
Francisco pidió a los líderes del G–20 que protejan a la gente
En una carta enviada al anfitrión del encuentro, el primer ministro australiano, Tony Abbott, el sumo pontífice pidió a los líderes que protejan a los ciudadanos de los abusos del sistema financiero y de la especulación, formas de violencia “menos evidentes” pero tan reales como las guerras y que desechan a las personas.
“Es mi esperanza –escribió Francisco– que se pueda llegar a un sustancial y efectivo consenso sobre los temas en agenda” y que “las evaluaciones de los resultados de este consenso no se restrinjan a índices globales, sino que tomen en consideración la real mejora de las condiciones de vida de las familias más pobres y la reducción de todas las formas de inaceptable desigualdad”.
El pontífice sugirió a Abbott pensar en la “necesidad de proteger a los ciudadanos de todos los países” de los abusos financieros, que no tienen “restricciones políticas ni jurídicas”.
En la carta distribuida por la Santa Sede, criticó que “la maximización de beneficios sea el objetivo último de la actividad económica” porque, sostuvo, “es una mentalidad en la que las personas son desechadas y que no les permitirá nunca alcanzar paz o justicia”.
Por ello, instó a los políticos a asumir responsabilidades frente a los pobres y marginados, una responsabilidad que, dijo, debe ser “un elemento esencial de toda decisión política, tanto a nivel nacional como internacional”.
Como alternativa, propuso un sistema impositivo “justo y adecuado”, esfuerzos para combatir la evasión fiscal y la regulación del sector, que incluyan “honestidad, seguridad y transparencia” y que conduzcan a lograr “empleo digno y estable para todos”.
A los líderes mundiales que participarán en el G-20 los próximos 15 y 16 de noviembre en Brisbane (Australia) también les pidió que sean “ejemplos de generosidad y solidaridad al identificar las necesidades de las víctimas de los conflictos”, y reiteró en la misiva la urgencia de atender a los refugiados.
“El mundo entero espera del G-20 un acuerdo amplio que pueda llevar a un alto definitivo de las injustas agresiones dirigidas a los distintos grupos religiosos y étnicos, incluyendo minorías en Oriente Medio”, incidió.
“Sería una pena si las discusiones quedan apenas en una declaración de principios”, escribió el Papa argentino.
En concreto, les pidió no olvidar las personas que hay detrás de las decisiones políticas y las discusiones técnicas y situó el foco de atención sobre quienes padecen malnutrición grave, los desempleados, los jóvenes sin trabajo y el aumento de la exclusión social, “que puede llevar a actividades criminales e, incluso, al reclutamiento de terroristas”.
En ese sentido, Australia busca un compromiso para cerrar la brecha de género en el ámbito laboral en la declaración final de la cumbre.
Uno de los asuntos centrales de la agenda de líderes es reducir la brecha laboral de género en un 25 por ciento para el año 2025 para así inyectar miles de millones de dólares al crecimiento mundial y afrontar los problemas de desigualdad.
Sobre terrorismo, recomendó eliminar las raíces que lo causan y que, consideró el Papa, pueden encontrarse en la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión.
Asimismo, defendió que la solución a la discriminación de las minorías no puede ser únicamente militar, “sino debe centrarse en quienes de algún modo u otro apoyan a los grupos terroristas a través de respaldo político, tráfico ilegal de petróleo o aprovisionamiento de armas y tecnología”.
La misiva concluye con un mensaje de esperanza en que los líderes internacionales logren adoptar un consenso que conduzca a mejoras reales en las condiciones de vida de las familias más pobres y reduzca todas las formas de desigualdad.
Comisión agilizará procesos contra sacerdotes condenados por delitos graves
El papa Francisco decretó la creación de una comisión (Coleggio) de siete obispos o cardenales para examinar rápidamente los recursos de religiosos condenados por delitos graves, como la pederastia, informó ayer el Vaticano.
El Vaticano publicó las nuevas normas reescritas por el papa argentino sobre los recursos de los eclesiásticos por “delicta graviora”, es decir contra la fe, los sacramentos y la moral, y entre ellos el de pederastia.
Esos casos se juzgan desde la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, dentro del cual se crea esta nueva comisión.
La decisión de crear un “Coleggio”, señala la nota de la oficina de prensa, se debe a la necesidad de garantizar una mayor rapidez a la hora de examinar los muchos recursos existentes.
Los integrantes de la comisión serán nombrados por el papa Francisco, agregó el comunicado.
Según el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, la decisión del papa “fue bien recibida y considerada una buena solución” por parte de la Congregación.
Lombardi explicó que los recursos de apelación, sobre todo los de abusos sexuales a menores, “son un trabajo arduo” y “hay casos acumulados” que estaban haciendo absorber todo el tiempo de la Sesión Ordinaria, que se reúne una vez al mes.
El portavoz vaticano comentó que actualmente los recursos presentados son “unos cuatro o cinco al mes”, pues “muchísimos miembros del clero”, sobre todo los condenados por abusos a menores, recurren sus sentencias.
Tras la creación de esta comisión, considerada como un Tribunal de Apelación, en el interior del ex Santo Oficio, se verá el cargo que tendrá el arzobispo argentino José Luis Mollaghan.
El ex arzobispo de Rosario fue convocado al Vaticano el pasado mayo para que formase parte de esta comisión que aún no había sido creada y que ahora podría presidir.