
Falleció un joven en la puerta de una salita por desidia del gobierno porteño
Murió el sábado a la espera de atención en una salita de primeros auxilios de la Ciudad, que estaba cerrada. Una orden judicial obliga al Gobierno porteño a que permanezcan abiertas las 24 horas.
La desidia del sistema de salud estatal quedó nuevamente al descubierto tras la muerte de un joven de 25 años, que se produjo mientras esperaba ser atendido en una salita de primeros auxilios ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, que estaba cerrada. Los vecinos denunciaron el incumplimiento de una orden judicial de 2010, que obliga al Gobierno a que esa clase de servicios permanezcan abiertos las 24 horas.
“Llegó agonizando y falleció en la puerta, estaba como descompensado”, detallaron vecinos de Lugano 1 y 2. En ese sentido, advirtieron que desde 2009 se apilan las denuncias de ONGs para reclamar “porque la salita estaba cerrada y reprochar el brutal ajuste de los últimos años en el plantel de médicos y en el presupuesto destinado a los recursos básicos para atender a los pacientes que concurren al centro”.
La página oficial del Gobierno de la Ciudad indica que los CeSAC están pensados “para abordar en primera instancia los problemas de salud de la población” para luego “derivar a los pacientes a hospitales más cercanos” ante problemas más complejos.
“El Centro de Salud no funciona como corresponde hace bastante tiempo. El Ejecutivo porteño la cerró tres veces y las tres veces lo tuvieron volvieron a abrir por vía judicial. Desde el 2015 venimos pidiendo reuniones con la ministra de Salud, Ana María Bou Pérez, y nunca nos recibieron. Estos pedidos se realizaron en el marco de la Comisión de Salud, Acción Social y Medio Ambiente que depende del Consejo Consultivo Comunal 8, órgano oficial reconocido por la Ley de Comunas”, detalló -según consignó Página12- el presidente de la ONG, Julián Morínigo.
En el Servicio de Guardia “no hay pediatras, no hay insumos y no hay elementos básicos como un otoscopio, que cuesta entre $600 y $1.500 pesos. Tampoco cuentan con un desfibrilador, electrocardiograma y ropa de cama básica para los pacientes”, advirtió.





