Impresiones de un debate que no deja dudas y un logro cercano

La Argentina se encuentra en un tiempo de transformaciones. El ingreso a los BRICS y la unidad regional en proyección con el Brasil, una de las primeras consecuencias de un triunfo eventual de Sergio Massa y Unión por la Patria, tiene en vilo al mundo.

En el país, desde el peronismo y al arco de aliados que alcanza a reunir el candidato con una estrategia ajustada a las necesidades del pueblo y la Nación, nos cabe ir por el triunfo, hacer camino y averiguar dónde estamos parados para resituarnos en el país y en el mundo. Y se averigua en camino, al andar piedra y camino, como nos dejó escrito en su canto, Atahualpa Yupanqui. Creo que eso se dice en guaraní, nimuendajú, que es algo así como “el que busca su lugar”, si mí no saber es ajustado.

El trabajo sacrificado y meritorio de los cordobeses, los santafecinos y otras provincias, peronismo, radicalismo, socialismo y hasta ciertas zonas de la izquierda, más los que se rebelan en el macrismo en desbande, lo hecho en la provincia de Buenos Aires, en Tierra del Fuego, en Santa Fe, en Formosa, en el Chaco, en Salta y en Misiones, en la Patagonia, va dando sus frutos. Y nos queda que cubrir el tiempo y el espacio de lo que nos falta hasta el domingo 19.

Lo interesante de los encuestadores, consiste en que en la primera vuelta decían que Unión por la Patria y Sergio Massa, perdían. Ahora en cambio, hablan de empate. En cierto modo, encubren la fragilidad de la mayor parte de las mediciones hechas a telefonazos y acechadas por un electorado difícil de mensurar porque pone distancias con los “especialistas”.

La multitudinaria marcha de la Cultura, realizada el sábado en la avenida Corrientes en una autoconvocatoria que reunió a actores, músicos, escritores, el Centro Cultural de la Cooperación (CCC), organizaciones culturales – a la que asistió Ricardo Alfonsín por iniciativa propia-, fue una suerte de presagio de lo que iba a ocurrir el domingo en el debate Massa-Milei. Mostró un estado de ánimo en el que desbordaba la esperanza y la decisión común de no bajar los brazos.

En otro punto del país, Eber Solís, el joven vicegobernador de Formosa, que expuso que “el enorme desafío que recorre la Argentina es entender que el trabajo y educación son los dos motores de movilidad social ascendente”. Si a sus términos se le suma la cultura, estamos ante un trípode fundamental de la reconstrucción argentina. Y ese parece ser el desafío a construir a partir de lo que va a constituir el acto electoral más importante de los 40 años de democracia.

Hay ya un estado de ánimo nacional, favorable a la candidatura de Sergio Massa y Unión por la Patria, y en cierto modo Jorge Fontevecchia, director de la editorial Perfil, lo resumió al sostener que “siguiendo aquella premisa de qué es lo que significa votar a favor de la democracia, puede haber diferentes formas de no votar a Milei, pero solo una de votar a favor de la democracia: que es hacerlo por Sergio Massa”. El periodista sintetizó un sentimiento republicano que va en consonancia con el llamado a la unidad nacional para construir un proyecto adecuado al momento histórico del país, regional y multipolar. Y hoy se discute la problemática argentina en el plano nacional, regional, continental y multipolar.

Massa demolió a Milei; Macri acecha

Respecto del debate, el periodista Hernando Kleimans dijo que Massa había vencido a lo Nicolino Locche, no por nocaut. Por puntos en una lección de técnica que utilizó el método de golpear y eludir con astucia artística las embestidas del rival. Federico Rivas Molina, en “El País” de Madrid, expuso desde Buenos Aires: “Si un debate tiene alguna posibilidad de definir una elección, ninguno mejor que el celebrado este domingo en Argentina entre los dos candidatos a la Presidencia. El peronista Sergio Massa aporreó sin compasión durante dos horas a su rival, el ultra Javier Milei. El actual ministro de Economía concentró sus esfuerzos en exponer las contradicciones de Milei en la campaña, lo atosigó a preguntas que exigió contestar “por sí o por no”, puso en duda su estabilidad emocional y cerca estuvo de hacerlo perder los estribos. Milei ocupó la mayor parte de su tiempo en defenderse”.

En una proyección del debate sobre el domingo próximo se puede estimar que ya “no hay vuelta”. Sin embargo, hay que avanzar trabajando, cuidando el ánimo sin euforias y en camino. Caminar y caminar es la respuesta posible, y caminan el movimiento obrero, las provincias, las corrientes políticas, los movimientos sociales, la iglesia, en tanto el candidato Milei parece hacer agua ante los manejos de Mauricio Macri. Una apreciación que ronda los comentarios políticos, sostiene que el hijo de Franco fue quien decidió no entregar las boletas necesarias a la justicia como además, es responsable de darle la cantidad de fiscales que precisa para el domingo.

Se indica que pretende, en la suposición de que va a perder (obsérvense las lapidarias opiniones de Patricia Bullrich sobre el debate), que el libertario se baje antes del acto electoral. El candidato vapuleado en la Facultad de Derecho, sería la prenda de una posible negociación de algunas de las causas que ponen nervioso a Mauricio, por decirlo de algún modo. El problema para alcanzar ese objetivo, es que “el león domado”, como lo llamó “Página 12”, se resiste y quiere llegar al domingo.

En esa tensión se explicaría porque no dejó llegar al debate a su ahora jefe de campaña, Mauricio, su perdonadora, Patricia, y algún que otro cambiemos de lo que resta de esa fuerza. La rebelión frente a la línea política de Juntos pero Separados se profundizó esta semana en la provincia de Buenos Aires, y el apoyo del gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora a Massa, echó por tierra a uno de los acuerdos más importantes que existían en favor del macrismo.

Ahora se encolumnó detrás de Sergio Massa, “ante un escenario en el que están en juego la democracia, los valores y derechos que hemos adquirido”. El PJ de San Francisco, ciudad de origen de Llaryora, en la que fue intendente por dos veces, subrayó que “el Partido Justicialista San Francisco comunica que, en las próximas elecciones del 19 de noviembre apoyará la candidatura de Sergio Massa”. Más claro, imposible.

Encontrar el lugar

Como se observó, las repercusiones de la elección argentina en el mundo, es unánime. “El Mundo” de Madrid, sintetizaba que “Massa domina psicológicamente a Milei…”. “Publicó”, de izquierda, estimo que Massa “acorraló al ultraderechista con preguntas que éste no pudo responder y que pusieron de manifiesto las incoherencias de su propuesta de gobierno…”. El diario “La Tercera”, de Santiago de Chile, encuadraba de este modo la discusión: “Economía, Malvinas y el Papa Francisco marcan último debate entre Massa y Milei”.

Por aquí, Gabriel Katopodis dijo “Ganamos y nos llevamos los tres puntos, ahora hay que seguir trabajando y explicando. Por eso, aun intuyendo sorpresas muy favorables, como la provincia de Buenos Aires, Santiago del Estero o Formosa, el domingo hay que ganar paso a paso para asegurar el objetivo mayor.

Para alcanzar esa meta, hay que trabajar minuto a minuto en la construcción de la alegría que dará al país un nuevo escenario de transformación enmarcado en la multipolaridad, que se alcanzará en un nuevo trazado regional y continental. Así, el nimuendajú, (“el que busca su lugar”) lo hallará solo bajo un destino común. Es cierto, se escuchan voces.