Independiente no se baja. Le ganó a Newell’s en Avellaneda
Independiente, con la victoria, llegó a 33 unidades, la misma cantidad que River Plate y Lanús, que el domingo recibirán a Banfield y Boca Juniors, respectivamente; mientras que Newell’s, que sumó su tercera derrota seguida, se quedó con 24 unidades.
Los primeros 45 minutos tuvieron un desarrollo muy pobre desde lo futbolístico, ya que los dos equipos jugaron para cumplir, pese a que el local tenía chances matemáticas de luchar por el título.
Independiente, que apeló a un 4-2-3-1, dio la sensación de que no había asimilado la derrota del último fin de semana con Boca (3-1).
El conjunto que dirige Jorge Almirón solamente gravitó con una volea de Sebastián Penco a los 2 minutos de juego y luego se desdibujó.
Y eso se potenció con la expulsión de Cuesta, a los 31m., y el posterior cambio de Jorge Figal por Penco, a los 36m., para rearmar la defensa. Eso desató la ira de los hinchas locales con el entrenador, al que acusaron de conservador.
Newell’s, con un 4-3-3, tampoco tuvo fútbol ni profundidad, y, a los 28m., se quedó sin uno de sus principales jugadores, cuando el goleador Ignacio Scocco dejó el campo de juego por una molestia física.
De hecho el conjunto rosarino dispuso de una chance de gol con un remate «pifiado» de Federico Fydrizsewski, a los 31m., quien había reemplazado al lesionado Scocco.
La falta de ritmo y juego de la etapa inicial continuó en los primeros minutos del período final, ya que los dos equipos mostraron poca ambición para quedarse con los tres puntos.
Sin embargo, ambos conjuntos, con el transcurrir de los minutos, cambiaron esa actitud pasiva y dispusieron de varias situaciones de gol que desperdiciaron sucesivamente Daniel Montenegro (8m.) y Martín Benítez (20m. y 24m.), para el local, y Víctor Figueroa (19m.) y Maximiliano Rodríguez (23m.), para el visitante.
Los entrenadores realizaron variantes en búsqueda de respuestas futbolísticas -y anímicas- y una genialidad de Mancuello, a los 33 minutos, le dio el triunfo a Independiente, que aún sueña con el título, al menos desde lo matemático. (Telam)