Fernando Abal Medina tiene una fractura en la base del cráneo
Había sido agredido por una patota del PRO hace dos semanas. Su familia envió un comunicado pidiendo justicia.
Fernando Abal Medina salió del hospital, luego de dos semanas de internación, tras ser agredido por una patota cuando se discutían en la comuna 4 los proyectos para construir en los terrenos linderos a la cancha de boca.
La familia Abal Medina, informó que Fernando fue golpeado con un objeto metálico en la cabeza, ataque que le provocó una fractura en la base del cráneo. Cuando estaba cayendo inconsciente, recibió un golpe en el rostro que le generó otras fracturas y, en el piso, le dieron piñas y patadas.
«Ha quedado plenamente acreditado que ese día no hubo ningún enfrentamiento, sino una agresión montada por esa banda», afirmó la familia en un comunicado en que señala como principales atacante a «Rodolfo Manuel Corzo, apodado “El Cordobés”, un sujeto que alquila sus servicios al mejor postor y que desde hace años revista como empleado del Gobierno de la Ciudad».
Además acusa a Ezequiel Yedro, un hombre que se define como «empleado del Club Boca Juniors».
La discusión es importante debido a que existen al menos tres proyectos para los terrenos cercanos a la Bombonera: la construcción de un nuevo estadio con más capacidad, la creación de un estadio que sea acompañado por un gran shopping o levantar viviendas sociales, este último, es el sueño de los comuneros agredidos.
A continuación, el comunicado completo:
Buenos Aires, 18 de mayo de 2016.-
El día de ayer se cumplieron dos semanas de la cobarde y brutal agresión que Fernando Abal Medina sufrió en la puerta del edificio municipal de la Comuna 4, en el barrio de Nueva Pompeya, al término de la primera reunión del Consejo Consultivo de esa Comuna, a la que asistieron familias vecinas de la zona, entre ellas personas ancianas y niños, y representantes de distintas asociaciones civiles del Barrio de la Boca. Recién ahora el Hospital Alemán ha podido dar el alta hospitalaria y a Fernando lo espera un largo período de rehabilitación en su casa. (Se acompaña comunicado del Hospital Alemán).
El grupo de delincuentes que agredió a Fernando, poniendo en grave riesgo su vida, estuvo comandado por Rodolfo Manuel Corzo, apodado “El Cordobés”, un sujeto que alquila sus servicios al mejor postor y que desde hace años revista como empleado del Gobierno de la Ciudad. Están identificados dos criminales más: uno es su hijo del mismo nombre y también empleado de la Ciudad de Buenos Aires; el otro, Ezequiel Yedro, dice ser empleado del Club Boca Juniors. Corzo padre dirigió la agresión a un metro de Fernando; Yedro lo golpeó en la nuca con un objeto metálico contundente, causándole fractura de la base del cráneo; y Corzo hijo lo golpeó en el rostro, cuando caía ya inconsciente, causando otra fractura. Varios sujetos más lo patearon y golpearon en el piso, gritando amenazas ante la vista de Norma, la esposa de Fernando, y de su hija de once años.
Ha quedado plenamente acreditado que ese día no hubo ningún enfrentamiento, sino una agresión montada por esa banda. Además, Fernando ni siquiera participó de la discusión en el interior del edificio sino que se limitó a intentar calmar a los exaltados, como se ve claramente en las filmaciones y series fotográficas. Cuando todo había terminado, Fernando salió al exterior para buscar auxilio para el compañero Matías Scinica, apuñalado en el cuello por Corzo hijo, y en esas circunstancias fue emboscado y agredido por esta patota de cobardes.
De la Justicia esperamos que a la brevedad capture y condene a estos malvivientes; del Gobierno de la Ciudad y de las diversas fuerzas políticas que actúan en ella esperamos un claro repudio y un deslinde de responsabilidades. En concreto, estos malvivientes deben ser erradicados de toda institución pública, política o social y permanecer por largos años –los que la Justicia mande- en la cárcel, para que las personas de bien puedan transitar por la Ciudad, opinar, discutir y conciliar, o no, en el clima de libertad en paz que todos nos merecemos y que hemos disfrutado en las últimas décadas.
Por la familia Abal Medina: Juan Manuel Abal Medina (padre)
