Historia de libertaria redacción: «San Martín no es el Padre de la Patria»
La quema de libros ha sido un rito que ha caracterizado a los gobiernos autoritarios; los libertarios quedaron tan manija tras las PASO que ya quieren empezar por los libros de Historia.
El presunto piromaníaco que postula Libertad Avanza como presidente del Banco Central, Emilo Ocampo, intenta encender un debate sobre la figura del General Don José de San Martín a quien conoce bien por ser sobrino segundo de las escritoras Victoria y Silvina Ocampo, y a su vez descendiente del director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata en 1815, Carlos María de Alvear, camarada del padre de la Patria en la Logia Masónica Lautaro.
El ex empleado del ex Citibank, Chase Manhattan y Morgan Stanley, en una entrevista con el diario El Cronista en 2017, aseguró que el prócer siguió órdenes británicas, no creía en la autodeterminación de los pueblos americanos y se deshizo de sus detractores; entrevista reciclada por el diario Los Andes de San Juan la semana pasada. Entre el público renovado cayeron algunos presentadores de noticias en los medios hegemónicos quienes aprovecharon la oportunidad para solicitarle la ratificación de «sus tesis» al economista de la UBA y profesor adjunto de Historia Económica y Finanzas de la UCEMA.
El trabajo de Ocampo es más conocido por sus libros de temática histórica que económica. Durante la entrevista citada el autor dice: «Si quiero buscar en mi árbol genealógico, también tengo parentesco no directo con Pueyrredón. Tengo parentesco directo con Rosas. Soy descendiente directo de Manuel Aguirre […]. Lo soy del general Benito Nazar, que peleó en la batalla de Ituzaingó bajo las órdenes de Alvear. Obviamente, hubo un interés mío inicial por entender la figura de Alvear. Pero, que haya sido o no un traidor, no me cambia. […] Como no llevo el apellido, no tengo ningún beneficio particular”.
Hay que reconocer que si Libertad Avanza lograse que esta persona presida el Banco Central, de llegar a gobernar, es probable que no le haga falta ni un fósforo para destruirlo.