
Fortalecido con el triunfo de Macri, Techint quiere rebajar salarios a trabajadores suspendidos
El principal grupo económico del país amenaza con bajar el 20% de los salarios. Esta semana vence un acuerdo entre la UOM y la empresa Siderca.
Techint, el grupo económico más grande del país ya comenzó a pergeñar su plan para bajar salarios y despedir a trabajadores. Según señala el diario Página 12, la empresa quiere reducir en un 20% los sueldos de un importante grupo de empleados hoy suspendidos o directamente despedirlos.
Empresarios y sindicalistas admiten que durante el kirchnerismo la reducción salarial o los despidos eran frenados. Ahora Techint, fortalecido por el triunfo de Mauricio Macri, se propone enviar la señal al resto del sector privado de que con Macri comienza una nueva etapa en la relación con los trabajadores y gremios. Algo similar ocurrió en los primeros años del gobierno de Carlos Menem, cuando Aluar redujo 20 por ciento su plantilla administrativa y aplicó un régimen de flexibilización laboral, según señala el matutino.
El conflicto entre el mayor grupo empresario del país y uno de los principales gremios industriales, la UOM, comienza esta semana
En esos primeros años de los 90, el tío de Macri, Jorge Blanco Villegas, era el presidente de la UIA y ante el conflicto desatado en Aluar respaldaba ese ajuste, e incluso sugería que había que reducir un 25 por ciento los salarios nominales. Ahora, la megadevaluación adelantada por el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, facilitará la reducción de los salarios en dólares. Pero la política laboral esbozada por el grupo empresario quiere avanzar aún más.
El conflicto entre el mayor grupo empresario del país y uno de los principales gremios industriales, la UOM, comienza esta semana porque venció un acuerdo vigente desde abril por el cual la empresa Siderca, del grupo Techint, le venía pagando el 80 por ciento del sueldo a los suspendidos, a raíz de la caída del precio internacional del petróleo.
Pese a las abultadas ganancias acumuladas en los últimos años, el conglomerado de la familia Rocca decidió cortar por lo más delgado. La resolución de esta situación se convertirá en el primer indicio de la disputa entre el salario y el capital durante el flamante gobierno de Mauricio Macri. El antecedente de la monopólica Aluar en 1993, en los albores de la flexibilización laboral del menemismo, se hace presente.
El gobierno de Macri quiere cambiar esa política de protección a la industria y al empleo. Es lo que adelantó el ministro de Energía, Juan José Aranguren.
El conflicto laboral en la planta de Siderca se va a reavivar en estos días, “en un escenario político más favorable para las patronales”, analizan desde la UOM. El flamante ministro de Trabajo, Jorge Triaca, tendrá un debut complicado: entre 400 y 600 trabajadores en riesgo de perder el empleo, miembros de un gremio combativo y organizado, frente al grupo empresario más poderoso del país. El escenario de fondo es el empeoramiento de las condiciones del mercado internacional del petróleo, que motivó que la empresa funcione al 30 por ciento de su capacidad de producción. Los números de la firma que analizó este diario dan cuenta de un deterioro de la rentabilidad en nueve meses de 2015, aunque hasta el año pasado la situación fue estable y muy positiva.
Techint, a través de Siderca, fabrica en el país los tubos de acero sin costura para la industria del petróleo y gas. Es el corazón del Grupo de la T, incorpora tecnología y exporta el 70 por ciento de la producción. En realidad, solía tener esa magnitud de ventas al exterior. El derrumbe del precio del petróleo cambió los planes.
Techint, a través de Siderca, fabrica en el país los tubos de acero sin costura para la industria del petróleo y gas
El barril de crudo que hace menos de un año y medio estaba en 105 dólares el viernes cerró en 36 dólares. La caída paralizó la inversión de la industria a nivel global y motivó despidos en las empresas internacionales. La consultora especializada Graves & Co. calcula que las petroleras echaron a 250 mil trabajadores desde que comenzó la baja de los precios. Sólo las firmas estadounidenses despidieron a nivel global a 93 mil trabajadores en un año y en Canadá se estima una pérdida de 40 mil empleos directos y 100 mil indirectos. Encima, Goldman Sachs pronostica que el barril puede bajar hasta los 20 dólares.
Siderca vende los tubos a las petroleras y, en una parte pequeña, pudo reemplazar clientes del exterior por otros del ámbito local, en donde la actividad no declinó, aunque la magnitud del sector en el país es muy reducida en función del mercado de Techint en el mundo. La producción de petróleo a nivel local registra en nueve meses una suba de 0,2 por ciento en la comparación anual, gracias al desempeño de YPF y de Pan American Energy.
Este desempeño del sector hidrocarburífero en el país a contramano de ese contexto tan adverso tiene que ver con la política del gobierno kirchnerista de mantener un precio sostén del petróleo equivalente a 70 dólares por barril, que permitió limitar el impacto negativo sobre el empleo en las petroleras, aunque se registran tensiones en las empresas, con suspensiones y retiros voluntarios aunque no despidos masivos.
El gobierno de Macri quiere cambiar esa política de protección a la industria y al empleo. Es lo que adelantó el ministro de Energía, Juan José Aranguren. El ex CEO de Shell se manifestó en contra de subsidiar a la industria con el precio sostén, lo que motivó la reacción de los sindicatos petroleros por el riesgo de despidos. La movida de Techint de bajar salarios o despedir se ubica en línea con la estrategia sectorial planteada por el gobierno de Macri.
Siderca aplicó desde abril un método de suspensiones rotativas según el cual entre 400 y 600 trabajadores permanecen siempre fuera del lugar de trabajo con el 80 por ciento del salario normal. Primero fue un acta por seis meses, que se renovó en octubre por dos meses más. Ese convenio venció esta semana, confirmaron fuentes de la empresa, y para renovarlo quieren pagar sólo el 60 por ciento del salario.





