El desfinanciamiento, la mala administración y la persecución a trabajadores del nosocomio, lleva a que sea inminente el cierre de un hospital en un contexto sanitario impensable para tal conclusión. La denuncia sobre esto, la generan los propios trabajadores afectados.
«Emergencia Sanitaria Coronel Rosales» Existe un serio riesgo de un inminente cierre de las capacidades del hospital naval Puerto Belgrano.
El cierre deja a 70 mil rosaleños sin camas UTI, ni internación, ni cirugía, para esta segunda OLA DEL COVID19 que todos dicen va ser peor que la primera.
Todavía la vacunación no ha alcanzado a inmunizar a la población, siendo muy escaso el porcentaje vacunado sobre la población total (Datos Municipalidad Eva Perón)
La ARMADA y la IOSFA siendo del mismo Ministerio, no coordinan entre sí para contener a sus afiliados.
La IOSFA paga más a los prestadores privados y públicos fuera de la ARMADA, ocasionando una migración a Bahía Blanca (donde además están llenas las plazas) y causa la DESFINANCIACIÓN del HOSPITAL NAVAL que no puede contratar con valores locales»
El comunicado de marras lo da a conocer la seccional PUNTA ALTA de las organizaciones sindicales ATE CTA, además en el mismo, advierten: «Hay una política de no pago a prestadores y prestaciones IOSA. Los cuales han ocasionado que el personal de la Armada en actividad o jubilado haya tenido que financiarse de sus sueldos esperando que la IOSFA le devuelva.
Hay reintegros y pagos a prestadores pendientes de más de 6 meses. En un período inflacionario es inviable.
Los prestadores no quieren atender a los afiliados IOSFA sin un pago extra» detalla el mensaje de la Asociación y de la Central obrera.
Informaron que la IOSFA no tiene servicio de Odontología, Oftalmología, Endocrinología, Gastroenterología, entre otros.
Destacan entre sus párrafos que » con el cierre del hospital además se condena al personas que necesite cuidados intensivos, oxígenos y alta complejidad a mendigar ayuda de Bahía Blanca» Sumado a esta peligrosa situación sanitaria, las fuentes laborales se ven afectadas y pese a ello, sin contemplar el peor de los momentos que pasa el país, la desprolijidad y la desidia parecen abrirse paso entre aguas inciertas.
El hospital naval parece un faro que se apaga en plena tormenta y el poder político guarda un silencio que espanta, abandonando a la población de Coronel Rosales a su suerte.