Homicidio de Lucas González: Juicio al policía que plantó pruebas
e trata del segundo debate que se realiza por el asesinato del juvenil de Barracas Central, ocurrido en noviembre de 2021.
Durante la primera audiencia, el oficial de la Comisaría Vecinal 4D Facundo Torres comunicó que declarará más avanzado el juicio, que continuará la semana próxima.
El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº29 comenzó con el debate en el que el oficial de la Comisaría Vecinal 4D Facundo Torres es juzgado acusado de haber proporcionado el arma de utilería que efectivos de la Policía de la Ciudad colocaron dentro del auto donde viajaban Lucas González y sus amigos, cuando en noviembre de 2021 el joven futbolista fue asesinado en el barrio porteño de Barracas por tres efectivos de la fuerza porteña ya condenados.
En el juicio, interviene el fiscal Sandro Abraldes, interinamente a cargo de la Fiscalía General ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional N°27.
Torres está acusado de los delitos de falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas.
Durante la primera audiencia, se leyó el requerimiento de elevación a juicio y luego, ante los jueces Juan Ramos Padilla, Guillermo Friele y Sergio Paduczak, el acusado se negó a declarar en este momento y comunicó que lo hará avanzado el debate. La semana que viene está previsto que se presente como testigo el policía condenado que durante el primer juicio declaró que se había “plantado” un arma en la escena.
Los hechos
Cabe resaltar que la imputación al oficial surgió en el marco del primer juicio que se hizo por el crimen del joven futbolista de las inferiores de Barracas Central. En ese debate, se condenó a prisión perpetua a los tres policías de la Ciudad considerados coautores del homicidio quíntuplemente agravado de González, y a penas de entre cuatro y ocho años de prisión y por diferentes delitos a otros seis efectivos de la misma fuerza.
En aquel juicio quedó acreditado que la mañana del 17 de noviembre de 2021, el inspector Gabriel Alejandro Issasi, el oficial mayor Fabián Andrés López y el oficial Juan José Nieva -quienes integraban la Brigada 6 de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad y circulaban en un automóvil Nissan Tiida sin identificación policial ni patente- interceptaron a Lucas y a sus tres amigos Niven Huanca Garnica, Julián Alejandro Salas y Joaquín Zuñiga Gómez, cuando circulaban en una auto por el barrio de Barracas.
En ese momento, los efectivos se bajaron y les apuntaron, ante lo cual las víctimas intentaron esquivar la situación al considerar que se trataba de un robo. Los tres integrantes de la brigada dispararon contra el auto: uno de los proyectiles impactó en la cabeza de Lucas, que debido a las heridas falleció en el hospital “El Cruce” de Florencio Varela al día siguiente.
La imputación
En el requerimiento de elevación a juicio realizado por el fiscal a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°32, Leonel Gómez Barbella, y la auxiliar fiscal María Victoria Fiore, se puntualizó en que, durante una de las audiencias del juicio, Héctor Cuevas (integrante de la Comisaría 4D) aseguró haber visto cómo la policía “había plantado” el arma de juguete dentro del auto en el que iban las víctimas al momento de los hechos.
“El encausado [Torres], inmediatamente después del supuesto ‘enfrentamiento armado’, se dirigió junto a Issasi hasta la dependencia policial donde prestaba funciones para tomar un arma de utilería que le entregó a su acompañante para que la coloque dentro del rodado Volkswagen, ubicado en la intersección de las calles Perdriel y Alvarado de esta Capital”, explicaron en el requerimiento los representantes del MPF.
“Los detalles del ilegítimo accionar desplegado ese 17 de noviembre de 2021, no solo se condicen con el tenor de la conversación que Cuevas mantuvo al día siguiente del hecho con un individuo al que le refirió ‘lo que hicieron los polis no tiene nombre’, ‘unos dementes’, ‘encima le ponen una pistola de juguete’, ‘yo fui el primero en llegar y vi todo lo que hicieron’”, sino que a ello debían sumarse los informes vinculados a la geolocalización de Torres y la moto Kawasaki Versys que tenía asignada, que fueran remitidos por la Oficina de Transparencia y Control Externo de la Policía de la Ciudad.
Esa prueba, junto a las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona y las conversaciones que mantuvieron los oficiales implicados en el homicidio y su posterior encubrimiento, fueron analizados por la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) y permitieron desestimar la versión brindada por Torres en su declaración indagatoria.
“La prueba recolectada conduce a afirmar con convicción que el imputado estaba en cabal conocimiento de lo acaecido con los damnificados y participó activamente del plan armado posteriormente para justificar el accionar de los miembros de la Brigada”, destacó la fiscalía en el requerimiento de elevación a juicio.