Gerardo Morales: De candidato nacional a repudiado provincial
La movida cambiemita para la reforma de la Carta Mangna jujeña indica las intenciones fascistas en Argentina
Gerardo Morales se despide de su agónico mandato con todo el pueblo enfrentándolo en una movilización social significativa pese a la elección local que tiene a su alfil, Carlos Sadir como gobernador electo, hoy también en la calle se levanta a voz por los cuestionables resultados electorales.
Morales, el de la obsesión enfermiza contra la dirigenta popular, Milagro Sala, hizo del lawfare y la crisis de las instituciones democráticas, dos armas poderosas que tienen por fin, modelar una sociedad sumisa, silenciada y empobrecida que pueda ser fácil de manipular para que los recursos naturales, sean llevado por las firmas extranjeras de la minería, sin mayor reproche y una nula supervisión del Estado nacional. El esquema de saqueo, no es nuevo en la historia de Argentina, ni Morales goza de atisbo de una suprainteligencia, para ello. El contador público oriundo de Salta, responde a los intereses oligarcas norteños, se muestra obediente y sigue lo acordado por el Pro, con el capital internacional. Su gobernanza es clave en la zona fronteriza y sus contactos norteamericanos, financian el panorama imperante.
La Constitución a medida es el medio para erradicar la participación ciudadana, borrando al tercer sector social -organizaciones no gubernamentales- partidos políticos de oposición y fuerzas sindicales. Para someter, precisa de una matriz educativa vacía de contenidos descolonizados, una economía primarizada, un movimiento obrero desactivado y el terror instalado como medio de control en la sociedad. Esto se traduce en salarios docentes a la baja, salud por consiguiente, desfinanciación de la Educación pública, ley antiprotestas, un solo sector obrero -minero- subsumido al extractivismo foráneo, una sociedad sin acceso a servicios básicos como el agua potable, y a las ongs, prácticamente prohibidas.
Criminalizar la participación ciudadana no es el gran plan -solamente- de Gerardo Morales, constituye en sí, el globo de ensayo de un EEUU, dispuesto a desplegar todos sus maniobras en las guerras sin armamentos militar, pero pleno de estrategias y tácticas de orden social, político y económico.
La reacción del Pueblo jueño es heroica, lógica y motivadora, pues tiene la semilla de los motivos nobles que bregan en las clases populares argentinas, un gran sentido de LIBERTAD.
