Este año el gas será un 80% más caro que durante el invierno pasado
El gas será un 80% más caro este invierno en comparación con el mismo período del año pasado. A los valores que ya eran elevados, hay que sumarles el aumento del 50% aplicado desde octubre pasado y uno próximo de 30% más que regirá a partir de abril.
Un hogar típico de clase media de Capital Federal, que usa el gas para cocinar, bañarse y calefaccionar la casa con dos estufas, consumió un promedio de 403 metros cúbicos en el bimestre junio-julio del año pasado, y pagó $3.299 en dos cuotas mensuales. Con los valores que están vigentes actualmente hubiera pagado $5.061 en dos cuotas, lo que equivale a un aumento del 53,4%.
Pero si se mantiene el el aumento del próximo 1 de abril del 30% anunciado hasta ahora, el mismo hogar va a pagar por la factura de junio-julio de este año, $6.580 en dos cuotas de $3.290 cada una. Fue el propio secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, el encargado de anunciar que el aumento de abril no superará el 30% e incluso podría ser menor.
Lo cierto es que a la fecha no hay información certera ni pública sobre cómo se realizan los cálculos que aportan aquellas cifras impagables para miles de ciudadanos argentinos y según indicaron, recién esta semana las distribuidoras de gas deberán presentar los cuadros tarifarios que se debatirán en la audiencia pública del 26. Pero incluso entonces hay que recordar que después el Gobierno a través del Enargas podrá limitar el precio del gas que perciben las petroleras y el ajuste por precios mayoristas que por contrato les corresponde a las distribuidoras y transportistas.
El pasado viernes, fue subastado parte del gas de la cuenca noroeste que proviene principalmente de Bolivia. Según los datos del IAPG, en noviembre el gas local proveniente de esa cuenca equivalía solo al 4,5% del total producido en el país, unos 5,5 millones de metros cúbicos diarios. Esto significa que el principal volumen de gas asignado el viernes (8,6 millones de metros cúbicos diarios en el invierno) corresponde al gas de Bolivia que importa IEASA, la ex Enarsa.
También implica que el precio adjudicado que fue de u$s 4,30 es sustancialmente menor del que se paga a Bolivia: u$s6,40, según dijo Lopetegui el viernes, en pocas palabras esto significa que seguirán aumentando los subsidios que el Estado debe girar a IEASA para que ésta pague el gas de Bolivia, y los que son más caros: el para regasificar en Escobar y el que se compra a Chile.
