronto, Grindetti se sobresaltó cuando apareció el rastro de un poder a su nombre para operar en el banco Credit Suisse, que se otorgó al mismo tiempo que la Ciudad de Buenos Aires emitía unos cuestionados bonos de deuda internacional, por medio del banco suizo. Otro intermediario habría de tensar sus nervios. Era Edgardo Srodek, aportante a campañas políticas de Mauricio Macri. Grindetti salió herido a declarar hace unas semanas, que el asunto, “Excede a los temas de Lanús y, en todo caso, es un tema mío personal con la justicia”, y siguió aclarando que “es una cuestión personal que no tiene vinculación ni la puede tener con un bono oficial de la Ciudad de Buenos Aires”.

Adoptaba la línea de Marcos Peña que cuando el dueño de Farmacity aparecía comprando dólares a futuro, exclamó que no fue su decisión sino de la empresa. Que Casualmente, pertenece al mismísimo secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, su propietario. Solo falta ahora que Grindetti salga y diga que el alerta rojo se debe a que es hincha de Independiente.