Ex combatiente de Malvinas hace huelga de hambre en el Congreso por la educación pública
Una pequeña carpa sobre la que reposa una imagen del papa Francisco se levanta desafiando al frío justo frente al Congreso nacional. Atrás, sobre el enrejado, dos banderas. La de Malvinas y otra de argentina que pide “por los derechos de nuestros jóvenes y por la educación pública”. Adentro, Saúl Pérez, ex combatiente de Malvinas, encabeza una protesta pacífica.
Hace cuatro días está en huelga de hambre; huelga que comenzó “al ver la cantidad de chicos que se expresaban contra los recortes en las universidades cursando en la calle, en el suelo y hasta en las paradas del Metrobus”.
“Pude ver que nuestros pibes hacían ese esfuerzo en una semana de frío terrible y me partió el alma. No toleré semejante despropósito, son los que van a conducir el futuro de nuestro país y reclamaban por el presupuesto para las facultades públicas”, contó en diálogo con Infobaires24.
“A menos de 6 meses de un gobierno que tenía prioridad por la educación e inclusión de nuestros pibes. me parecía que no podía estar de brazos cruzados viéndolo en la tele, que tenía que al menos alzar mi voz y hacer algo”, describe y agrega que “vine a sostener un pasacalle y una bandera de Malvinas en la plaza para defender la educación pública y los derechos de nuestros jóvenes, el boleo gratuito estudiantil que María Eugenia Vidal no reglamenta”.
“No puede ser que hoy por hoy haya jóvenes que dejen la facultad porque ya no pueden cargar la tarjeta Sube para llegar a clase”, se indigna el ex combatiente que debe aceptar controles médicos por parte del Same mientras realiza la huelga de hambre. “Me preguntan si paso frío en la carpa, para mí esto es el Hyatt si lo comparo con los pozos donde dormíamos en Malvinas”, ironiza sin perder el humor ni el entusiasmo.
Más de una vez me preguntaba por qué volví de las Islas, por qué no me quedé ahí para siempre con mis compañeros. Pero ahora que se acercan pibes estudiantes a saludarme y se ponen a llorar cuando ven esta movida le encuentro un sentido
“Tengo mis convicciones. Fuimos a Malvinas por un país libre y soberano y esto hoy es negado. Hay facultades que aseguran que no podrán pagar la luz, esto se ve en los presupuestos, no hace falta sacar muchas cuentas para saber que entre aumentos y recortes esto va por mal camino”, detalla Saúl, que asegura espera ser oído por los políticos , aunque advierte “ya el actual presidente había dicho qué era eso de andar abriendo universidades por todos lados. Porque en verdad en su plan no entra que el hijo de un laburante pueda educarse”.
Saúl sabe que nada es fácil. Los horrores que vivió durante la guerra a la que llegó con apenas 19 años y de la que regresó herido nunca dejan de deambular por su mente. “Más de una vez me preguntaba por qué volví de las Islas, por qué no me quedé ahí para siempre con mis compañeros. Pero ahora que se acercan pibes estudiantes a saludarme y se ponen a llorar cuando ven esta movida le encuentro un sentido”, asegura con la voz quebrada.
“Yo no me rendí, siempre voy a elegir morir de pie”, asegura. Agradece el apoyo de la gente y de sus ex compañeros de batalla que lo acompañan durante todo el día en su solitaria cruzada. Ya es de noche. Otro día más pasará Saúl solo ingiriendo líquidos, con su pasacalle y su bandera como única y poderosa arma.