Grecia – Eurozona: Sin acuerdo pero con esperanza
La cumbre extraordinaria de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona concluyó sin un acuerdo, pero las instituciones anunciaron que revisarán el documento para tratarlo en la nueva reunión que el Eurogrupo programó para esta semana.
«Las propuestas griegas son un paso bienvenido, pero se necesita más trabajo junto con las instituciones. El Eurogrupo se volverá a reunir esta semana porque necesitamos un acuerdo en los próximos días», señaló el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro y el Diálogo Social, Vladis Dombrovskis.
La posibilidad de un acuerdo había hecho abrir la Bolsa de Atenas con una notable suba del 7%, aunque con el correr de las horas y frente a un nuevo fracaso, retrocedió dos puntos y cuando aún faltan poco más de dos horas para el cierre amenazaba continuar con una tendencia en baja.
La falta de tiempo para analizar en profundidad el documento que el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, hizo llegar ayer en la madrugada a Bruselas fue la razón de la falta de acuerdo y de que la reunión de Grecia y los otros 18 países que integran la eurozona haya durado poco más de dos horas.
«Es hora de una solución viable que permita a Grecia volver a crecer dentro de la eurozona y con justicia social», había afirmado Tsipras antes del encuentro que la prensa griega bautizó como «la madre de todas las cumbres».
Antes de la cumbre, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, había anticipado que hasta ese momento no habían recibido «ninguna propuesta sustancial» por parte de Grecia.
Así las cosas, los ministros no podrán «llevar a cabo una preparación adecuada», agregó el político alemán presagiando el final que se dio, informó la agecia de noticias DPA.
Al término de esa reunión, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, afirmó en conferencia de prensa que las instituciones acreedoras empezarán a trabajar hoy mismo para analizar con más profundidad la propuesta griega, con vistas a un «posible acuerdo a finales de la semana».
«Es que las propuesta de Atenas llegaron muy, muy poco tiempo antes» del encuentro, explicó Dijsselbloem, quien agregó que «así que no será posible evaluarlas de forma concluyente», según informó la agencia de noticias EFE.
«Los hemos instado a trabajar de cerca y a comenzar inmediatamente a estudiarlas, calcularlas, hacer todas las especificidades y trabajar en una lista de acciones previas», subrayó el también titular de Finanzas holandés.
Subrayó que «todo eso se hace con vistas a la posibilidad de alcanzar un acuerdo esta semana utilizando las propuestas griegas como base».
Para el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, las propuestas de Atenas son «un paso hacia delante, un avance, una base», aunque son necesarias reformas importantes en las jubilaciones y el IVA.
La nueva reunión del Eurogrupo podría celebrarse antes de la cumbre regular de líderes de la Unión Europea (UE) prevista para los próximos jueves y viernes.
Grecia podría entrar en suspensión de pagos a finales de mes si no llega a un acuerdo para recibir el último tramo de ayudas del segundo paquete de rescate, unos 7.200 millones de euros.
Según Atenas, las diferencias actuales con los acreedores giran en torno a 450 millones de euros. Según la prensa griega, el gobierno heleno ofreció a sus acreedores aplicar duros recortes y medidas impositivas para recaudar 5.000 millones de euros en el próximo año y medio.
A cambio les habría pedido una reestructuración de las deudas y un amplio programa de inversiones. Entre las medidas planteadas estaría la eliminación de la mayor parte de las jubilaciones anticipadas, una de las exigencias del Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea.
Además, se subiría un dos por ciento las cotizaciones de empresas y trabajadores para las jubilaciones y el sistema de salud. Otra de las medidas plantearía elevar del 13 al 23 por ciento el IVA para alimentos esenciales como el arroz o la pasta.
El IVA para la hotelería pasaría del 6,5 al 13 por ciento y en los bares, restaurantes y cafés aumentaría del 13 al 23 por ciento.
Además, se introduciría un impuesto especial para las rentas anuales de 30.000 euros o superiores, que podría elevarse por tramos de un uno hasta un siete por ciento.
También las empresas que en 2014 tuvieron beneficios de más de 500.000 euros tendrían que pagar un impuesto especial de hasta un siete por ciento.
Por otro lado, se mantendría el controvertido impuesto a los inmuebles, que el gobierno de Tsipras quería eliminar. Tan sólo esa medida logrará recaudar unos 2.600 millones de euros.
Los propietarios de yates, coches de lujo y piscinas también tendrán que pagar más.
